Usted está aquí: jueves 10 de febrero de 2005 Política "Me van a extrañar después de 2006": Fox

"Ya gotea" el desarrollo en los bolsillos de los mexicanos, expresa en España

"Me van a extrañar después de 2006": Fox

ROSA ELVIRA VARGAS Y ARMANDO G. TEJEDA ENVIADA Y CORRESPONSAL

madrid, 9 de febrero. Aunque un leve rubor apareció en su rostro, Vicente Fox se sobrepuso y exclamó: "Les digo que me van a extrañar después de que me vaya, después de 2006". Y para testificarlo, afirmó que ya se lo empiezan a decir muchos empresarios que ven "cómo las cosas caminan" gracias a sus políticas de estabilidad. Indicó que esto debe valorarse, pues "repentinamente llegan mesías y populistas a ofrecer cambios, a plantear modelos de desarrollo económico".

Frente a tal posibilidad, Fox ratificó su credo en el modelo del libre mercado, único que a escala mundial, aseguró, genera riqueza, empleos y permite desarrollo a las naciones, ése que en México "ya gotea" en el bolsillo de los ciudadanos.

En diversos encuentros con empresarios españoles, el Presidente defendió sus políticas, sobre todo las de saneamiento de las finanzas, su llamado esquema de inversiones público-privadas y la disposición "a servirles" y ser "totalmente amigable para apoyar sus inversiones".

Esa fue la vía elegida hoy por Fox frente a la necesaria aceptación de que ha fallado en su promesa de sacar adelante las reformas estructurales que tantas veces ofreció a los capitalistas españoles y del mundo. "Seguimos intentándolo en el Congreso... no hemos aflojado el paso", expuso.

En todos esos foros se empeñó en convencerlos de que si no ha logrado más se debe a que enfrenta "una amplísima mayoría de la oposición" en el Congreso, y defendió la idea de que una transición reclama muchos acuerdos, nuevos comportamientos y actitudes de todos los actores.

"Quienes fuimos oposición hoy somos gobierno, quienes fueron gobierno por 71 años hoy son oposición", dijo, y aseguró que aquellos que antes estuvieron limitados en su libertad, hoy en cambio caminan "senderos prístinos" e inéditos.

Porque además, señaló en tono resignado, "no todo se da a la velocidad que uno quisiera" ni se adapta a las nuevas condiciones: "somos humanos y tenemos que ir construyendo una nueva relación".

Como lo repite desde hace meses, planteó que lo importante es que permanezcan aquellas políticas económicas que se aplican en México desde hace 10 años, durante los cuales ha habido dos gobiernos de diferente filiación y han permitido al país duplicar el tamaño de su economía. "La estabilidad paga y paga bien", lo mismo que la disciplina presupuestal, declaró Fox.

"Lo contrario vendría si llegasen al poder los mesías, los populistas que acabarían con el tiempo de maduración de las políticas públicas y modificarían el modelo de desarrollo" que él, en consonancia con su antecesor, Ernesto Zedillo, defienden como el único válido y exitoso.

Asimismo, uno de los reiterados planteamientos de empresarios y periodistas españoles fue su predicción sobre el escenario que vivirá el país ante una posible alternancia política en las elecciones de 2006.

-¿Las inversiones extranjeras, las españolas, podrían verse afectadas por un hipotético triunfo de Andrés Manuel López Obrador, que parece un político de izquierda populista? -le preguntaron durante un foro organizado por el diario conservador ABC y al que asistieron 400 empresarios.

-Al final, la decisión la tomará el pueblo de México, democráticamente, de quién será el siguiente Presidente. Nuestra responsabilidad es estar atentos a que la conducción de ese proceso electoral se dé en términos democráticos, de equidad y de participación -respondió.

-¿Así que no hay riesgo para las inversiones extranjeras, gane quien gane las elecciones en 2006? -interrogó a su vez un reportero del diario económico Cinco Días.

-Así es. Gane quien gane. Ya no tenemos un régimen presidencialista, ahora es presidencial, que se somete a la Constitución y se equilibra con los demás poderes. La institución judicial hoy toma decisiones libres y es garantía de la estabilidad que antes no había.

De igual modo, como parte de esa normalidad sobre la que busca persuadir aquí en España, Fox trajo a colación otros temas: "Nuestras instituciones están fuertes, nos dan una enorme tranquilidad y confianza, están procesando temas tan difíciles como Chiapas, que hoy es un estado totalmente diferente, que goza por primera vez en su historia de un gobierno democrático".

Pablo Salazar Mendiguchía, gobernador de Chiapas, es el único político mexicano que forma parte de la comitiva, además de los miembros del gabinete. En esa lógica, Fox dijo que asuntos como el del desafuero del jefe de Gobierno de la ciudad de México "están en el carril de las instituciones".

Ofreció a empresarios que sin privatizar Petróleos Mexicanos, "como se conoce históricamente en el pasado", hay oportunidad y espacio para todos, bajo fórmulas de inversión privada y pública. "Este es el panorama para que cualquier empresa del ramo de energía que tenga interés pueda estar en México, pueda encontrar un nicho de inversión para hacer buenos negocios".

Como marcaba la agenda, Vicente Fox y su esposa almorzaron en el Palacio de la Zarzuela con los reyes de España Juan Carlos I y Sofía. Más tarde volvieron a verse en la inauguración de la feria de Arte Contemporáneo (Arco), donde en medio de una romería imposible de controlar por la seguridad de la casa real caminaron casi tres kilómetros por las 17 galerías dedicadas al arte mexicano de hoy.

Mañana será el día de hablar de las relaciones bilaterales, cuando se entreviste con el presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien regresa de una gira oficial por Polonia. En este encuentro profundizarán en los asuntos que abordaron en la última Cumbre Iberoamericana del pasado mes de noviembre en Costa Rica.

 
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