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P O L I T I C A
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México D.F. Sábado 23 de octubre de 2004

Luis Javier Garrido

Los medios 2. La crisis ética

La radio y la televisión han perdido en México una oportunidad histórica en este inicio del siglo XXI para servir al país, y se han hundido en una severa crisis de credibilidad, no únicamente por su programación "basura" que tanto ha contribuido al empobrecimiento cultural de los mexicanos, sino por su papel como agentes del poder en el que han actuado al margen de cualquier principio ético.

Los concesionarios de radio y televisión creyeron a lo largo de los años 90 y de los inicios del sexenio de Fox que no necesitaban modificar sus políticas, y tomar distancia frente al poder político para poder informar con la verdad y abrir espacios de debates reales para alcanzar la credibilidad que no tenían, sino que les bastaba con crear la ilusión del cambio mediante una programación de telenovelas y programas cómicos y de variedades en los que se viera una supuesta apertura al presentar sin inhibiciones temas sexuales y utilizar sin pudor, en todos los diálogos, un lenguaje de majaderías y albures, para que estos "cambios" equivaliesen a lo que "el destape" fue para la España de principios de los 80: un símbolo (aunque fuese de algo inexistente). La apertura de los espacios noticiosos no pasó de tal suerte de abrirlos a representantes cuidadosamente escogidos de los otros partidos políticos (no desde luego de los movimientos populares) para acabar con la imagen del unipartidismo, práctica que ha ido desde entonces acompañada de una distorsión de la información cada vez más sistemática, la que se ha ido sustentando en otra práctica que ha terminado por revertírseles: la de no informar sino editorializar todas las noticias, con una ausencia de ética que ha llevado a la mayor parte de los locutores al descrédito que ahora tienen.

El problema que tienen que enfrentar ahora es, sin embargo, el de la realidad. El pueblo mexicano ha cambiado de manera importante en los últimos años en su actitud ante el poder, y eso es lo que no han querido entender radio y televisión al querer seguir manipulando a sus auditorios, y sobre todo de manera tan burda como lo están haciendo. Todo mundo quiere saber cuáles fueron los principales hechos del día, pero a nadie, o a muy pocos, les interesa conocer las opiniones de Ciro Gómez Leyva, de Víctor Trujillo, de Nino Canún o de Adela Micha, que no son especialistas en nada y que únicamente aparecen sin proponérselo como voceros de intereses oscuros al pretender que radioescuchas o televidentes no tienen la capacidad de entender el significado de los hechos y que necesitan que ellos se los expliquen, editorializando todas las noticias con palabras pero también con gestos y aspavientos. Como tampoco a la mayoría de los mexicanos puede interesarles una radio en la que buena parte de "los comunicadores" vociferan todos los días mentira tras mentira creando un clima de fascistización.

ƑCómo pueden tener confiabilidad alguna medios que magnifican lo irrisorio y soslayan los grandes problemas nacionales? Hace unos días la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados por legisladores de varios partidos que se oponían a que el PRI y el PAN violaran una vez más el reglamento al discutirse el cambio constitucional al artículo 122 (5 de octubre), y que es una práctica parlamentaria frecuente en todo el mundo, fue presentada por varios comunicadores como una violenta toma del Congreso y, poco después, como "un asalto" al Congreso, y se pasaron varios días exigiendo que se castigara estos "delitos".

Los dueños de los medios masivos asumieron desde los primeros años del régimen foxista que podían seguir apoyando las tesis y políticas del gobierno por todos los medios, como lo habían hecho en los años del priísmo, sin perder credibilidad e incluso pasando por encima de la legalidad del país, en virtud del papel estratégico que iban a seguir teniendo en la estructura del poder. Y así, en sus espacios noticiosos no informaron, sino que hicieron campañas en las que de manera sistemática faltaron a la verdad: encubriendo a Fox y a sus colaboradores por sus ilícitos, y a justificarlo en sus mentiras, denostando a todos los movimientos sociales, desde los campesinos de Atenco hasta los electricistas del SME y los trabajadores del IMSS, como meses antes lo habían hecho con los estudiantes de la UNAM o los zapatistas, hasta que las ambiciones futuristas de Fox llevaron a actuar a varios de esos "comunicadores" durante 10 meses como sus cómplices en todas sus maquinaciones ilegales contra Andrés Manuel López Obrador (jefe de Gobierno de la capital) y, lo que es más grave, a cometer toda una serie de ilícitos, lo que ha terminado por llevar al límite esta situación escandalosa.

