"Inútil" el retiro de vallas

Sigue el desorden en torno a la torre de Pemex: vecinos

MIRNA SERVIN VEGA

A casi dos meses de que autoridades de la delegación Miguel Hidalgo ganaron una resolución que obligó a Petróleos Mexicanos (Pemex) a retirar las más de 300 vallas que rodeaban la torre de la paraestatal ubicada en la avenida Marina Nacional, los espacios liberados han sido ocupados por vendedores ambulantes y franeleros, que cobran a los automovilistas por estacionarse en lugares prohibidos.

Debido a esto, vecinos de dicha avenida y de las calles Bahía de San Hipólito, Bahía del Espíritu Santo, Bahía de Banderas y Bahía de Ballenas, manifestaron nuevamente su inconformidad ante la "medida inútil" de la delegación, ya que el desorden vial continúa en la zona.

Desde los primeros procedimientos administrativos para que Pemex liberara las calles y permitiera el libre tránsito, Fernando Aboitiz, titular de la demarcación, anunció que tras el retiro de las vallas se llevaría a cabo un programa de reordenamiento del comercio en vía pública, lo que no ha sucedido.

Margarita Salinas, vecina del lugar, denunció que de tres carriles de circulación sólo quedan dos libres, y a veces uno, debido al gran número de vehículos que se estacionan en esas calles, además de que los ambulantes, principalmente en Bahía de San Hipólito, invaden la vía pública con diablos, huacales y otros enseres. Sin embargo, Jorge Magariños, coordinador de Mercados y Vía Pública de la delegación Miguel Hidalgo, descartó que aumenten los ambulantes, además de los establecidos en el lugar desde 1997.

Por su parte, la vecina inconforme expresó que "salió junto con pegado, porque ya no tenemos vallas, pero ahora tenemos franeleros cobrando por estacionarse, y ambulantes que de todos modos obstruyen las calles".

La delegación llevó a cabo el retiro de las vallas el pasado 7 de septiembre, luego de que el juzgado sexto de distrito en materia administrativa del DF resolviera que "el interés de la quejosa (Pemex) no puede estar por encima del interés de la sociedad, la cual demanda que no se restrinjan u obstruyan las vialidades".

El argumento de la paraestatal fue que las vallas eran parte de su programa de protección civil, pues esas áreas serían usadas para evacuar al personal en caso de algún siniestro.

Sin embargo, actualmente las calles aledañas se encuentran nuevamente obstruidas.