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México D.F. Viernes 29 de octubre de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
Torres gemelas
El asesinato de Carrillo, detonador
La Palma, abdicación del Estado
El 2006 en la ruta del dinero oscuro
EL 11 DE SEPTIEMBRE de este año fueron atacadas las torres gemelas del narcotráfico sinaloense: ese día fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de Amado, el mítico Señor de los Cielos y, en esa misma fecha, al saberse que un comandante policiaco local era el principal guardaespaldas del ejecutado, quedó constancia pública del contubernio entre autoridades estatales y jefes del narcotráfico. El doble golpe pareció abrir posibilidades de triunfo al candidato del PAN a gobernar, Heriberto Félix Guerra, casado con Lorena, una de los 10 hijos del extinto Manuel J. Clouthier. La percepción de que sería posible derrotar el proyecto de continuismo que Juan S. Millán coordina a favor de Jesús Aguilar Padilla se incrementó con la insólita publicación de desplegados en El Debate y Noroeste llamando primero a negar el voto al "candidato del narcotráfico", hasta entonces innombrado, y luego señalando abiertamente a Aguilar Padilla como corrupto y acusándolo de tener relaciones con narcotraficantes. Los escritos fueron firmados por una fantasmal Alianza Cívica y por José Luis Lizárraga Quintero y Juan Manuel Mendoza como responsables.
PERO EL ESTRUENDO y la polvareda de aquel 11 de septiembre se han extendido por todo el país, en una agitada historia de venganzas mortales entre los dos bandos en guerra: el cártel de Juárez, que busca castigar el asesinato de Rodolfo Carrillo, y la alianza ejecutora de éste, en la que participan El Chapo Guzmán y los hermanos Arellano Félix. La dimensión de la crisis desatada alcanzó incluso al penal presuntamente de máxima seguridad, La Palma, antes conocido como Almoloya, donde, para dar muestra de lo que en realidad sucede dentro, un interno (en presencia de Mario Aburto) mató con arma de fuego a Miguel Angel Beltrán, apodado El Ceja Güera. El Estado mexicano hubo de admitir su incapacidad para controlar un espacio estratégico como sería la citada prisión, al grado de organizar el traslado de un grupo de presos peligrosos de La Palma, controlada por Osiel Cárdenas, a otro penal de supuesta seguridad extrema, Puente Grande, de donde El Chapo Guzmán se fugó tranquilamente a principios de este sexenio y donde Luis Palma, El Güero, ejerce funciones de gobernante sin nombramiento. La fuerza de combate de los grupos narcotraficantes en pugna es tal que el Ejército hubo de detener a otro personaje hasta entonces desconocido, Carlos Rosales Mendoza, alias El Tísico, quien entrenaba en Michoacán a medio centenar de personas con las que estaría planeando asaltar La Palma para liberar a su jefe Osiel Cárdenas, director general del cártel del Golfo.
LAS CONSECUENCIAS DE esos estremecimientos en el ámbito empresarial exportador han alcanzado ya los más altos niveles políticos. El Partido Acción Nacional ha sido incapaz de castigar a dos candidatos sinaloenses que asistieron como si nada al entierro del famoso Ceja Güera, pero además ha hecho malabarismos declarativos impropios de la tradición blanquiazul para tratar de proteger y exculpar a Saúl Rubio y Will Véliz (candidatos a diputado local y a presidente del municipio de Sinaloa de Leyva, respectivamente) por ese descuido fúnebre. Resultaría impensable para anteriores dirigentes nacionales de Acción Nacional hablar como lo hace Luis Felipe Bravo Mena respecto a dos abanderados electorales pillados en tamaña falta (complicidad similar a la que sostiene ese partido en casos indefendibles como el del gobernador morelense protector de narcos, o del gobierno de Baja California también metido en esas danzas con lobos). Por su parte, el PRI ha creído encontrar una mina propagandística en la asistencia de los dos panistas dolientes al sepelio realizado en San Pablo Mochobampo. Luego de una reunión de urgencia en la que analizó el contexto de los comicios por venir (entre ellos Sinaloa) y de las amenazas de echar judicialmente abajo triunfos preliminares habidos en Oaxaca, Veracruz y Tijuana, Roberto Madrazo dio el banderazo de salida a una campaña declarativa que busca remarcar los lazos entre narcotráfico y PAN a cuenta de lo sucedido en el entierro antes mencionado. El propio secretario técnico del consejo político nacional priísta, David Penchyna, hizo ayer señalamientos directos en ese sentido, que le llevaron a enfrentarse con rispidez con voceros panistas que incluso hablaron de la posibilidad de demandarlo por difamación.
LA RESISTENCIA DE los dos principales partidos nacionales a reconocer sus culpas en la materia (pues ambas organizaciones han nutrido campañas electorales con fondos oscuros) y la intención evidente de echarse la pelota unos a otros, muestra el grado de descomposición moral e ideológica a que han llegado (no sólo ellos, desde luego: en el PRD también se han dado esas infiltraciones envenenadas, e igual ha sucedido en los partidos más pequeños, ávidos de cualquier tipo de financiamiento). El 2000 mostró, años después, el grave riesgo de que para ganar el poder sea necesario gastar fortunas mucho más allá de las permitidas por la ley. El presunto héroe cívico del cambio resultó en realidad un producto financiado por empresas nacionales y extranjeras que invirtieron en espera de réditos multiplicados; el sueño de transformación nacional acabó en una historia de amigos tramposos que violaron la ley para usar más dinero del jurídicamente permitido. En el PRI, las historias tradicionales de uso del erario quedaron de manifiesto en el Pemexgate finalmente sin castigo. Y en el PRD se viven aún las consecuencias de la búsqueda de dinero sin huella que ayudara a ganar posiciones políticas. Ese esquema sigue vigente y se repetirá en 2006, pero con un agravante cancerígeno: la presencia ya tolerada (así sea mediante el recurso de culpar a los otros de lo que los mismos denunciantes practican) del dinero proveniente del crimen organizado, principalmente del narcotráfico (pero también del secuestro, de la piratería y del lavado y planchado de dinero).
Y, MIENTRAS JOSE Luis Soberanes celebra su partidizado triunfo, y Sergio Valls remonta la percepción de mercadeo senatorial a su favor, šfeliz fin de semana! Fax: 5605-2099 [email protected]
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