México D.F. Lunes 1 de noviembre de 2004
Una termoeléctrica de la CFE y refinería
de Pemex, las principales contaminantes
Salamanca, "al borde de un infarto ambiental", advierten
especialistas
MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Salamanca, Gto., 31 de octubre. Apenas se llega
a la ciudad y la bienvenida la da un fuerte olor que, para los pocos ambientalistas,
es el signo de que "Salamanca está al borde de un infarto ambiental",
provocado, según las autoridades locales, por las plantas termoeléctrica
de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la refinería
Antonio M. Amor, de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Salamanca
atraviesa por un serio problema de contaminación, por lo que es
considerado el más contaminado por bióxido de azufre, pues
concentra tres veces más que Guadalajara y el Distrito Federal juntos.
Todo el día el municipio presenta un olor fétido,
que provoca que gran parte de las personas presenten dolor de cabeza, garganta,
picazón de nariz y ardor en los ojos.
Si los niños tienen alguna actividad de educación
física no la hacen en el patio, además de que los maestros
han optado por tenerlos en los salones hasta terminar las clases.
Así estudian en el prescolar José Vasconcelos,
en la colonia Natividad, que se ubica a dos kilómetros de la termoeléctrica
de la CFE que, de acuerdo con las autoridades municipales, es el mayor
foco de contaminación, no sólo del municipio sino de la región.
La directora del plantel, Silvia Ramírez Garnica,
puso en marcha medidas para proteger a los niños de la contaminación,
que incluyen el uso de cubrebocas y reservas de pastillas para el dolor
de cabeza.
"Los niños se enferman mucho; vienen conmigo porque
tengo el botiquín, y llorando me dicen que les duele mucho la cabeza",
comenta la mentora.
Paola Ducoing, educadora del segundo grado de prescolar,
considera que el "enclaustramiento" de los niños al no poder salir
al patio ni al recreo, "ha generado cambios en la conducta de los alumnos,
pero ¿qué hacemos? El olor es insoportable, y eso que ya
estamos acostumbrados porque siempre huele así".
De acuerdo con el monitoreo de la calidad del aire, tan
sólo en octubre se ha rebasado hasta tres veces, en nueve días,
la emisión de bióxido de azufre, lo que ha obligado a las
autoridades a declarar desde julio pasado las fase de precontingencia,
y existe el riesgo de declarar emergencia en invierno.
El director general del Medio Ambiente Municipal, Miguel
Cordero Torres, explicó que el origen de las emisiones del gas "probablemente
consiste en defectos en los equipos e instalaciones de la CFE, principalmente.
Los vecinos que viven cerca de ese lugar afirman que esa situación
se está presentando en las instalaciones de la CFE. Humo negruzco
y grisáceo sale de una de sus dos chimeneas todo el día,
aseguran".
Tales emanaciones han provocado efectos en la salud de
los salmantinos, que se presentan en "falta de rendimiento de trabajadores,
estudiantes y de todos en general, y una importante baja en la productividad",
acotó.
Advirtió que el trabajo de verificación
de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección
Ambiental (Profepa), a cargo de Miguel Refugio Camarillo Salas, es lento
respecto a la atención que requiere el municipio.
"Nosotros tomamos la protesta de la ciudadanía
y la exponemos a la Profepa; veo que es lenta la acción, porque
hace algunos meses mandé unos documentos exponiendo el problema,
pero aún no hay solución. Salamanca no necesita ni de argumentos
ni de cuestiones técnicas, lo que necesitamos son soluciones antes
de que se presente alguna muerte", aseveró.
Agregó: "Los 250 mil habitantes de este lugar son
los censores de las molestias. Ellos son los termómetros
de lo que se siente, pero lo peor es cuando viene gente de fuera y dicen
que huele muy mal, que les duele la cabeza, que se sienten raros, pero
aquí muchas personas ya ni le dan importancia".
Sin embargo, 80 por ciento de la población tiene
su fuente de trabajo en las principales fuentes de contaminantes, ya sea
en la CFE, Pemex o en otras industrias donde se generan gases tóxicos,
como en Tekchem (que provocó una emergencia ambiental por una fuga
de malation el 12 de septiembre de 2000) o en la empresa Agroquímicos
de México.
En este municipio, enclavado en el corazón de Guanajuato,
se establecieron la refinería -en 1950- y la termoeléctrica
-en 1973-, "pero poco se hizo por la preservación del medio ambiente.
Nunca se invirtió en la reconfiguración de procesos ni de
combustión", denunció Gabriel Pérez, integrante del
movimiento Por un Salamanca Limpio.
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