Les pagan menos
que a los hombres por labores iguales
Sobrexplotadas y sin seguridad social trabajan mujeres rurales jornadas
de 18 horas diarias
Aleyda Aguirre
En las zonas rurales las mujeres
trabajan cerca de 18 horas por día, el 17.4 por ciento de la
población son jefas de familia, la mayoría de ellas adultas
mayores que tienen en promedio 58 años, trabajan "por cuenta
propia" o en actividades agropecuarias, servicios domésticos
o en el comercio, por lo que no cuentan con seguridad social ni contratos
fijos.
Muchas de ellas no se reconocen como quienes llevan la batuta en el
hogar, menos si en él vive un hombre adulto, ya sean abuelos,
hijos o sobrinos. Ellas mantienen sus hogares con menos de tres salarios
mínimos, pero además realizan las labores domésticas
de los mismos, atienden a los/as enfermos/as y ancianos/as.
Viven en espacios hacinados y se "ayudan" de "ingresos
transferidos" -envíos de remesas de familiares que han migrado
a otros países- y "regalos" de familiares y vecinos/as,
tales como alimentos, calzado y vestido, son hogares "altamente
vulnerables", anotó el especialista en género, Jaime
Rodríguez Espinoza durante el Primer encuentro de investigación
sobre género y sus ámbitos de expresión: cultural,
económico y ambiental, efectuado en la Escuela Nacional de Estudios
Profesionales Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM).
Al referirse a una de las actividades económicas de las mujeres
rurales, María Luisa Quintero Soto, doctora en Ciencias Sociales,
explicó el caso de las trabajadoras agrícolas de flor
de Villa Guerrero, estado de México. Dijo que la incorporación
de la mujer al mercado laboral "de manera forzada" reduce
las posibilidades de que se les pague igual que al hombre por el mismo
trabajo y en el "medio rural está todavía más
complicado" pues las mujeres empiezan a trabajar desde los 12 años
y continúan con sus labores domésticas, lo que las lleva
a estar en actividad cerca de 18 horas por día.
De acuerdo con el XI Censo General de Población y Vivienda, la
población rural femenina es de 11 millones 598 mil personas y
su esperanza de vida es de 69.5 años. A nivel internacional,
la tierra está en manos de sólo el uno por ciento de las
ellas, lamentó Quintero Soto.
En las zonas agrícolas de flores de invernadero de ese estado,
señaló, a las mujeres se las contrata porque "son
más cuidadosas" y no necesitan contar con una especialidad
laboral, tienen horarios irregulares y sueldos menores a los de los
hombres por la misma actividad. Aunque representan el 90 por ciento
de las trabajadoras, existe una división del trabajo, en donde
a los hombres se les destinan las actividades más pesadas y a
las mujeres labores relacionadas con lo doméstico como el lavado
de los baños.
Las mujeres empacan, cortan, controlan plagas y arman cajas, mientras
que los hombres preparan el suelo, fumigan, transportan el producto
y dan mantenimiento al invernadero. A ellos les pagan más que
a ellas por la misma labor. Por ejemplo, en el proceso productivo, a
una mujer, le pagan 95 pesos y a un hombre 147, a una supervisora 120
y a su similar masculino 145. A las niñas de 12 y 13 años
les pagan 70 pesos y a los niños 90.
El 30 por ciento de las mujeres tienen menos de 15 años, el cinco
por ciento tiene más de 30, mientras que el 40 por ciento de
los hombres está entre los 26 y los 30 años. El 67 por
ciento son solteras, el 18 por ciento está constituido por madres
solteras, el 10 por ciento separadas o viudas y el cinco por ciento
casadas y no cuentan con prestaciones sociales a pesar de que su actividad
genera repercusiones en su salud, sobre todo en el periodo de embarazo.
En el encuentro también se abordaron los temas de masculinidad,
acercamiento al concepto de equidad de género y la conformación
de la pareja entre los jóvenes, entre otros.
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