México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
La crisis en el sector amenaza el ambiente, denuncian en encuentro sobre el tema
Mujeres y niños sostienen la producción nacional de café; jóvenes emigran a EU
MATILDE PEREZ U.
Al igual que en otras actividades agrícolas, mujeres y niños sostienen la producción de café ante el aumento de la emigración de los jóvenes, destacaron los participantes en el tercer encuentro El café y los cafetaleros.
Las remesas están salvaguardando el cultivo del grano, que aún es fuente de sustanciales ingresos para grandes intermediarios y trasnacionales que se disputan el mercado, asentó Fernando Celis Calleja, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras.
Sin embargo, dicho fenómeno no repercutirá gravemente en la postura que mantiene el país como uno de los principales productores del grano en Latinoamérica, pues la economía campesina seguirá sustentando la producción.
Ahora los más afectados serán los medianos y grandes productores, porque ellos contratan mano de obra y los precios no son suficientes para mantener la cosecha; varias de las fincas de café están cerrando, apuntó. Insistió en que los pequeños productores están sosteniendo el sitio de México en el mundo cafetalero, pero el gobierno federal sigue considerándolos "improductivos" porque, según sus cálculos, deben elevar la producción entre 15 y 20 quintales.
La propuesta campesina es que esos pequeños productores eleven su producción entre ocho a 10 quintales y paralelamente se batalle para que el gobierno federal reconozca los servicios ambientales que aportan y, por ello, se destinen 100 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2005.
Celis Calleja sostuvo que la migración es irreversible; "aunque los precios internacionales del café mejoraran y llegaran a los 100 dólares, ya existe diferencia de salarios entre las zonas cafetaleras y los ingresos obtenidos en Estados Unidos".
Durante el último día de actividades del encuentro -que organizaron la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Red de Consumidores de Café-, los participantes advirtieron que la crisis -iniciada a finales de los años 80 y que en 2002 "tocó fondo"- está destruyendo las posibilidades de vida de miles de productores, alterando sus costumbres y cultura, y significa una amenaza ambiental para algunas regiones de biodiversidad más ricas.
En Tlapacoyan, Veracruz, la producción cafetalera prácticamente desapareció, dijo Tomás Navarrete, productor de la sociedad cooperativa Quicempaccayotl.
A su vez, Evangelina Sánchez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, habló de la constitución
de la policía comunitaria en la montaña de Guerrero, en cuyos municipios los robos y asaltos en los caminos rurales están prácticamente abatidos. Allí, quienes cometen algún delito deben realizar labores sociales, son reducados, no encarcelados o castigados con el pago de una multa.
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