México D.F. Lunes 1 de noviembre de 2004
Se abre paso una izquierda que superó
cárcel, persecución, muerte y exilio
Miles de uruguayos salen a votar en un ambiente de
fiesta nacional
La pasión frenteamplista se desbordó en
Montevideo; tranquilidad en bastión blanco
STELLA CALLONI ENVIADA
Montevideo, 31 de octubre. Desde las primeras horas
de la mañana miles de uruguayos comenzaron a llegar a los centros
de votación, en el ambiente de la expectativa y entusiasmo que causaba
entre la población la posibilidad de que triunfara en primera vuelta
electoral la coalición de izquierda Encuentro Progresista-Frente
Amplio-Nueva Mayoría (EP-FA-NM), y el significado de un giro de
180 grados en la política uruguaya que esto implicaba. Ya en las
primera horas de la tarde se registraba 60 por ciento de votantes, y en
algunos lugares 90 por ciento de los inscritos había votado, pero
la sensación de triunfo en los frenteamplistas era indetenible.
Las elecciones para elegir presidente y vicepresidente,
diputados y senadores crearon una expectativa no sólo local sino
regional por la posibilidad de triunfo de una izquierda que acumuló
fuerzas durante años superando cárceles, persecuciones, muertes,
desapariciones y exilio. Mas de 300 dirigentes políticos y sociales
de la región llegaron aquí para festejar el triunfo, entre
ellos las Madres de Plaza de Mayo en sus dos versiones.
El
candidato de la coalición EP-FA-NM, Tabaré Vázquez,
votó en la mañana el barrio popular de La Teja, donde nació.
En la mayoría de las casas sencillas ondeaban las banderas azul,
rojo y blanco y la alegría de los pobladores no dejaba margen de
duda de que el barrio todo era frenteamplista. Su principal rival, Jorge
Larrañaga, del Partido Blanco -quien insistió en esos momentos
en que habría segunda vuelta- fue a votar al Paysandú, a
378 kilómetros de esta capital. El tercero en la disputa, Guillermo
Stirling, lo hizo en esta capital, donde se le vio resignado y mencionó
que el tiempo había jugado en su contra, aunque muchos analistas
estiman que el gobierno del presidente Jorge Batlle y el ex gobernante
Julio María Sanguinetti, con su macartismo de los últimos
días, habían dejado sin aire al hombre elegido por el oficial
Partido Colorado. Esta ha sido la mayor derrota en su historia.
Las elecciones se desarrollaron en absoluta tranquilidad
y en un clima festivo, donde el ir y venir de banderas llevadas en automóvil
o agitadas por la gente que caminaba desde distintos lugares hacia el centro
ya desde media tarde para estar a la hora del festejo, parecía una
escena de película de otro tiempo. Emocionante era ver los carritos
de los juntadores de cartón y papel, engalanados con banderas siempre
agitadas al viento.
Ganó en las calles antes que en las urnas
Antes de las urnas el Frente Amplio había triunfado
en las calles.
Era imposible detener la pasión frenteamplista
desbordada desde hora temprana. Habían esperado 33 años desde
la creación del FA en febrero de 1971 y tejido laboriosamente una
serie de uniones que al paso del tiempo y después del final de la
dictadura comenzó a dar sus frutos, y ya desde 1989 se había
comenzado a instalar con presencia creciente esta tercera fuerza política
que terminaría en estas horas con el bipartidismo que gobernó
el país en toda su historia.
En un momento, al caer la tarde el ex dirigente tupamaro,
José Pepe Mujica, quizá la figura más popular
en estos comicios, pidió que se calmaran las caravanas de autos
para no impedir que llegaran a los centros de votación los más
atrasados electores, en su mayoría los más jóvenes.
La Jornada estuvo en barrios como El Cerro, tradicional
reducto de los trabajadores uruguayos -en tiempos en que había trabajo-
y con una larga tradición de lucha donde el Frente Amplio cuenta
con 90 por ciento de los votos en favor. Era indescriptible el entusiasmo
de los pobladores. En San José, a unos 93 kilómetros de esta
capital, reducto blanco de toda la vida, las elecciones transcurrían
en una tranquilidad de siesta, aunque a veces interrumpida por el colorido
paso de automóviles o de personas que iban agitando banderas. Allí,
en el comité frenteamplista esperaban aumentar su votación
en estos comicios, y se veían muchos jóvenes incorporados
a la coalición de izquierda. En los 19 departamentos en que se divide
el país, y sin incidentes importantes, todo era fiesta.
Tabaré Vázquez luego de votar envió
un saludo especial al gobierno argentino. "Fue la república Argentina
la cuna que recibió a cientos de miles de uruguayos que no teniendo
trabajo o posibilidad de una vida digna en Uruguay, recurrieron al país
hermano que los recibió con mucho amor", afirmó Vázquez.
Allí ratificó también lo que había
manifestado en la conferencia con un grupo de enviados y corresponsales
el viernes pasado señalando que si ganaba su gobierno iba a "extender
una mano fraterna a todos porque para construir el Uruguay del futuro".
Sanguinetti y su "clima particular"
En tanto, el ex dos veces presidente Julio María
Sanguinetti, que fue muy criticado aquí y en el exterior por acciones
calificadas como guerra sucia contra el EP-FA-NM, intentó
instalar una sensación de "clima particular" denunciando que hubo
piquetes (grupos de personas) hasta las tres de la mañana
en las salidas de Montevideo que impedían el traslado de camiones
que conducían a personas que iban a votar al interior del país.
Esto fue interpretado como una actitud "provocadora y
lamentable".
Aun en medio del festejo todos los dirigentes con que
habló esta enviada manifestaban que al futuro gobierno le espera
una dura tarea para responder a las prioridades, a los retrocesos del país
fundamentalmente en lo social y económico. Las 37 listas al Senado
y 505 listas para la Cámara de Diputados, distribuidas entre todos
los lemas y sublemas en muchos casos de los mismos partidos, atrasaron
sin duda el conteo.
Uruguay dio un ejemplo por el nivel de politización
de su gente, su sentido del respeto por las reglas del juego democrático.
En este país se respira un aire difícil de encontrar en el
resto de América Latina.
Otra historia ha comenzado aquí al igual que para
Brasil, Argentina, Paraguay, Chile y Venezuela, esto es otro paso inestimable
para el proyecto de unidad continental que se teje con tantas dificultades
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