Dos bandos de la UNTA se disputan un predio de 53 hectáreas en Santiago Acayutlán
Dejó 5 muertos, 3 desaparecidos y 10 heridos una balacera entre campesinos de Hidalgo
500 policías peinan el cerro donde se refugiaron 20 labriegos armados; temen más ataques
Ampliar la imagen Los dos bandos de la Uni�acional de Trabajadores Agr�las que se enfrentaron a balazos por la posesi�e un predio de 53 hect�as, en Hidalgo, amenazan con tomar la justicia con sus manos si las autoridades no resuelven el conflicto que data de 1947. Se temen nuevos enfrentamientos durante el entierro de los muertos de ambos grupos FOTO Armando Loaiza
Tezontepec de Aldama, Hgo., 8 de febrero. La disputa por un predio en la comunidad de Santiago Acayutlán provocó esta mañana un enfrentamiento a balazos entre dos bandos de la misma localidad, que dejó un saldo de cinco muertos, tres desaparecidos y al menos una decena de heridos.
La tensión y las amenazas de que los dos grupos continuarían la refriega por la noche obligaron a las autoridades a reforzar la vigilancia policiaca, con más de 500 elementos que peinan el cerro donde ocurrió la zacapela, en busca de unos 20 campesinos que se refugiaron en el lugar y se presume que están fuertemente armados.
La confusión y el temor de más agresiones han obligado a familias enteras a concentrarse en la comisaría ejidal, mientras otras se han reunido en las calles, algunas de las cuales están bloqueadas con piedras para impedir el paso a personas del bando enemigo.
Las versiones que más coinciden entre uno y otro grupos sostienen que esta mañana arribó a la localidad personal de la Secretaría de la Reforma Agraria para realizar la medición de un terreno de 53 hectáreas que se disputan dos grupos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), encabezados por los dirigentes estatal y nacional de dicha organización, Isidro Pedraza Chávez y Alvaro López Ríos, respectivamente, en el rancho conocido como La Luz.
Cuando llegó la gente de Alvaro López, comandada por el presidente del comisariado ejidal de Acayutlán, Roberto Díaz Cruz, para apoyar las tareas del personal de la SRA, se encontró con un grupo de 30 seguidores de Isidro Pedraza, quienes habían sido alertados sobre la posibilidad de ser despojados de las tierras que dicen tener en posesión.
Los empleados de la SRA ni siquiera habían empezado su labor cuando se inició la balacera, que en un primer recuento dejó un saldo de cuatro muertos, tres del bando de Alvaro López y uno del de Isidro Pedraza.
Por la tarde, entre la confusión y los recorridos policiacos por el lugar del enfrentamiento, y en atención a una denuncia de que había cuatro campesinos desaparecidos, localizaron otro cadáver del bando de Alvaro López.
Entrevistado a un kilómetro del lugar de los homicidios, el alcalde perredista, Delfino Jesús Alfaro Santiago, en tono nervioso decía que la calma había vuelto al lugar y que todo se debía a un pleito agrario entre dos grupos del mismo pueblo, pero que nada tenía que ver con cuestiones políticas, "menos ahorita que estamos en campañas electorales", aseguró.
Pero sus palabras eran interrumpidas por los lugareños, quienes advertían que "si la autoridad no hace justicia, esta misma noche nosotros la hacemos".
El edil informó que hoy por la mañana llegó gente de la SRA para realizar la medición de un predio "de 25 hectáreas" para la posterior indemnización de los afectados con esta acción agraria, por lo que llamó al comisario ejidal, quien llegó al lugar con sus familiares, pero "fueron recibidos a balazos por los del otro lado".
Alfaro Santiago se negó a ponerle siglas al conflicto, pero reconoció que la misma gente está dividida por la posesión de ese terreno.
En una calle sin nombre de la comunidad, marcada con el número 100, personal del Servicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia estatal levantaba el cuerpo de Gabino Díaz Jiménez, de 28 años, quien en la refriega recibió un balazo en el cuello, que le quitó la vida de inmediato.
