Despacho de consultores encontró que en educación persiste una grave turbiedad

Critican la discrecionalidad y la falta de transparencia en el presupuesto

La propuesta del Ejecutivo para 2005 no busca promover el desarrollo del país, señalan

DAVID ZUÑIGA

En México persisten las deficiencias, la discrecionalidad y la falta de transparencia en la elaboración del presupuesto y en el uso de recursos públicos, afirmaron analistas de la firma consultora A-regional, quienes destacaron que una de las áreas en las que existe más turbiedad es la educación.

Asimismo, los consultores advirtieron que el Congreso autoriza destinar cada vez más recursos a la educación, la salud y el gasto social, sin que existan recursos para pagar esas erogaciones y sin que esté garantizado el crecimiento económico, lo que puede provocar una crisis de finanzas públicas a mediano plazo.

En una conferencia de prensa en la que presentaron el documento Decretos del Presupuesto de Egresos de la Federación 1983-2004, los analistas señalaron que las leyes de Coordinación Fiscal y de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal deben modificarse, porque ya no funcionan en un país en el que el poder a los niveles federal, estatal y municipal está dividido entre varios partidos.

Entre las deficiencias del esquema actual destacaron que no se toma en cuenta a los municipios en la asignación de subsidios al gasto social, no hay información clara y detallada sobre el número y las cuentas de los fideicomisos que manejan recursos públicos y los constantes cambios de metodología del gobierno provocan pérdida de información.

Francisco Arroyo García, director del área de federalismo fiscal de la consultora, señaló que si bien la alternancia de partidos políticos ha fortalecido la vigilancia sobre el uso de erario, persisten la falta de criterios claros para hacer ajustes al presupuesto, la discrecionalidad en la asignación de subsidios y en los recortes al gasto, generalmente a costa de la inversión pública.

Por su parte, el director general de la firma, Ricardo Carrillo Arronte, advirtió que aumentar por decreto el gasto en ciertos rubros o aplicar candados al presupuesto es peligroso, ya que estos incrementos parten de la suposición de que la economía crecerá; sin embargo, durante diez de los pasados 20 años los pronósticos oficiales de crecimiento no se han cumplido.

De la misma forma, el analista criticó los constantes cambios que hace la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la clasificación del gasto y señaló que en la ocasión pasada se llegó al exceso de presentar gasto corriente (salarios de servidores públicos) como si fuera gasto de inversión.

En cuanto a la reforma al artículo 122 constitucional, Arroyo García señaló que no existe información suficiente para evaluar el verdadero impacto que esta medida tendrá en las finanzas del Distrito Federal; sin embargo, dijo, el gasto educativo es uno de los menos transparentes de toda la administración federal. La Secretaría de Educación Pública (SEP), agregó, no permite el acceso a ese tipo de información; no hay estadísticas detalladas de gasto educativo por nivel escolar ni hay datos desagregados sobre el gasto de servicios personales en la educación.

Por su parte, Carrillo Arronte señaló que el presupuesto es "la expresión monetaria de un proyecto de país". La iniciativa que el Ejecutivo envió al Congreso, agregó, no busca promover el desarrollo del país. El gobierno federal gasta de manera "deficiente y discrecional", y ha mantenido la política de reducir la inversión pública. Un punto clave de estas reformas es que todas las iniciativas de ley incluyan un análisis de impacto presupuestal, para que antes de aprobar una iniciativa se sepa cuánto costará aplicarla.

Asimismo, propuso reorganizar las comisiones de la Cámara de Diputados para agilizar las negociaciones sobre el gasto público y concluir la reforma presupuestaria para que participen el Ejecutivo, los legisladores federales y los gobernadores.

Sin embargo, reconoció que en el actual escenario de "división y enfrentamiento", la discusión sobre el presupuesto para 2005 será muy complicada, por lo que no espera cambios en lo que resta del sexenio.