Un buen número de locutores de radio y televisión, creyendo que al actuar como fiscales de supuestos gravísimos crímenes iban a adquirir notoriedad y credibilidad, y contando con la protección de la PGR, que les brindó impunidad para sus fechorías, se dedicaron sin pudor alguno a lo largo de estos meses a aplaudir la judicialización de la política y a intervenir en todos los detalles de los "casos" que Fox empezó a fabricar para tratar de destruir políticamente a quien veía con celos y envidia y como un obstáculo para sus ambiciones en 2006: el Nicogate, el Paraje San Juan, los videoescándalos de Ahumada, El Encino, el embargo de 8 mil millones de pesos al Distrito Federal, la lucha parlamentaria. Criminalizando lo que no era, haciendo aparecer como reales las mentiras del poder, creando sin querer darse cuenta las condiciones para que ningún proceso pudiera ya ser justo por su intervención desaforada, levantando imputaciones temerarias y ocultando los hechos verdaderos, esos locutores le quisieron arrebatar a los mexicanos el derecho a discernir por ellos mismos en función de los hechos, y se dedicaron a falsear la realidad.

La divulgación de la PGJDF de unos minutos no conocidos del video de la famosa entrevista entre Bejarano y Ahumada, en la que el aventurero argentino acepta estar coludido en ese asunto con Carlos Salinas de Gortari y busca extorsionar a su interlocutor con base en una serie de amenazas (18 de octubre), haciendo aparecer a Fox como un títere en manos de Salinas y confirmando una vez más la existencia de una confabulación en la que, como se sabe, han estado coludidos no sólo locutores sino funcionarios de Televisa y de Tv Azteca y miembros del PAN, generó, como era de esperarse, una violenta reacción de varios de esos "informadores" que han quedado al descubierto, todo lo cual pone en la mesa de las discusiones un tema central.

ƑCuál ha sido y es en todo este clima de deterioro político creado por Vicente Fox con su irresponsabilidad, el papel de Salinas? ƑHasta dónde llega la subordinación de Fox a Salinas, que le ha cuidado todos sus intereses, ha combatido a sus enemigos políticos y lo encubrió para que no se investigaran los crímenes cometidos durante su sexenio? ƑY, sobre todo, cuál es el poder de Salinas en muchas de las principales empresas del país, en especial en Televisa y en Tv Azteca, en donde se le ha señalado como codueño? ƑExplica esto la ausencia de ética de estas corporaciones?

La impunidad de la que se valen los medios masivos, y en particular la radio y la televisión, no está limitada a los asuntos políticos nacionales sino a toda la información, y en particular a la internacional. Los espacios noticiosos de Televisa y de Tv Azteca, pero también es el caso de los del canal 40 y de otras estaciones, se hallan alineados con las tesis de las cadenas estadunidenses, aunque sin tener siquiera la responsabilidad de éstas. Antes, durante y después de la invasión a Irak de 2003, los noticieros de la televisión mexicana se solazaron en criminalizar al régimen iraquí y en presentarlo como un peligro para la humanidad por el supuesto hecho de tener armas nucleares y químicas, pero tras de que esto no pudo ser comprobado y meses después los gobiernos de Washington y de Londres ofrecieron hipócritas disculpas por haber mentido y las cadenas estaduunidenses tuvieron que hacer lo propio, al igual que la BBC de Londres, "los informadores" de la televisión mexicana guardaron silencio, y no sólo no ofrecieron sus disculpas por mentir durante más de un año: en los últimos meses han seguido criminalizando al régimen de Irak y justificando de manera velada el genocidio.

En el escenario del capitalismo neoliberal que está asfixiando al mundo, la radio y la televisión tienen asignado un papel de control de la sociedad que ya muy difícilmente pueden cumplir, y atraviesan en todas partes por crisis de credibilidad, pero muy pocos casos hay tan extremos como el de México, donde tenemos no sólo algunas de las peores cadenas de radio y de televisión del continente, sino a las más torpes en su papel de manipulación política. La programación de Televisa y de Tv Azteca o de las principales radiodifusoras llama la atención no sólo por su programación basura, sino por su fracaso político y ético. Estas cadenas no han contribuido a resolver en todos estos años los problemas de México, sino que los han agravado; son ellas uno de los grandes problemas nacionales.

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