El creador de Dolly fue autorizado este martes por el gobierno de Gran Bretaña
Clonarán embriones humanos para estudios de males degenerativos
Ante las protestas de varios grupos, Ian Wilmut precisó que sus investigaciones sólo tienen fines terapéuticos
Desarrollar neuronas motrices, propósito del trabajo que realiza el científico
Londres, 8 de febrero. El creador de la oveja Dolly, primer animal clonado, fue autorizado este martes por el gobierno para clonar embriones humanos, en el marco de sus investigaciones sobre las enfermedades neurológicas, lo que provocó protestas de grupos opositores.
Ian Wilmut, profesor del Instituto Roslin de Edimburgo y del King's College de Londres, afirmó, tras recibir la luz verde de la Autoridad para la Fertilización y la Embriología Humanas del gobierno británico, que sus experimentos tienen sólo fines terapéuticos.
"Esto no tiene nada que ver con la clonación reproductiva", aseguró en rueda de prensa en Edimburgo el investigador, al expresar su esperanza de que sus experimentos permitan avanzar en los tratamientos de enfermedades degenerativas.
Wilmut y su equipo se hicieron famosos cuando anunciaron en 1997 que habían clonado un animal, la oveja Dolly. La ovejita envejeció prematuramente y se le aplicó la eutanasia en 2003 porque padecía una enfermedad pulmonar incurable.
Pero el anuncio de su nacimiento suscitó intenso debate en los medios de comunicación sobre la ética de la clonación, discusión que aún persiste.
En Gran Bretaña sólo está permitida la clonación con fines terapéuticos.
Wilmut y su equipo del King's College -que solicitaron permiso el pasado septiembre para efectuar esos experimentos- es el segundo investigador que obtiene una autorización para clonar embriones humanos en Gran Bretaña.
En agosto de 2004, la Autoridad de Embriología y Fertilización aprobó que el equipo del profesor Miodrag Stojkovic, del Instituto de Genética Humana de la Universidad de Newcastle, procediera a hacer experimentos para clonar embriones humanos.
El objetivo de esa investigación era hacer crecer embriones para que se convirtieran en tejidos que pudieran ser utilizados para tratar zonas del cuerpo dañadas por enfermedades como el Parkinson.
En cambio, la meta de Wilmut y su equipo es extraer las células madres de pacientes con enfermedades degenerativas e implantarlas en óvulos no fertilizados, para crear embriones clonados.
Luego, el equipo tomará células de esos embriones para desarrollar neuronas motrices, que son los largos nervios que transmiten mensajes eléctricos del cerebro y médula espinal a los músculos.
Severas críticas de varias organizaciones
La autorización que dio el gobierno británico a Wilmut provocó inmediatamente críticas de organizaciones en contra de esos experimentos, que afirmaron que Gran Bretaña se acerca cada vez más a la autorización de clonar humanos.
Anthont Ozimic, secretario de la Sociedad para la Protección de la Vida de los Niños por Nacer, criticó al gobierno por autorizar esa investigación.
Ese permiso equivale a "clonar y matar", dijo Ozimic, quien advirtió que el próximo paso será manufacturar seres humanos.
Ozimic instó a la autoridad competente a suspender todos los permisos, hasta que la Organización de Naciones Unidas, que debate el tema de la clonación humana, tome una decisión.
Pero Wilmut desestimó esos temores. Aseguró que "las células madres embriónicas utilizadas van a ser empleadas sólo para investigar la enfermedad de las neuronas motrices", que afecta a unas cinco mil personas en Gran Bretaña.
"Los seres humanos han estado cambiando el mundo que los rodea durante mucho tiempo, generalmente con buenos resultados", agregó Wilmut en la rueda de prensa.
"La mayoría de la gente apoya este tipo de investigación", que puede permitir avanzar en el tratamiento de enfermedades de las neuronas motrices, enfatizó.
Esta enfermedad afecta, entre otros, al físico británico Stephen Hawking, al actor David Niven y al famoso futbolista escocés Jimmy Johnstone, del equipo Celtic, quien reclama desde hace años que se permitan esos experimentos científicos.