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México D.F. Domingo 24 de octubre de 2004
Estudio del Colef señala que los hombres
obtienen ingresos tres veces superiores
La mayor deuda social del gobierno, con las mujeres
pobres
ALMA E. MUÑOZ
Un análisis del Colegio de la Frontera Norte (Colef)
señala que la deuda social "más preocupante" del gobierno
es con el sector femenino en pobreza. En los empleos más mal pagados
y poco calificados -con ingresos menores al salario mínimo- los
hombres ganan tres veces más en comparación con las mujeres.
Jorge Santibáñez, presidente de la institución, consideró
que el desarrollo en áreas de pobreza tendrá resultados positivos
si los mecanismos de apoyo se destinan para "deshacer este nudo, este encadenamiento
perverso" en que se encuentran sumidas millones de mexicanas.
Tras aplicar encuestas en 56 áreas catalogadas
como polígonos en situación de pobreza patrimonial -a manera
de diagnóstico para la aplicación del programa Hábitat,
de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso)- se determinó
que en los hogares con jefatura femenina el rezago es aún mayor
-se considera que en esta circunstancia se encuentra 20 por ciento a escala
nacional. En las ciudades existen poco más de 4.5 millones de hogares
pobres, y capitaneados por mujeres son casi 900 mil.
En
75 por ciento de las viviendas estudiadas, las jefas de familia no sólo
asumen, sino que desempeñan la actividad económica con ingresos
mínimos que refleja un "castigo social".
De manera independiente, María de la Paz López,
demógrafa y analista social de El Colegio de México (Colmex),
al hacer un balance sobre este tipo de hogares determinó que hay
una "entrada masiva del sector femenino al mercado de trabajo": 20.6 en
2000, comparados con 13.5 de 1976. En la década de 1970 se incorporaban
a la población económicamente activa -PEA-, mujeres de 20
a 40 años y 30 años después, de 40 a 44).
La Sedeso reconoce que se enfrenta a una pobreza urbana
que gradualmente adquiere nuevas características. En los pasados
20 años, las condiciones de vida de quienes habitan en ciudades
y zonas metropolitanas empeoró por la migración interna,
y al disminuir la generación de empleos formales. En 2000, casi
37.4 por ciento de los hogares urbanos en el país se encontraba
en situación de pobreza patrimonial (menos de 41.8 pesos diarios
necesarios para satisfacer necesidades básicas).
Hoy, menos de 50 por ciento de la PEA en las ciudades
desempeña empleos formales, pero cuando se habla de zonas marginadas
y rezagadas, la proporción es aún menor. Prevalecen desempleo,
subempleo, autoempleo, informalidad, pauperización y procesos de
movilidad laboral. Los rezagos en materia educativa se acentúan
cuando las mujeres jefaturan un hogar y los jóvenes de 13 a 15 años
se ven obligados a trabajar para ayudar en el gasto familiar. Por ejemplo,
60.9 por ciento de los escolares en este rango de edad no asiste a la escuela
en Piedras Negras, Coahuila, por esta circunstancia. (En este terreno,
la citada investigadora del Colmex consideró que 44.7 por ciento
de los hijos varones desempeña actividades extradomésticas
para allegarse recursos, y 25.8 por ciento de las hijas hace lo propio,
cuando 32.4 de las madres trabajan.)
El informe del Colef plantea que las condiciones de vivienda
en los polígonos de pobreza urbana es más deplorable en el
sur del país. En Tabasco, por ejemplo, 55.1 por ciento de las casas
tienen "una condición pésima de consolidación", en
proporción con 0.2 por ciento en Zacatecas. En Tehuacán,
Puebla, 38.1 por ciento de los encuestados son propietarios del inmueble
que habitan mientras en Villahermosa sólo dos de cada 10. La mayoría
de los hogares cuenta con más de una familia residente, y así
se demuestra con un cruce de información entre Querétaro
y Piedras Negras, Coahuila (27.2 contra 0.8 por ciento, respectivamente).
En la capital tabasqueña, 31 por ciento de los
hogares son capitaneados por mujeres, frente a 8.5 por ciento en Saltillo,
Coahuila. En general, un alto número de madres jefas de familia
-según el Colef- trabaja para sostener su familia. 74.7 por ciento
lo hacen Campeche, y en Ciudad Victoria 22 de cada 100.
Mientras más bajo es el ingreso, mayor es la afectación
de las mujeres, como se observa en el cuadro anexo.
De acuerdo con el Colef, los rezagos más patentes
son: consolidación en vivienda, servicios domésticos, hacinamiento,
participación femenina en condiciones de desigualdad, adolescentes
sin acceso a servicios educativos, poco acceso a servicio médico
(79.5 por ciento de los hogares analizados en San Cristóbal de las
Casas lo demuestran), rezago salarial (con ingresos inferiores a dos salarios
mínimos) y seguridad pública.
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