DESDE EL OTRO LADO

Arturo Balderas Rodríguez

El drama continúa

MAÑANA SE DEBERIA escribir el último capitulo de la novela de terror en que se convirtieron las elecciones más disputadas en la historia de Estados Unidos. Por si no hubiera suficiente azufre en el ambiente, Bin Laden ha hecho su aparición para complicar aún más las cosas. Nadie sabe con exactitud cuál de los candidatos beneficiará de su más reciente apología sobre el terror. Pero es seguro que pasarán días o semanas antes de que se conozca con certeza el desenlace de este drama.

EN VARIOS ESTADOS hay dudas sobre la legalidad del proceso electoral, y por ello un ejército de abogados de ambos partidos y de organizaciones independientes está preparado para dar la batalla legal en donde sea necesario. Los estadunidenses ya no son ajenos a los litigios electorales y tienen serias dudas sobre la efectividad de su sistema electoral, cuyas grietas son cada vez más difíciles de resanar. Hay temor de que el alud de demandas hará palidecer a lo sucedido en Florida hace cuatro años. Los litigios ya empezaron y los juzgados, no las urnas, son los sitios en los que se está decidiendo el futuro político del país.

EN OHIO SE ENVIARON 75 mil boletas de votación similares a las que se usaron en Florida hace cuatro años. Están diseñadas en tal forma que los votantes pueden fácilmente confundirse y votar equivocadamente por el candidato no deseado o anular su voto. Ahí mismo el Partido Republicano ha solicitado a un juez la suspensión en los derechos de voto de por lo menos 35 mil personas pertenecientes a sectores minoritarios por considerar que había errores en sus hojas de registro. En Nevada se interpuso una demanda similar que afectaría a 17 mil votantes. En Wisconsin se intentó invalidar el derecho de voto de cientos de estudiantes universitarios, argumentando que aunque estudian no residen ahí. En el estado de Florida nuevamente hay la posibilidad de que sean eliminados de los registros de votación miles de personas por errores en sus hojas de registro. Ahí también hay serias dudas sobre la confiabilidad de las pantallas digitales que se instalarán para la votación. Demócratas y republicanos se acusan mutuamente de fraude en el registro de nuevos votantes. La lista de reclamos es larga y la prensa da cuenta de estos problemas diariamente. Hay quien piensa que con estas estratagemas se pretende desalentar la intención del voto, principalmente entre las minorías.

NO OBSTANTE, SE ESTIMA que votará más de 55 por ciento de los estadunidenses registrados, lo que es un récord para un país con alto índice de abstencionismo. Lo cierto es que la moneda continúa girando y casi nadie es capaz de hacer un pronóstico serio sobre quién ganará las elecciones. Se cree que serán los cientos de miles de nuevos votantes, que por cierto las encuestas no detectan, los que pueden marcar la diferencia, y la opinión general es que en su mayoría votarán por el senador Kerry.

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