México D.F. Jueves 21 de octubre de 2004
El Ejecutivo y el ex presidente buscaban impulsar las reformas estructurales, dice
Desde 2003 manifesté preocupación por la alianza Fox-Salinas: López Obrador
El jefe de Gobierno insta al innombrable a dar la cara y dejar de actuar en lo oscurito
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, reveló ayer que durante la reunión que los gobernadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sostuvieron con el presidente Vicente Fox, el 2 de octubre de 2003, le expresó al Ejecutivo federal su preocupación por la ''alianza estratégica'' que estaba formando con Carlos Salinas de Gortari para impulsar las reformas estructurales.
Fox Quesada no hizo ningún comentario, recordó el mandatario capitalino, pero fue a partir de ese momento, tras el regreso al país del ex presidente, cuando comenzaron los problemas. ''Ahí empezó a cambiar la actitud de servidores públicos del gobierno federal hacia nosotros.''
En su conferencia de prensa, López Obrador salió en defensa del procurador general de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, ante las críticas por haber divulgado el pasado lunes un video con la conversación entre el empresario Carlos Ahumada y el diputado local con licencia René Bejarano. ''šQué barbaridad! Se pusieron muy enojados; una cosa exagerada'', dijo el jefe de Gobierno, al inferir que lo que produjo más molestia fue que se mencione al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Recordó que el mismo chofer del empresario de origen argentino declaró que hay un vínculo de Ahumada con el ex presidente, e hizo un llamado a Salinas a que ''dé la cara'' y deje de actuar ''en lo oscurito''.
Refirió que Salinas de Gortari regresó al país en mayo de 2003, y por esas fechas concedió una entrevista donde manifestó su rechazo al Gobierno del Distrito Federal. En julio, agregó López Obrador, ''me invitaron a la inauguración del Centro de Noticias de Televisa; pregunté si iba a estar presente el ex mandatario y al confirmar su asistencia envié una carta a Emilio Azcárraga Jean explicando las razones de por qué no iba''.
El mandatario capitalino recordó que en noviembre de ese año fue invitado al aniversario del periódico Reforma, al que también asistiría Carlos Salinas, por lo que anticipó un día su visita al diario, en una reunión con los trabajadores. Pero antes de esto último, el 2 de octubre de 2003, acudió con los gobernadores perredistas de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel; de Baja California Sur, Leonel Cota Montaño; de Zacatecas, Ricardo Monreal Avila, y de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, a una cena con el presidente Vicente Fox, donde ''manifesté mi preocupación, expresé al Ejecutivo mi preocupación por la alianza con Salinas. Porque yo tenía información de que ya estaba considerando al ex mandatario como aliado estratégico para sacar adelante las reformas fiscales''.
Respecto del veto que la mesa directiva del Senado de la República impuso contra la intención del PRD de realizar un coloquio sobre democracia en el patio central del recinto legislativo, sólo para impedir su presencia allí, reiteró que espera que cuando menos le permitan acudir a exponer su punto de vista sobre la reforma al artículo 122 constitucional. ''Ojalá no asuman esa actitud que está tomando ahora un senador (el panista Diego Fernández de Cevallos) que no quiere que yo vaya a un seminario; que nos convoquen a explicar y, en el peor de los casos, si deciden recortarnos injustamente el presupuesto, no sería más que una venganza política, una más'', señaló.
López Obrador prefirió no hacer comentarios sobre los cabildeos que realiza el Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Senadores para impedir que se autorice un solo peso de deuda pública al Gobierno del Distrito Federal el próximo año, y en cambio expresó su confianza en que la política de austeridad republicana que aplica desde el inicio de su administración permitirá tener los recursos suficientes para que la ciudad siga funcionando.
Recordó que en cuatro años no se han adquirido vehículos ni se han autorizado remodelaciones de oficinas ni viajes al extranjero para funcionarios, e incluso se han reducido los salarios de los servidores públicos; son los más bajos en la administración pública, dijo.
''Yo estoy ganando casi tres veces menos de lo que gana su alteza serenísima, el secretario de Hacienda y Crédito Público (Francisco Gil Díaz), y sin embargo, no hemos aumentado los impuestos en términos reales y la recaudación, a pesar de la crisis económica, no se ha caído, la gente nos está ayudando pagando sus impuestos''.
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