Asia: un llamado a la ayuda y la solidaridad

Los muertos provocados por el tsunami -ola gigantesca causada por un terremoto de 8.9 en la escala de Richter ocurrido el domingo pasado- que devastó las costas de 12 países de Asia y Africa podrían llegar a 100 mil, según la Cruz Roja Internacional. La magnitud del desastre revela la necesidad de establecer mecanismos mundiales de ayuda rápida para asistir a las víctimas, y la solidaridad de todas las naciones es vital para aliviar los problemas generados por tragedias como ésta. Es imprescindible hacer llegar a las zonas afectadas equipos médicos y sanitarios para evitar el surgimiento de epidemias -disentería, diarrea y cólera, entre otras- causadas por la contaminación de las fuentes de agua potable y la descomposición de los millares de cadáveres que permanecen al aire libre.

El maremoto, cuyo epicentro se localizó cerca de Sumatra, Indonesia, es la peor tragedia natural en los últimos 40 años y el drama no ha terminado. El tsunami golpeó a India, Tailandia, Indonesia, Sri Lanka, Malasia, Myanmar, Bangladesh, las Maldivas, Somalia, Tanzania y Kenia. Hasta el momento se tienen registrados más de 80 mil muertos, y esa cifra seguramente aumentará en los próximos días, pues hay zonas a las que no ha llegado ningún tipo de asistencia. Tan sólo en Sumatra, las autoridades han calculado cerca de 10 mil fallecidos: la ciudad quedó prácticamente destruida, así como 75 por ciento del litoral. Entre las decenas de miles de víctimas hay cientos de turistas que pasaban sus vacaciones navideñas en los balnearios de la región. También perecieron gran cantidad de niños, mientras muchos otros quedaron desamparados al perder a sus padres.

La tragedia pudo haber sido menos grave si esa región del planeta hubiera contado con un sistema de alerta, tal como han señalado expertos en desastres naturales. De hecho, los especialistas aseguran que establecer un sistema de ese tipo es relativamente sencillo. A decir del director de la oficina de Estrategia Internacional para la Prevención de Catástrofes (ISDR, organismo de la ONU), Salvano Briceño, "a más tardar en un año" cada país de Asia del sur podría tener al menos "un sistema básico, pero eficiente, de alerta contra maremotos". Por lo pronto, India ya anunció que trabaja en un proyecto de estas características. Asimismo, en enero próximo comenzarán las pláticas para crear un sistema de alerta mundial sobre la base del que ya existe en el océano Pacífico, y que vigila las costas de 26 naciones, entre ellas México, Australia, Indonesia, Japón, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Estados Unidos. Sin embargo, como ya se ha visto, es necesario un sistema más eficaz, ya que Indonesia, uno de los países más afectados, forma parte de ese mecanismo de prevención, y no le ayudó en nada.

La comunidad internacional debe tener claro que no sólo es necesario establecer sistemas de alerta eficaces, sino también crear mecanismos de ayuda inmediata. En ese sentido, la solidaridad internacional debe manifestarse sin ningún contratiempo, ahora que se corre el riesgo de enfrentar epidemias de grandes proporciones. Por ello, se invita a la gente, a las organizaciones civiles y a los gobiernos a dar su ayuda en la medida de sus posibilidades, tanto en medicamentos y alimentos como en el suministro de agua potable, sin mencionar la aportación de recursos para reconstruir las zonas devastadas.