Exigen un seguimiento sobre el destino y consumo de la gramínea modificada

Demandan productores de maíz que se etiquete el grano transgénico

Ingresan provenientes de EU más de 6 millones de toneladas de ese cereal, denuncian

MATILDE PEREZ U.

La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz se manifestó por la etiquetación del grano transgénico procedente de Estados Unidos, como recomendó la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCAAN) en su informe Maíz y biodiversidad, y demandó al gobierno federal que mantenga un seguimiento del destino y consumo de la gramínea modificada.

El informe de la CCAAN favorece a los productores, porque recomienda al gobierno federal que el grano transgénico sea molido para evitar su uso como semilla, y aplique mejores métodos para detectar y monitorear qué tan avanzada está la contaminación genética del maíz y sus parientes silvestres.

Los productores de la confederación ''no estamos en contra de los avances tecnológicos, pero sí en favor de la protección de los parientes silvestres del maíz", expresó Efraín García Bello, presidente de la organización, afiliada a la Confederación Nacional Campesina (CNC).

Es importante saber quiénes y en qué porcentaje consumen esas más de 6 millones de toneladas de maíz amarillo -revuelto con semilla transgénica- que se compra a Estados Unidos y se impida su consumo humano, abundó en breve entrevista al término de la firma del convenio de agricultura por contrato con Idaquim, una de las empresas productoras de alta fructuosa más importantes del país.

Desconoce informe funcionario de Sagarpa

El subsecretario de Agricultura de la secretaría del ramo, Francisco López Tostado, se limitó a decir: "desconozco el informe; tengo que pedir información al doctor (Víctor Manuel) Villalobos Arámbula, responsable de la Cibiogem (Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados)" y también de Asuntos Internacionales de dicha secretaría. "No estamos poniendo en riesgo la producción ni productividad del maíz", acotó.

Antes, en la formalización de la firma del convenio por contrato para la producción de maíz amarillo, García Bello explicó que desde el 2002 la confederación comenzó una estrategia para resolver problemas de planeación y rentabilidad de la cadena productiva del maíz, paulatinamente fue ajustándola y actualmente sostiene la agricultura por contrato. Dicho año, abundó, firmó un convenio con las organizaciones de productores de la CNC para sembrar hasta 42 mil hectáreas de maíz amarillo y producir 250 mil toneladas en el ciclo primavera-verano en Jalisco, Michoacán, Nayarit y Querétaro.

Con la firma de un nuevo convenio, se producirán 350 mil toneladas más del grano para uso industrial, por lo cual se sembrarán 50 mil hectáreas más en Veracruz, Nayarit, Tamaulipas y Sinaloa durante el ciclo otoño-invierno 2004-2005. Pero también solicitó a la Secretaría de Agricultura que modifique el precio objetivo de mil 650 pesos por tonelada establecido desde 2002, ya que no cubre los incrementos en los precios de los insumos, por lo que sugirió que el precio sea de mil 900 pesos por tonelada.

A la demanda se sumó el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Cruz Aguilar López, ya que, indicó, "estamos llegando al agotamiento por la vía del ingreso objetivo; si no hay cambios, entonces habrá que trabajar en la reducción de los costos de producción y en la creación de una promotora nacional de semilla para que los productores puedan soportar los costos de las semillas".

A su vez, el presidente de la CNC, Heladio Ramírez López, pidió al subsecretario de Agricultura que el gobierno no se limite a actuar como testigo en la firma de convenios entre productores e industriales, sino que participe activamente con compromiso, como el de dar certidumbre en el precio objetivo para que "los agricultores no sientan que se encaminan al vacío".

El maíz ocupa poco más de la tercera parte de la superficie agrícola nacional y los productores aportan el 7 por ciento del valor agrícola total; en los últimos tres años la producción pasó de 19.3 millones de toneladas a 22 millones.