舠Fue pobre
pero mejor que otros anteriores舡: asistentes Efectivamente, durante el VI Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en esta ciudad, entre el 24 y 29 de noviembre, la cosa se vio complicada. No sólo por las evidentes diferencias de puntos de vista, sino principalmente por la facilidad con que el debate y la profundización de estas miradas fueron evadidos a través de los calificativos contra las posturas minoritarias o simplemente por la aparición de otros conflictos que distraían la atención de temas definidos como centrales. Con una metodología de plenarias con ponentes invitadas por las mañanas -como base para un debate colectivo- se plantearon tres temas eje: Movimiento Lésbico y globalización para el primer día; Relación y política de alianzas del Movimiento Lésbico con el Movimiento feminista y LGBTT (lésbico, gay, bisexual, transgénero y transexual) para el segundo, y Ciudadanía y derechos humanos en las "democracias" de América Latina y el Caribe para el tercer día, además de talleres diversos por las tardes. Con este esquema de trabajo se empezaron los trabajos. El primer día hubo un inicio de debate en torno a la globalización, impulsado por las posturas planteadas desde las ponentes; sin embargo a poco andar éste se dispersó entre intervenciones sobre el tema de las identidades y otras de tal diversidad que no faltaron ni las recriminaciones por la forma de organizar el encuentro ni los reclamos de que se distorsionaba lo que la otra decía. Hubo también quien cuestionara 舠por qué les preocupa tanto esto de la globalización si ya es un hecho consumado舡 instando a que 舠mejor hablaran de lesbianismo舡. El tema de las alianzas, el segundo día, se centró exclusivamente en dilucidar si debe haber o no participación de las transexuales en los encuentros lésbicos. La relación con, o la pertenencia al, movimiento feminista ni siquiera se tocó, ante la tan reiterada y vehemente argumentación en torno a la incorporación de las transexuales lesbianas a ese espacio.
El numero de asistentes nunca fue precisado por las organizadoras, que igual confirmaban cien que doscientas inscritas pero que en las plenarias no superaba la centena de mujeres, lo que dejaba más de la mitad de las sillas vacías. Esto acentuaba el ambiente de descontento que desde antes del inicio del evento venían produciendo los costos del encuentro para las residentes de la Ciudad de México (dos mil pesos con sólo derecho a comida). Cada día se suscitó el problema de que algunas entraban 舠de contrabando舡, a las cuales las organizadoras trataban de sacar con el argumento de que 舠generaban costos舡. Momentáneamente se zanjaba la cuestión cuando alguna participante se ofrecía a cubrir el costo del día de la "colada". Pero un intento de expulsión con violencia el segundo día, siguió pesando hasta el final del encuentro. Si bien, como dijo una activista a Triple Jornada, "al menos a algunas nos sirvió para oír las diferentes posturas políticas que existen dentro del movimiento", hubo críticas en el sentido de que "la disidencia a las voces públicas de algunas organizadoras se veía de forma paranoica y llevaba a pensar que cualquier gesto rompería el encuentro", como lo plantearon las integrantes del taller Lesbianas Insumisas en la relatoría final de su trabajo. Diversas mujeres en intervenciones personales o en la relatoría de los talleres vespertinos, explicaron o reclamaron la dificultad -hasta la casi imposibilidad- de debatir como consecuencia de la "privatización" del encuentro; de "prácticas excluyentes y anuladoras"; del "miedo a la disidencia y a la crítica"; de la división generacional donde las jóvenes se vieron en la necesidad de reclamar: 舠no sólo somos mano de obra técnica o logística sino que tenemos la capacidad de analizar y discutir"; de la diferencia en experiencias, en posturas ideológicas y adscripciones o hasta rechazos al feminismo que evitan el debate y la profundización.
Echando una mirada a sus propias concepciones de estos encuentros, hubo la opinión generalizada de que la metodología fue 舠solemne, rígida y acartonada舡, 舠faltó sensualidad舡 decían. Para las más jóvenes fue porque se desarrolló desde una idea de 舠expertas y alumnas舡 y reclamaron la 舠poca transmisión de conocimientos que hay dentro del movimiento舡 y su necesidad de capacitación. Desde la relatoría de uno de los talleres de la tarde se explicó esto como 舠un reflejo de lo que pasa cotidianamente en el movimiento舡. Si para unas este encuentro 舠fue pobre pero mejor que otros anteriores porque si bien no se pudo debatir ni profundizar, al menos escuchamos algunas de las posturas e ideas que se plantean y dirigen a este movimiento舡 para otras fue frustrante 舠no poder crear redes de interlocución para extender el movimiento lésbico feminista en América Latina e intercambiar saberes con aquellas que tienen más experiencia舡.
Si bien hubo una serie de propuestas para elaborar declaraciones públicas que saldrían de este encuentro, al cierre ni se redactó ni se presentó ninguna. La conferencia de prensa final fue suspendida por el Comité Organizador. Las organizadoras se comprometieron a poner a la brevedad las ponencias completas en su sitio de Internet y a realizar una memoria impresa que incluya los debates, las ponencias y las relatorías de los talleres y grupos de trabajo. Algunas de dichas ponencias podrán ser consultadas haciendo clic aquí
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