Sólo ha
habido cinco gobernadoras
Ser mujer y candidata a una presidencia municipal sigue siendo un reto
peligroso
* En 2002 únicamente 81 alcaldesas de mil 427
presidentes municipales
Aleyda Aguirre
Por el sólo hecho de acceder
a un cargo público, una mujer puede ser violentada o en el extremo:
asesinada. Los grados de machismo reflejados en los ataques hacia ellas,
no se hacen esperar. Un ejemplo de ello es lo ocurrido a finales de
septiembre en Oaxaca, donde Guadalupe Avila Salinas, candidata del PRD
a la alcaldía de San José Estancia Grande fue asesinada
a tiros por el edil priista Cándido Palacios Noyola.
Una de las integrantes del Colectivo Huaxyacac, Aline Castellanos Jurado,
manifestó que "es lamentable el hecho de que las pocas mujeres
que están compitiendo por cargos de elección popular sean
no sólo agredidas, sino asesinadas por personas que se están
negando a mirar la democracia como un asunto de todas y de todos".
(La Jornada/29/09/04)
En Oaxaca y en Nuevo León, los hombres las han destituido por
proclamar discursos en contra de las agresiones físicas y sicológicas
hacia el sexo femenino, promover políticas públicas en
contra de la violencia y el alcoholismo, realizar acciones para combatir
el ausentismo y la deserción escolar, o por intentar poner albergues
para mujeres maltratadas, detalló Dalia Barrera Bassols, investigadora
del Grupo Interdisciplinario sobre Mujer, Trabajo y Pobreza (Gimtrap).
En cargos públicos, la participación de la mujer sólo
alcanza el 0.1 por ciento, informó Laura Valladares de la Cruz
de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Iztapalapa. Tanto
en los municipios que se rigen por usos y costumbres, como en los de
autoridades emanadas de los partidos políticos, la violencia
hacia las mujeres está latente y no se les reconoce como personas
sujetas de derechos.
No sólo se les dificulta acceder a los cargos de decisión,
sino que también tienen que sortear los obstáculos que
les imponen los tradicionalismos, los usos y costumbres, para concluir
su gestión, aseveró Valladares durante la teleconferencia:
Mujeres y municipios indígenas, organizada por el Instituto Nacional
de Desarrollo Social, coordinado por Gimtrap.
Amenazas, insultos, calumnias, burlas: "ninguna vieja va a venir
a gobernarnos" e incluso agresiones físicas son muy comunes
en el caso de las mujeres que, en diversos estados del país,
se proponen gobernar algún municipio, según recientes
investigaciones sobre las presidentas municipales realizadas por Barrera,
Alejandra Massolo e Irma Aguirre.
En marzo de 2002 -año en que se realizó dicho estudio-,
existían en México únicamente 81 alcaldesas, de
un total de mil 427 presidentes municipales, representando tan sólo
el 3.3 por ciento; las 123 síndicas existentes constituían
el 6.8 por ciento de un total de mil 813 síndicos, "la presencia
de las mujeres en el cabildo como regidoras era ya un avance importante
puesto que constituían 2 mil 530 en todo el país, es decir,
el 15 por ciento del total de 15 mil 974 regidores. En ese mismo año,
12 de las 81 alcaldesas pertenecían al estado de Oaxaca, cinco
de ellas nombradas por el sistema de usos y costumbres. Cuatro fueron
destituidas y a una la obligaron a renunciar.
Enfrentan tanto violencia social como intrafamiliar porque la población
las señala y sus parejas se vuelven más agresivas por
temor a "perder" el supuesto control y poder masculino. Ellas
sufren una especie de castigo por su transgresión social, explicó
Barrera.
Pero ¿qué podemos hacer para que las mujeres tengan una
mayor participación en la sociedad? fue una de las repetidas
preguntas a las panelistas de la teleconferencia. Paloma Bonfil Sánchez,
directora de Organización y Capacitación Social de la
Comisión Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas
respondió que mientras continúen trabajando más
de 18 horas en el trabajo doméstico, lo que las deja fuera de
las posibilidades de desarrollo personal y público, poco se podrá
hacer. Asimismo, la carencia de educación y acceso a la información
las está dejando "inermes".
Sin embargo, propuso difundir información entre y a través
de ellas, acerca de sus derechos humanos, sus derechos como integrantes
de pueblos indígenas y como mujeres, "es una información
que no se conoce en las comunidades"; fortalecer los liderazgos
a través de la identificación de las dirigentas con las
que ya cuentan los pueblos indígenas.
"Los hombres tienen miedo de los pasos que están dando las
mujeres" por ello las agresiones están creciendo, expuso
Martha Sánchez Néstor, integrante de la Coordinadora Nacional
de Mujeres Indígenas. Por otro lado, dijo que cuando se refieren
a las mujeres indígenas, sólo se las ve como "madres
de familia", pero muchas de ellas ni siquiera tienen acceso al
Registro Civil, por tanto no cuentan con acta de nacimiento, ni es considerada
su ciudadanía.
A pesar de que los estatutos de los partidos políticos, las reformas
al Código Federal de Procedimientos Electorales ahora favorecen
un poco más a las mujeres y las indígenas están
accediendo al poder -como en Chiapas, donde una tzeltal, María
Gloria Sánchez Gómez tomará el próximo 31
de diciembre el bastón para gobernar el municipio de Oxchuc a
50 kilómetros al oriente de San Cristóbal de las Casas-
"las que desempeñan un cargo, carecen de información
acerca de los derechos fundamentales de las mujeres" y en los gobiernos
tradicionales autónomos falta "visión de equidad",
además de que "no estamos delineando un modelo de ejercicio
del poder, urge sentarse a analizar para discutir qué modelo
de poder queremos ejercer las mujeres porque no podemos imaginar este
México si no somos capaces de pensar en las mujeres nuevas, rebeldes",
parafraseó a la comandanta Ramona.
"Iniciado el primer lustro del siglo XXI, es evidente que ser mujer
y candidata a una presidencia municipal, sigue siendo un reto, incluso
peligroso, para las mexicanas de buena parte de los 2 mil 435 municipios
que conforman el país", concluyó Barrera.
Cinco gobernadoras
Amalia García Medina, es
la única gobernadora con la que cuenta nuestro país en
estos momentos. Ella es la quinta mujer en ocupar una gubernatura y
la segunda de izquierda. Le antecedieron Griselda Alvarez, en Colima
-en 1979-, Beatriz Paredes en Tlaxcala, Dulce María Sauri, quien
fue gobernadora interina en Yucatán y Rosario Robles, en la ciudad
de México.
García Medina asumió la gubernatura de Zacatecas el pasado
12 de septiembre de 2004. En entrevista con la agencia de noticias Cimac,
señaló que la democracia no se puede concebir de manera
completa si no se garantiza la incorporación plena de las mujeres
en la vida política y social.
Sin embargo, aceptó que su gabinete no alcanza a cubrir el 30
por ciento de cargos encomendados a mujeres, tal como lo ha promovido
su partido, el PRD. De 15 cargos, solamente el de Contraloría
Interna de Mercado, las direcciones del Instituto para la Mujer Zacatecana
y la general de Servicios de Salud, están en manos de mujeres
como Julieta del Río Venegas, Aurora Cervantez Rodríguez
y Esperanza Avalos Díaz, respectivamente.
Dentro de los programas prioritarios de García Medina están
la generación de proyectos productivos
para mujeres y prevenir el cáncer cérvico uterino y mamario,
así como incorporar la perspectiva de género en las políticas
públicas. (Con información de Cimac)