México D.F. Viernes 29 de octubre de 2004
Vázquez Mota lamenta que en la región
se confíe más en Iglesia y tv que en partidos
En Latinoamérica muchos aceptarían una
dictadura si les garantiza empleo
AFP
Biarritz,
28 de octubre. Los latinoamericanos confían más en la
Iglesia y la televisión que en los partidos políticos que
los representan, lamentó este jueves Josefina Vázquez Mota,
secretaria mexicana de Desarrollo Social, subrayando que la democracia
en la región pasa inevitablemente por el empleo, la salud, la equidad
social y la justicia.
Presente en la apertura del quinto Foro Europa-América
Latina, que se celebra jueves y viernes en Biarritz (suroeste de Francia),
la funcionaria insistió en la necesidad de que los gobiernos concilien
sus objetivos sociales y económicos, pues son "dos caras de la misma
moneda".
Al mismo tiempo, consideró que la legalidad es
condición indispensable para superar la pobreza, ya que los menos
favorecidos son las primeras víctimas de la falta de transparencia,
la corrupción y los tratos diferenciados.
-¿Qué significa democracia en América
Latina?
-En otros países del mundo, democracia tiene que
ver con libertad, pero en América Latina, según un reciente
estudio, es una palabra más vinculada con empleo, medicamentos,
seguridad social o certeza jurídica. El primer objetivo de la democracia
es cerrar las brechas de desigualdad con otros países, pero también
dentro de nuestro propio país. Es una pena que en América
Latina haya democracias muy jóvenes, pero 40 por ciento de los ciudadanos
ya no cree en la democracia y no acude a votar.
-¿Existe en América Latina una decepción
creciente de los ciudadanos hacia sus gobernantes?
-El gran reto de nuestros gobiernos es devolver a la ciudadanía
la esperanza y la confianza en una clase política que ha perdido
su credibilidad. Muchos latinoamericanos sacrificarían la libertad
de un régimen democrático por una dictadura que les garantice
un empleo. En México, por ejemplo, 18 por ciento de los ciudadanos
cree en los partidos políticos y 38 por ciento en la televisión.
Y la solución para dar la vuelta a esta tendencia son la justicia
social, la igualdad, la legalidad, y la transparencia, que son principios
de toda democracia.
-¿Cuál es la vinculación entre legalidad
y pobreza?
-En países como México, vemos con preocupación
que no hay una clara vinculación entre la importancia de una cultura
de la legalidad y la superación de la pobreza. La legalidad tiene
que ver con
la transparencia del Estado, con la rendición
de cuentas o el trato igual a toda la ciudadanía. Está claro
que cuando no se respeta, la infracción de la ley la sufren los
más pobres, el tejido social se desintegra y las brechas de desigualdad
de las que antes hablaba son más preocupantes.
-¿Considera que en América Latina se aplican
las medidas correctas para combatir la pobreza?
-Cuando revisamos el mapa de América Latina vemos
que abundan prácticas fáciles que no resuelven el problema
de la pobreza, porque no atacan a las causas del mal, son insostenibles
en el tiempo y agravan las diferencias entre ricos
y pobres. Este no es el camino. No quiero poner nombres,
pero creo que estas políticas se multiplican en nuestra región
y
es urgente dar verdaderas respuestas.
-¿Las relaciones de México y Estados Unidos
cambiarán dependiendo del vencedor de las elecciones del 2 de noviembre?
-Como dijo el presidente Vicente Fox, creemos que sea
cual sea la decisión de los votantes de Estados Unidos, nuestra
agenda no variará en las cuestiones migratorias y en la relación
estratégica con Estados Unidos. Es verdad que la cuestión
de la migración no ha sido central para ninguno de los dos candidatos.
Nos hubiera gustado que se tratara con más vigor, porque los latinos
son hoy actores laborales, políticos y sociales fundamentales en
Estados Unidos y no pueden quedarse al margen.
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