Asegura que no serán afectados con recortes de concretarse la reforma al 122

López Obrador: garantizados, servicios y programas sociales

Reducir el gasto corriente y liberar fondos para la inversión pública, la fórmula para tener finanzas sanas, indica Luego de 10 meses de ataques, "aquí estamos, gozando de cabal salud"

AGUSTIN SALGADO

La fórmula para que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) cuente con finanzas sanas consiste en reducir el gasto corriente y liberar fondos para la inversión pública, ya que de esta manera se generan empleos al tiempo que se eliminan gastos improductivos, sostuvo el mandatario capitalino, Andrés Manuel López Obrador.

Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador informó que en los cuatro años que van de su administración el índice de ahorro es cercano a los 18 mil millones de pesos, y diariamente el GDF recauda alrededor de 100 millones de pesos en impuestos.

Afirmó que la forma como se han manejado los recursos públicos durante su administración garantiza la continuidad de los programas y los servicios en 2005, sin importar lo que suceda con la propuesta de reforma al artículo 122 constitucional, que en caso de ser aprobada por los congresos estatales significaría un recorte de miles de millones de pesos para el Distrito Federal.

"No podemos hablar todavía de ajustes ni de recortes, porque no sabemos cómo van a quedar las cosas. Pero sí vuelvo a decir que no se van a recortar los programas de desarrollo social; van a seguir los apoyos a adultos mayores, las becas para discapacitados pobres, el programa de vivienda, la atención médica, los medicamentos gratuitos para los que no tienen seguridad social. Todo eso va a continuar, está blindado ante cualquier circunstancia", aseguró.

Agregó que también se van a seguir ofreciendo los servicios públicos indispensables: recolección de basura, suministro de agua, drenaje, repavimentación y alumbrado público. Respecto del techo de endeudamiento por mil 700 millones de pesos que se le autorizó al GDF, López Obrador adelantó que esos recursos se invertirán en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, tanto para su mantenimiento como en la adquisición de nuevos trenes.

El jefe del Ejecutivo local refrendó su compromiso de campaña de no incrementar los impuestos en términos reales.

En otro orden de ideas, calificó a 2004 como el año "de la campaña permanente" en contra de la administración que encabeza, y no descartó que en los dos meses que restan haya más ataques. "Ha sido una tras otra, este año es muy especial, porque es el año de la campaña permanente, del plan de ataque contra el gobierno de la ciudad".

Enseguida hizo una "cronología de golpes": Paraje San Juan, el Nicogate, los videoescándalos, El Encino y la reforma al 122. "Están muy nerviosos, porque a pesar del plan de ataque, ya se han cumplido 10 meses del año y no nos han podido tumbar". Argumentó que la honestidad es lo que lo hace "políticamente indestructible", además de mantener los principios. "Se reían cuando hablábamos de que cuando se tienen principios, cuando se tienen ideales, cuando no nos mueve la ambición por el dinero, la ambición de poder por el poder, se es o se puede ser políticamente indestructible, y ya ven cómo lo interpretaron (...) los videos fueron como una prueba de ácido, pensaron que nos iban a derrumbar, que nos íbamos a desbarrancar, y se lanzaron con todo, pero aquí estamos, gozando de cabal salud, y ya no voy a decir que no le han quitado una pluma a nuestro gallo, porque no les gusta que yo diga eso, pero es una muy buena manera de transmitir un estado de ánimo".

Por último, el mandatario local dijo no temer a la verdad y que lo más sano es que el ex líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, René Bejarano, revele todo lo que sabe sobre las relaciones de complicidad que Carlos Ahumada Kurtz estableció con políticos perredistas, pero evitó referirse a la supuesta relación entre Carlos Salinas de Gortari y Rosario Robles Berlanga. Unicamente afirmó que durante su campaña electoral la relación que mantuvo con la entonces jefa de Gobierno fue "normal, como cualquier otra" y nunca recibió "recursos gubernamentales ni de particulares" para sus tareas proselitistas.