En una casa humilde, su esposa Josefa Jiménez y sus dos hijos, una niña de 6 años y un niño de 4, lloraban por su muerte y acusaban al senador de la República Eleuterio Porras Bautista, suplente del actual candidato del PAN a la gubernatura de Hidalgo, Antonio Haghenbeck Cámara, de ser el principal instigador de la violencia, al asesorar al grupo de Alvaro López para quedarse con el terreno en pleito.
Juana Jiménez Díaz y Elvia Cruz, familiares del occiso, recordaron que sus abuelos y padres "han trabajado desde hace 45 años esas tierras, por lo que nos pertenecen. Luchamos por ellas para poder comer. No es justo que nos maten a nuestra gente por intereses políticos".
Del otro lado, los seguidores de Alvaro López, acompañados siempre por el alcalde Alfaro Santiago, hacían el recuento de sus caídos: "Nos mataron al comisario ejidal, Roberto Díaz Cruz, y a su hermano Miguel", decían los afectados con lágrimas en los ojos.
En ambos lados acusaban que había desaparecidos y heridos, de los que no sabían su suerte.
En tanto, agentes de la Policía Ministerial y personal del Semefo localizaban cerca de un canal de aguas negras el cuerpo de Vicente Díaz Alvarez, de 29 años, quien recibió un balazo que le destrozó el estómago y tenía un severo golpe en la frente, que sus familiares aseguran fue un balazo a quemarropa.
La historia de una disputa
En 1938 los lugareños se posesionaron de un predio conocido como Rancho la Luz, propiedad de Nicolás Falcón, quien reclamó la acción de la justicia, y al no poder sacarlos del lugar, el gobierno determinó indemnizar a los pequeños propietarios que reclamaban la propiedad.
En 1945 se hizo un deslinde y 53 familias quedaron en posesión del predio de 53 hectáreas, de 197 que comprende el rancho La Luz, pero luego, por intereses grupales, los dueños del terreno se dividieron y hoy se disputan el mismo sitio militantes de la UNTA.
Isidro Pedraza, quien organizó a su gente para marchar desde Pachuca hasta el lugar del enfrentamiento, pero no logró llegar debido a los retenes policiacos instalados en Actopan, San Salvador y Mixquiahuala, acusó directamente a la delegada de la SRA, Laura Márquez Fernández, quien "rompió las pláticas conciliatorias y unilateralmente abandonó las mesas de diálogo con los grupos interesados y las autoridades, para favorecer a Alvaro López, lo que provocó el enfrentamiento".
En junio de 2002, el gobierno estatal se sentó a negociar con un grupo de Santiago Acayutlán y anunció la conclusión de un conflicto agrario de más de 40 años de antigüedad. Pero parece que dicho acuerdo no se cumplió.
En este municipio, que forma parte del ejido de Mixquiahuala, el más grande del país, con 7 mil hectáreas, se encuentra el paraje conocido como Cinta Larga, que ha provocado enfrentamientos entre ejidatarios de Mixquiahuala y comuneros de Tezontepec de Aldama, con saldo de al menos tres muertos, por la disputa de mil 789 hectáreas.
El gobierno de Jesús Murillo Karam, con la presencia de Eduardo Robledo Rincón, entonces titular de la SRA, anunció la conclusión del conflicto, que data de 1947; sin embargo, los lugareños afirman que los pleitos siguen, y ponen como prueba el destacamento permanente de la policía estatal a la entrada de la comunidad de Mangas, sitio donde regularmente se instalan las Bases de Operación Mixta (BOM) con el pretexto de buscar armas de fuego.
En Acayutlán hay temor de que el conflicto se recrudezca mañana, cuando los dos bandos se dispongan a sepultar a sus difuntos, en el mismo panteón comunal, lo que ha obligado a reforzar la presencia policiaca.