Permitirá la aplicación de ese acuerdo destinado a luchar contra el calentamiento del planeta

Ratifican diputados rusos el protocolo de Kyoto

AFP

Moscu, 22 de octubre. Los diputados rusos salvaron el viernes el protocolo de Kyoto al aprobar su ratificación, un voto histórico que permitirá la aplicación de ese acuerdo internacional destinado a luchar contra el calentamiento del planeta.

El proyecto de ley de ratificación fue aprobado por mayoría en la Duma -cámara baja del Parlamento-, tras el voto favorable de 334 diputados, cuando se necesitaban 226. El futuro del tratado dependía de Moscú, desde que Estados Unidos lo rechazó en marzo de 2001.

La organización Greenpeace saludó este "momento de la historia en el que la humanidad afronta sus responsabilidades".

"Brindaremos con nuestros vasos de vodka esta noche por la Duma", declaró Steve Sawer, consejero climático de Greenpeace, antes de añadir que "el lunes habrá que ponerse a trabajar para poner a punto el protocolo y buscar un acuerdo sobre mayores reducciones de las emisiones" de gases con efecto invernadero.

El texto aún debe ser ratificado por la cámara alta del Parlamento, algo puramente formal, previsto el 27 de octubre, y firmado por el presidente Vladimir Putin, que lo enviará a la ONU, con lo que la ratificación de Rusia será oficial. Pero no será efectiva hasta tres meses después, debido al plazo de registro establecido en 90 días.

Esta ratificación permitirá la entrada en vigor del acuerdo alcanzado en 1997 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Kyoto debía ser ratificado al menos por 55 países que representaran el 55 por ciento de las emisiones de bióxido de carbono de los países industrializados. Tras la negativa de Estados Unidos, seguido por Australia, sólo se podía alcanzar ese nivel si Rusia adhería al tratado.

A pesar de los insistentes llamamientos, sobre todo de la Unión Europea, en años recientes Putin mantuvo la incertidumbre sobre sus intenciones hasta que finalmente optó por el sí.

Putin transmitió el proyecto de ratificación a la Duma, de cuya aprobación nadie dudaba.