Destacados de los juegos del 68 y antes, en espacio aledaño al gimnasio Juan de la Barrera

Glorias del deporte mexicano, en el primer Salón de la Fama Olímpico

No se trata sólo de ganar medallas a como dé lugar, sino de superarse, dijo Javier Ostos Mora

ABRIL DEL RIO

Los ojos de muchas glorias del deporte de antaño se vidriaron al encontrarse y escuchar sus nombres en el homenaje con el que ayer se inauguró el Salón de la Fama de Deportistas Olímpicos, en un área aledaña al gimnasio Juan de la Barrera.

Joaquín Capilla no participó en los Juegos de México 68, pero igualmente el máximo medallista mexicano fue considerado en la primera generación del Salón de la Fama, instalado de manera provisional en la Casa de la Cultura Física y Deporte, también primero en su tipo en el país.

Ante la convocatoria de Fadlala Akabani Hneide, jefe delegacional en Benito Juárez, quien dejó de lado su discurso previamente escrito para improvisar un mensaje, acudieron más de cuarenta destacados del deporte, que al volverse a ver recordaron las glorias, inclusive de los ya fallecidos, algunos de los también ex clavadistas Juan Botella, bronce en Roma 60, y Alvaro Gaxiola, plata en México 68.

Especial emoción despertó el nombre de Mario Tovar Velázquez, considerado el padre de las disciplinas acuáticas en el país. Fue entrenador nacional de clavados de 1948 a 1972, aunque también asistió a los seleccionados de natación y nado sincronizado.

El gran ausente fue Felipe Muñoz, único campeón mexicano en natación, aunque también fueron reconocidos María Teresa Ramírez, bronce en 800 metros en aquellos juegos mexicanos; Guillermo Echevarría, el único que ostentó un récord mundial, así como el estadunidense Ronald Johnson, técnico que dirigió al equipo olímpico nacional.

"šHey, déjame saludar a las morras!", exclamó el bajacaliforniano César Osuna, miembro del equipo de volibol que se ubicó en el décimo puesto en la justa veraniega.

Y es que muchas de ellas, Blanca García, Carolina Mendoza, Yolanda Reynoso, María del Carmen Rodríguez, Patricia Nava, Eloísa Cabada, entre otras, que lograron el séptimo puesto en el torneo olímpico, se hicieron presentes con la misma gallardía de aquel entonces, acaso con la diferencia que a la imagen dan los años.

También fueron reconocidos en el rubro del periodismo nacional la legendaria Alicia Pineda y Jorge Coria (qepd), y Javier Ostos Mora como dirigente del deporte nacional, primer mexicano en presidir una federación deportiva mundial, la de natación.

Desde su silla de ruedas exhortó a los homenajeados a no abandonar la memoria de sus logros para las generaciones futuras pero, sobre todo, a inculcarles que "el deporte no se trata sólo de ganar medallas a como dé lugar, sino de superarse en todas las actividades que lo rodean, de cultivarse".

El Salón de la Fama, consistente en fotografías, placas y algunos documentos, fue colocado a manera de exposición en la instalación olímpica (adjunto al Juan de la Barrera y entrada por División del Norte), y permanecerá ahí hasta el 1Ɔ de diciembre, pues será reordenado en esa misma Casa de la Cultura Física del Deporte, donde también fue habilitada una zona de filatelia olímpica.