México D.F. Sábado 30 de octubre de 2004
Gustavo Leal F. *
Después de Ciudad Juárez
Repitiendo la estrategia mediática de Santiago Levy para intentar hundir al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y destruir su contrato colectivo, ahora resulta que también el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) está "ahogado" por sus pasivos laborales. Ellos equivalen, se dice, a cuatro veces la deuda externa (3.4 billones de pesos). ƑQuién los calculó? Coincidentemente, la misma consultora que trabajó para Levy: Hewitt Associates.
Los datos de esa valuación actuarial revelan que del fondo de pensiones del ISSSTE sólo quedan 120 millones de pesos; suma que apenas alcanza para cubrir día y medio del gasto anual en jubilaciones y pensiones. Así que de 45 años de cotizaciones de sus afiliados, sólo aparecen unos cuantos milloncitos. ƑY el resto? ƑSe esfumó? ƑAcaso los funcionarios priístas que antecedieron a Vicente Fox dispusieron de esos recursos? ƑLos malversaron? ƑDónde están? Para no comportarse como Levy, alguien debe explicar esta misteriosa "bancarrota".
Pero saltando ese tenebroso pasado, Fox optó por "festejar" el 45 aniversario del ISSSTE llamando -con timidez, aunque presumiendo unos "intensos diálogos" que jamás han acontecido- a emprender una invisible "reforma integral" del instituto.
Sin la presencia de Joel Ayala, dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, y emulando a Levy, Fox argumentó la urgencia de "fortalecer y modernizar los servicios médicos, infraestructura y equipamiento hospitalario para garantizar servicios de calidad".
Lamentablemente las propuestas unilaterales diseminadas por el Banco Mundial, la Secretaría de Hacienda, la Conferencia Nacional de Gobernadores y el director del instituto, Benjamín González Roaro -en su calidad de "representante" plenipotenciario de la "maestra" Gordillo-, aún no definen los contenidos médicos por "reformar". Tanto así, que el funcionario del ISSSTE Pedro Vázquez Colmenares cree que en la "reforma" médica se aguarda "crear un seguro de salud que asuma las obligaciones futuras y cuantifique los gastos por financiar".
En realidad, el único objetivo definido de la "reforma" foxista consiste en trasladar al sistema de las administradoras de fondos para el retiro (Afore) a los más de 2 millones de trabajadores afiliados al ISSSTE, sin siquiera haberlos consultado. Prueba de ello es que en otro festejo, el décimo aniversario de la Consar, Fox sostuvo que "debemos servirnos del modelo para extender este esquema a otros sectores y tener un sistema único de pensiones eficiente y moderno".
En el mismo evento, Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, también apostó por la "privatización de las pensiones", porque el "diagnóstico apunta en una dirección inequívoca: la creación de un sistema nacional con base en cuentas individuales y una pensión mínima garantizada".
Sólo faltaba que el afamado subsecretario Alonso García Tamés repitiera su manido evangelio apocalíptico: la deuda del ISSSTE equivale "a 45 por ciento del producto interno bruto. Es insostenible. Reformar los sistemas públicos es una responsabilidad histórica impostergable". Pese a lo cual, este "conocedor" de los mercados financieros (desde el Banco de México) acepta que actualmente no existen condiciones para que el Congreso apruebe la iniciativa de reforma que ya elabora el Ejecutivo. "šNo tenemos un plan B!"
El "clima propicio para concretar acuerdos", invocado por Fox en la conmemoración del día del trabajador del ISSSTE, no ha pasado por aquellos que laboran en el instituto y los 220 sindicatos que lo integran.
Frente a este panorama, cualquier proyectito de "reforma" debe consultar primero a los trabajadores, no para que sean "escuchados" -como mal entiende Fox los "intensos diálogos"-, sino para que ellos decidan el destino de sus fondos de pensiones, y en todo caso, ahí sí, escuchando los puntos de vista de Fox y sus tecnócratas unidimensionales.
Antes de precipitarse a aplicar el esquema Afores al ISSSTE, Fox está obligado a ordenar una auditoría profunda al instituto y evaluar el impacto de la "reforma" que Zedillo impuso al IMSS en 1997.
Como señala la diputada Concepción Castañeda, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, "los derechos laborales son irrenunciables y el sistema de pensiones solidario es perfectible, pero conlleva un rango de justicia que no tienen otros sistemas".
Por algo la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ya anuncia un "plan táctico para detener la reformas a la Ley del ISSSTE, cerrando todas sus delegaciones", y la UNORCA exige una "política social de Estado diferente a la actual, para otorgar a todos los campesinos el seguro social".
Así, entre amenazas de paro de los empleados de la Secretaría de Agricultura-Guerrero y en el Politécnico Nacional; peticiones de "diálogo" del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en el estado de México; protestas del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y exhortos de los diputados de la Comisión de Seguridad Social para que se incremente el presupuesto del ISSSTE, señor Presidente, hay que empezar predicando con el ejemplo.
Las movilizaciones, protestas aún más fuertes y planes de acción del magisterio (oficial y disidente) para todo noviembre están a la puerta.
Para evitar que su "reforma" del ISSSTE termine en la de Zedillo y Levy en el IMSS, y como ni Hacienda, González Roaro ni Joel Ayala han "dialogado" todavía con nadie, Ƒcuándo dará usted el pistoletazo de salida al "amplio y democrático proceso" que ofreció al celebrar el 45 aniversario del ISSSTE? * Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
|