ASTILLERO
Guerreros
Ausencias y presencias en cierres de campañas
El aparato figueroísta prepara zarpazo
ESTE DOMINGO MIDIERON fuerzas en sus respectivos cierres de campaña los candidatos centrales a gobernar Guerrero, que son el empresario Zeferino Torreblanca, postulado por una alianza encabezada por el PRD, y el priísta Héctor Astudillo, que también es presentado por otros partidos de menor significado electoral. La asistencia a esos mítines finales favoreció a Torreblanca en términos numéricos, anímicos y simbólicos. En primer lugar, el candidato del sol azteca escogió para su máxima reunión masiva el puerto de Acapulco, donde ha sido presidente municipal y donde se da la mayor concentración de electores de la entidad. Astudillo, por su parte, culminó sus esfuerzos de campaña en su natal Chilpancingo, que es la capital formal de la entidad, mas no el verdadero epicentro político y económico. Pero no son solamente de cantidad las diferencias que se vieron en los dos actos en competencia. Es importante destacar el talante combativo de muchos de quienes creen llegado el momento de echar al PRI del poder estatal, luego de intentos firmes encabezados seis años atrás por Félix Salgado Macedonio, el ruidoso ex diputado federal perredista al que el aparato priísta de defraudación del voto arrebató un triunfo anterior.
PERO LA BATALLA por Guerrero permitió observar el comportamiento de otros guerreros electorales. Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo Pintado, por ejemplo, recibieron distinta respuesta de las masas reunidas: mientras para el primero hubo un apoyo abierto, centrado en coros en los que se le asume como "¡Presidente!", el segundo tuvo una recepción menos entusiasta, apenas instalada su condición de aspirante a Los Pinos. Un segundo contraste fue visible por ausencia de una de las partes, pues Cuauhtémoc Cárdenas evitó estar presente en la reunión de decenas de miles de guerrerenses, con lo que evitó pulsar abiertamente el grado de aceptación o rechazo que frente al jefe del Gobierno capitalino tendría su pretensión de volver a ser candidato presidencial.
MENOS EXPUESTO A la luz pública nacional habría quedado el factor que a fin de cuentas decidirá el resultado de la contienda guerrerense, el ex gobernador Rubén Figueroa, quien sigue mandando en la entidad, por encima del gris ejercicio de René Juárez, que nunca pudo sacudirse la presencia del cacique histórico de la entidad. El jefe Figueroa controla el aparato de corrupción, coerción y represión (ión al cubo) que podría inclinar, así fuera falsamente, la balanza electoral hacia los intereses priístas, con todo y cierres masivos de campaña perredista y a pesar de peje entusiasmos desbordados. El saldo de un gran fraude en los comicios de este domingo podría ser la reactivación de la violencia política nuevamente sin salida pero, desde luego, ése es un riesgo plenamente aceptado (tal vez podría decirse gustosamente aceptado) por la maquinaria figueroísta decidida obviamente a no perder el poder bajo ninguna circunstancia.
ASTILLAS: APLASTANTEMENTE custodiado por militares, el Presidente de México se asomó ayer a un pequeño punto fronterizo norteño para demostrar que el escándalo gringo por el poder del narcotráfico es puro cuento. Así, campechano, dicho Presidente (de México, se insiste, aunque también, y especialmente, de Foxilandia) dijo que en este país no hay peligros ni broncas y, respecto al incidente desatado en días anteriores por Halconiza Rice y el embajador de la Corona, Tony Garza (un diplomático Modelo), simplemente dictaminó don Chente que "the problem is over". ¡Oh, yeah! ... Un subordinado de Santiago Creel, Gonzalo Altamirano Dimas, jura y perjura que su patrón, el mencionado Creel, no es beneficiado por el Presidente de la República para que sea su sucesor. El mencionado Altamirano habló como coordinador de comunicación social de la Secretaría de Gobernación respecto a asuntos internos del PAN, negando así veracidad (¡desde una oficina de gobierno y por medio de un vocero oficial!) a lo dicho antes por el valientísimo Pancho Barrio que, para ser fiel a su historia, echó bravatas diciendo que el gobierno federal apoyaba a Creel pero ahora sale con que no quiere hablar más del asunto, ni fundamentar sus acusaciones, porque él así lo considera conforme a sus malabaristas intereses siempre beneficiados de anunciar pescas gordas luego convertidas en moneda política de cambio... En Jalisco ha empezado la campaña presidencial del secretario del miedo ambiente -es decir, la oficina que con sus pifias ecológicas da pavor-, Alberto Cárdenas Jiménez, con una frase que dice "Beto va", que dicha en otro orden sería "Ba beto" o, referida a la cabaña del amor, "Ba bota" -perdón por las faltas de ortografía-... Por más esfuerzo que hace, este tecleador no puede dejar de compartir cuando menos un párrafo de la amplísima entrevista dada por la señora Marta a Mario Vázquez Raña (el sellado público del pacto para que Echeverría no sea tocado en relación con la guerra sucia, a juicio de este escribano mal pensado). Aparte de reconocer que podría ser candidata a senadora, declararse "mujer de instituciones" y advertir que irse al rancho no quiere decir exactamente eso, pues su esposo seguramente "será requerido para dar algún tipo de conferencias, para estar en grandes foros" después de 2006, la jefa de Los Pinos dijo: "no ando de entrometida en los asuntos de los secretarios de Estado, ni en los asuntos que son responsabilidad única" del Presidente; "lo que estoy es muy ocupada y preocupada en el desarrollo de nuestro país, de que las cosas vayan bien, y muy bien, de que México esté en el lugar que le corresponde en el concierto de las naciones". ¡Zas! ¡Qué bueno que no es entrometida! ¡Qué bueno que no se entretiene en asuntos menores, que para eso hay secretarios y Presidente formal, sino en materias de más altos vuelos!.. ¡Oh, decepción! Luego de aparecer en portada de revista de sociales por haberse matrimoniado, Ernesto Zedillo júnior andaba anoche en la Comercial Mexicana de San Jerónimo (con su obligado guarura a un lado) comprando toallas que ni siquiera eran de 4 mil pesos. ¡Ya no hay clases!...
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