La cantante agradeció al público tabasqueño por conectarse con su historia

Julieta Venegas y el eclipse de luna cautivaron en el Festival Cultural Ceiba

MARIANA NORANDI

Villahermosa, Tab., 28 de octubre. Este miércoles, la cantante Julieta Venegas se presentó por primera vez en Tabasco dentro del Festival Cultural Ceiba que se está llevando a cabo en la ciudad de Villahermosa. El concierto se realizó en el Teatro al aire libre del parque La Choca y tuvo una asistencia multitudinaria de más de 6 mil personas, en su mayoría jóvenes. Este espectáculo es parte de una gira que la cantante está realizando por México para promocionar su más reciente producción discográfica, Sí, y que continuará fuera de nuestras fronteras, en países como Costa Rica, Colombia, Perú y Chile.

Minutos antes de su presentación, Venegas se dirigió a la prensa en donde expresó la buena aceptación que Sí está recibiendo entre el público: "Es algo que no me esperaba. En este trabajo yo quería hacer un disco personal, que reflejara el momento que estoy viviendo. Canciones emotivas que pudiera cantar con una guitarra sola o en la regadera. Era como un experimento, en un momento que me sentía relajada y abierta a otros estilos de música, en el que quería contar mi historia a la gente. A diferencia del disco anterior, que me hablaba a mí misma, en éste quería decirle a la gente lo que sentía. Ahora veo que el público conectó con mi historia y, cuando cantan mis canciones en los conciertos, se vuelve algo mágico".

Cuando han transcurrido siete años desde que lanzara su primera producción discográfica, la cantante definió sus diferentes momentos musicales calificando sus tres álbumes: "el primer disco, Aquí, fue el hijo tímido, eran canciones que había hecho para mí sin pensar en grabarlas; el segundo, Bueninvento, fue como el rebelde, un momento en que me ponía a escribir y me salían canciones duras, de enojo; y el tercero, Sí, es como el hijo buena onda, el positivo. Por eso, para conocerme bien, hay que escuchar los tres porque en cada uno reflejo un aspecto diferente de mi personalidad".

Tras quince minutos con la prensa, la cantante se dirigió al escenario vestida con una blusa blanca y negra, pantalón negro y zapatos de tacón rosas. Acompañada de cuatro músicos, su aparición en el escenario coincidió con el inicio del eclipse de luna, por lo que la gente iba mirando el escenario y el cielo, donde se podía apreciar claramente, y de manera espectacular, el movimiento astral.

El concierto, que tuvo una duración de 80 minutos, se centró básicamente en los temas de su más reciente disco, siendo las más coreadas Lento y Andar conmigo. También interpretó canciones muy mexicanas, como El listón de tu pelo, de Los Angeles Azules; Siempre en mi mente, de Juan Gabriel; La jaula de oro, de Los Tigres del Norte; Serenata sin luna, de José Alfredo Jiménez, o El triste, de José José, con la cual se despidió justo cuando la sombra de la Tierra había cubierto totalmente la luna.

En su propia voz

Julieta Venegas se encontró en Villahermosa ante un público ávido de recibir y disfrutar buenos espectáculos. Una juventud que la admira, compra sus discos, pero que tiene pocas oportunidades de escuchar en vivo a los cantantes que admiran. Muchos de ellos nos dieron su opinión a la salida del concierto:

Edgar Zárate, 11 años: "Me gusta su forma de cantar porque no es como otros que se quedan sentados y no se acercan al público. Julieta, si pudiera, vendría aquí y platicaría con nosotros. Me gustaría tener una foto de ella para ponerla en mi cuarto" (y de inmediato se dirigió a un fotógrafo de un diario local al que le pidió que le enviara una placa a su correo electrónico, por lo que el reportero se sintió comprometido, por aquello de las exclusividades periodísticas...).

Lourdes Martínez, 33 años: "Me gustan las letras porque me identifico mucho con lo que dice, cuenta cosas que me han pasado y, a veces, me siento protagonista de sus canciones".

Braulio Angulo, 19 años: ''Hace una súper fusión, un concepto de música prendida que acompaña con letras muy buenas, nada vacías. Me gusta cómo maneja el escenario, ese toque pícaro mezclado con esa mirada infantil que hace que sea un diablillo allí arriba".