REDES PELIGROSAS | 1° de noviembre de 2004 |
El impulso a la formación de redes de atención médica, controladas por compañías privadas de seguros, abre un frente en el debate sobre el futuro de la seguridad social en México. Por un lado, existe el riesgo de que el enfermo sea visto como rubro de gasto donde se pueden reducir costos, o bien, que gremios enteros, que ahora cotizan en el IMSS, prefieran contratar servicios médicos de manera independiente. Ricardo Blanco Velázquez La novedad de la medicina privada en México son las "redes de médicos" y los servicios prepagados, que impulsan compañías de seguros en un entorno de creciente participación privada en la prestación de servicios de salud. El fenómeno ha sido impulsado por la autorización gubernamental para que 12 empresas puedan ofrecer seguros de salud y la posibilidad de que los gastos de este tipo sean deducibles de impuestos. El poco tiempo transcurrido desde que esas 12 compañías privadas obtuvieron a lo largo de este año autorización para ofrecer seguros de salud no permite conocer datos definitivos. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportó que estas empresas tienen una cartera aproximada de 200 mil asegurados y unas primas cercanas a 650 millones de pesos. Para el sector asegurador, la perspectiva de crecimiento de los seguros relacionados con la salud, que van más allá de las pólizas por gastos médicos mayores, deriva del mayor gasto de las personas en contratar este tipo de servicios; de la posibilidad de deducción fiscal; la oficialización de la estructura para conformar y operar las Instituciones de Seguros Especializadas en Salud, (ISES). En México, el número de personas que ha contratado seguros de gastos médicos creció 75 por ciento en seis años y la tendencia aumenta, al punto de que se espera se duplique el actual número de usuarios en menos de cinco años. "Pocas personas se interesan en contratar un seguro, lo cual guarda relación con la falta de información y hábito para hacerlo, y se asocia con los costos económicos de este servicio", comenta la diputada Maricela Contreras, integrante de la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, quien ha participado en el debate sobre las reformas al sector. Un reporte del Banco Mundial divulgado en la tercera semana de octubre de este año, en el que se analiza el gasto público en México, establece que los recursos fiscales dedicados al rubro de salud son bajos, de acuerdo con estándares internacionales. Este hecho, abre la expectativa de crecimiento del negocio privado de prestación de estos servicios y aquí es donde entra en escena el tema de las redes médicas y los servicios prepagados. El punto que critican los especialistas es que la salud por sí misma suele ser desplazada como objetivo principal y prevalece la búsqueda de ganancia financiera. Las redes de médicos trabajan para las compañías de seguros y ello afecta los servicios que recibe el paciente, no siempre en beneficio de la calidad y la oportunidad. De hecho, de la falta de capacidad del sector público para prestar servicios de salud surgió la oportunidad de crecimiento del campo privado. Las llamadas ISES tienen entre sus objetivos ser alternativa de atención a los servicios que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social, como señala la AMIS. Existe un universo de personas empleadas en el sector privado que están en posibilidad económica, ya sea de manera directa de sus ingresos, o bien sus empresas como una prestación, de pagar una cantidad por servicios médicos. Las ISES son una opción tanto para las empresas por los impuestos como para los derechohabientes que buscan un mejor servicio, e incluso para quienes trabajan por su cuenta. Riesgo: algunos de los gremios con las aportaciones más elevadas al IMSS, como los pilotos, telefonistas, mineros o trabajadores de las industrias automotriz o minera, podrían optar por dejar el IMSS y utilizar los servicios de estas redes privadas. Esto alteraría de manera significativa las finanzas de esa institución y todo el esquema de la seguridad y la salud públicas en el país § |
¿CAMINO AL DESASTRE?
José Juan
Ortega Cerda, cardiólogo de prestigio internacional, ha
documentado los
efectos de la participación de intermediarios privados en los
servicios
médicos. Especialista del Hospital Angeles, integrante de la Academia Mexicana de Bioética y profesor de la Universidad Lasalle, admite que las compañías de seguros deben obtener una ganancia. Pero asegura que ésta debe ser legítima y no a costa de la salud del paciente y su relación de confianza con el médico. P. ¿Qué opina acerca de los modelos de medicina prepagada que se han tratado de establecer, por ejemplo, en Estados Unidos, parte de Europa y Colombia? R. La medicina prepagada es y ha sido un asunto riesgoso. En Colombia y Estados Unidos propició un desastre. Creó una medicina de muy baja calidad con poca satisfacción de los requerimientos de la salud y una grave frustración vocacional en la medicina privada. P. ¿Sería un error que las compañías de seguros aplicaran un modelo de medicina prepagada en México? R. Todos los intentos de las compañías de seguros por implantar aquí ese modelo han fracasado. Ojalá no se establezca, porque, desde mi punto de vista, sería desastroso. Este modelo ya está superado y quedó demostrado que no es viable para ningún país. P. ¿Qué tipo de servicios médicos necesita una sociedad como la mexicana? R. Necesitamos una medicina moderna, con todas sus ventajas maravillosas, hecha para la atención y servicio del enfermo, para resolver los problemas del paciente. La única manera de lograrlo es que se respete la relación médico-paciente basada en la confianza y la libre elección del médico por el paciente y en la libertad de acción por el médico. Así de simple. P. ¿La modernidad de la medicina atropella la relación médico-paciente? R. No la debe atropellar, porque si echa a perder esta esencia, la medicina podrá ser todo lo tecnificada del mundo, pero será de muy mala calidad, no resolverá problemas de salud y causará muchas dificultades prácticas y legales, como está ocurriendo en países donde una medicina está hecha para el negocio o diseñada para la defensa en una demanda legal. P. ¿Las pólizas de seguros médicos llegaron para quedarse? R. Es cierto. Por ello todos debemos aprender a funcionar juntos. Es necesario caminar por un solo sendero que nos lleve a encontrar la mayor cantidad de coincidencias, de tal suerte que el paciente se beneficia, la compañía gasta menos dinero y el doctor gana lo justo. P. ¿Y las redes médicas que vigilan la aplicación de las pólizas de gastos médicos mayores (SGMM) de las compañías de seguros? R. Todas las redes médicas de las compañías que funcionan en los hospitales privados del país representan un grave problema para los usuarios (doctor-paciente) de la medicina moderna. P. ¿A qué se refiere concretamente? R. Sigue siendo un grave error no permitir la libre elección del médico por el paciente. Además las compañías de seguros no deben actuar como si pagaran por un servicio medido con taxímetro, por días de internamiento, sino por procedimiento. Es decir, deben pagar por la atención global de un problema de salud § (RBV) |