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México D.F. Domingo 24 de octubre de 2004
Cuando se visita otros países parecieran
Estados Unidos, apunta el violinista italiano
Uto Ughi lamenta la uniformización social
El promotor de festivales de música clásica
para jóvenes ofreció único concierto en el Cervantino
CARLOS PAUL ENVIADO
Guanajuato, Gto., 23 de octubre. El peligro de
la globalización es que pone en riesgo la identidad cultural de
las naciones, indicó el músico Uto Ughi, quien, en el contexto
del 32 Festival Internacional Cervantino, ofreció este sábado
su primer concierto en México.
Considerado
uno de los violinistas italianos más relevantes en el ámbito
internacional, Ughi expresó que en la actualidad los músicos
tocan muy bien: ''existe un nivel medio muy alto; sin embargo el peligro
es que el mundo se está uniformando con un mismo estilo de vida,
pues uno visita otros países y parecería que se encuentra
en Estados Unidos.
''Esto hace que se pierda la identidad y la creatividad
del hombre. El artista -abundó- debe transmitir lo que sucede en
su entorno, pero cuando un mundo es igual y no hay diferencias, entonces
no puede transmitir nada. Sin embargo, los grandes creadores pueden aislarse
de la globalización y vivir su propio mundo interior.''
En sus interpretaciones utiliza el "oscuro" sonido de
un singular violín, el Guarneri del Gesú, manufacturado en
1744. Sin embargo, poseer tal instrumento es, para el músico, "sólo
un medio, no el fin".
El violinista italiano es fundador del Festival Homenaje
a Venecia, que está encaminado a recaudar fondos para la restauración
de los monumentos históricos de esa ciudad, así como del
Festival Homenaje a Roma, dedicado a los jóvenes, cuya entrada es
gratuita y cuyo propósito es acercarlos a la música clásica,
pues "en las escuelas en Italia no se hace lo suficiente para el desarrollo
de esa música".
Para el interprete, la música popular es "fundamento
y alma de cada pueblo; los más grandes compositores han aprendido
de ella, como Brahms, Stravinski, Mahler o Chaikovski.
Hoy en día, consideró Ughi, ''habría
que retomar el espíritu profundamente humano de Beethoven, pues
él creía que la tarea de un músico, un compositor,
un artista es aliviar el sufrimiento de la humanidad. El se quejaba del
público de Viena, de su estupidez, de sus preferencias por escuchar
cosas superficiales, triviales, sin querer escuchar una música más
profunda que requiere más empeño intelectual. Si Beethoven
viviera se quejaría aún más''.
Desde los siete años, el talento de Uto Ughi se
reflejaba en las interpretaciones que hacía de la Ciacconna,
de Bach, y algunos Caprichos, de Paganini.
Aunque le es difícil señalar los momentos
más importantes de su trayectoria, comentó que han sido aquellos
cuando se ha encontrado con un público muy receptivo y cuando ha
conocidos distintas personalidades importantes, no sólo de la música,
sino también de otras artes, artistas que trasmiten una energía
muy especial, lo que no se olvida.
Uto Ughi, acompañado al piano por Alessandro Speechi,
ofreció un único concierto en el Auditorio de Minas, en el
que interpretó obras de Tartini, Beethoven, Wieniawski y Paganini.
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