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México D.F. Lunes 1 de noviembre de 2004
OTRA MIRADA A LA MUERTE
Nuestra cultura es nuestra resistencia, 147
imágenes en torno a las comunidades desplazadas
Jonathan Moller retrata el dolor y la esperanza de
los indios guatemaltecos
El trabajo, editado por Turner, requirió de 10
años de labor; ''el objetivo es sacar a luz la lucha de los pueblos
indígenas'', explica el autor Completan el volumen ensayos, prosa
y lírica
PABLO ESPINOSA
Las obras de Jonathan Moller rinden homenaje a los muertos
de la mejor manera: la que dicta la esperanza.
En una de sus imágenes, reunidas en el bello libro
titulado Nuestra cultura es nuestra resistencia. Represión, refugio
y recuperación en Guatemala, editado por Turner, dos hermanas
observan cómo exhuman los restos de su madre y sus cuatro hermanitos.
Un día de agosto de 1982, las hermanas vieron cómo soldados
del ejército ametrallaron a sus familiares. Ellas lograron escapar
y pasaron 14 años escondidas en las montañas con las CPR
(Comunidades de Población en Resistencia) de la Sierra, antes de
ser reasentadas en una nueva comunidad y pedir (más tarde) que se
exhumaran los restos de sus seres queridos.
En
otra de las fotografías de Moller observamos cómo la familia
prepara los ataúdes, poniendo cuidadosamente los huesos exhumados
y vestidos con ropas nuevas, y acompañados de textiles y otros objetos
en cajas sencillas de pino. Con mucho amor, gran respeto y dignidad preparan
los restos de sus seres queridos para la misa, velorio y entierro.
Vemos también el antes y el después, la
vida cotidiana, los afanes domésticos, los retozos en el río,
las risas, las caminatas, los ojos volcados al cielo. Un collar de abalorios.
Testimonios de perseverancia
Jonathan
Moller fotografió durante los últimos 10 años comunidades
desarraigadas por la guerra en Guatemala. Con el apoyo de Amnistía
Internacional, la Fundación Soros, Global Exchange, Nation Institute,
The Photo Review, Witness for Peace y Cultural Survival Quaterly, la editorial
Turner reunió, con el autor, 147 retratos en tritono, un prólogo
escrito por Rigoberta Menchú, ensayos breves de Ricardo Falla, Francisco
Goldman y Susanne Jonas, textos en prosa y en verso de Humberto Ak'abal,
Heather Dean, Julia Esquivel, Eduardo Galeano y Francisco Morales Santos,
así como testimonios y reflexiones de miembros de la comunidad guatemalteca
y de sobrevivientes, además de declaraciones de Eduardo Galeano,
el fotógrafo Sebastião Salgado y William F. Schulz, director
de Amnistía Internacional.
''El objetivo de este libro -explica Jonathan Moller-
es sacar a luz la lucha de los pueblos indígenas, mayormente mayas,
que fueron arrancados de sus tierras y aterrorizados durante la larga guerra
guatemalteca. Espero poder contribuir a la preservación de la memoria
histórica del pueblo guatemalteco con estas imágenes que
honran su perseverancia. Estas son historias de vida y muerte, de esperanza
y angustia, y de las luchas por sobrevivir, el respeto y la verdad. Estas
historias e imágenes no pueden quedarse escondidas detrás
de las paredes del miedo, el rechazo y la impunidad".
Los huesos de los muertos
Muchas de las fotografías de Jonathan Moller sobre
exhumaciones, ubica Francisco Goldman, fueron tomadas en Nebaj, región
del triángulo Ixil. Ese lugar fue escenario de numerosas masacres
y otras violaciones a los derechos humanos (abuso sexual, torturas, ejecuciones)
cometidas por el ejército de Guatemala a lo largo de 36 años
de guerra civil.
''Esa guerra, dirigida al principio contra la guerrilla
marxista, pronto se convirtió en una guerra contra el pueblo guatemalteco,
y se libró con mayor brutalidad en la década de los 80 contra
la mayoría maya y campesina del país. En 1996, el conflicto
armado terminó finalmente con las negociaciones de paz y en 1999
la comisión de la verdad patrocinada por la ONU acusó al
ejército de haber cometido actos de genocidio contra la población
indígena del país".
Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, escribe
en este libro: "Dicen que los huesos de los muertos no cuentan cuentos.
En muchos casos hablan por sí mismos, narran historias de dolor,
de violencia y de abusos. En Guatemala, cada cementerio clandestino encontrado,
cada osamenta rescatada de la madre tierra habla de pueblos arrasados,
de casas quemadas, de matanzas indiscriminadas, en resumen, de los crímenes
en contra de la Humanidad, del genocidio cometido por el ejército
en contra de la población indígena. De esto hablan las fotos
de Jonathan Moller. Pero también muestra otra faceta, la de la vida,
la de la esperanza, la de la redención, la de la reivindicación".
Cada momento captado por la cámara de Jonathan
Moller, apunta Rigoberta, ''pasa a la eternidad, pero también es
un aliento para el futuro. Es un elemento ilustrativo para las generaciones
futuras, para conocer un pasado lleno de oscuridad, pero que también
encierra esperanza, lucha y optimismo. La esperanza se ve en el trabajo
de la gente, en los rostros de los niños, en la construcción
de una vida mejor para todos".
Paisaje de esperanza
En
el libro de Moller, la esperanza deambula por las montañas preñadas
de neblina, se baña en el río, rejuvenece en las sonrisas
de los niños, crece en las labores duras, en las faenas y los trabajos
cotidianos de las mujeres. Sobre todo vive en las mujeres. Allí
anida siempre la esperanza.
Miradas, paisajes, inmensidades. El conjunto de fotografías
de gran formato que inunda de luz este libro conmovedor está cosido
a sus páginas con la prosa de Eduardo Galeano, con la poesía
de Humberto Ak'abal, con los testimonios de los indígenas. Y con
fragmentos tan contundentes como este verso de José Martí:
"La verdad una vez despierta, no vuelve a dormirse".
Y este poema de Julia Esquivel: "Cuando se tiene que beber
tanto dolor./ Cuando un río de angustia/ ahoga nuestra respiración./
Cuando se ha llorado mucho/ y las lágrimas brotan como ríos/
de nuestros ojos tristes,/ sólo entonces/ el suspiro recóndito
del prójimo,/ es nuestro propio suspiro".
O este otro de Ak'abal:
El último hilo
De la luz del día
Se arquea
Bajo el peso de la noche
Y no se rompe,
Se parece a la esperanza.
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Viento de tristeza
Humberto Ak'abal
Ese viento de tristeza
Que te sopló los ojos
Apagó tu mirada encendida.
¿Quién lastimó tu alegría?
¿Quién?
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