México D.F. Miércoles 20 de octubre de 2004
Fundadores de Marionetas de la Esquina anuncian
temporada de Dibújame una vaca
El arte para público infantil no debe soslayar
aspectos dolorosos
Omitir esos temas conduce a la ''elusión de responsabilidades
formativas'', coinciden Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola
Celebra la compañía 30 años de labor ininterrumpida
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Los aspectos dolorosos de la vida no tienen por qué
estar ausentes del arte dirigido al público infantil; ni se le tiene
que mentir ofreciéndole un mundo falso y maquillado.
Así
entienden lo anterior Lucio Espíndola y Lourdes Pérez Gay,
directores de Dibújame una vaca, la obra de títeres
que aborda el tema de la separación del padre y la madre.
Ambos artistas, fundadores de la compañía
Marionetas de la Esquina, comparten la idea de que no tratar los temas
difíciles con niñas y niños responde a un afán
de protección malentendida ''que inevitable y desafortunadamente
se convierte en elusión de responsabilidades formativas".
En relación con el divorcio y su manejo ante los
hijos, Espíndola manifiesta que ''los niños no tienen por
qué seguir ignorando nuestros pecados, nuestros defectos, nuestros
tropiezos". En todo caso, lo anterior no supone renunciar al juego y la
imaginación.
Entre videojuegos y desdén
Dibújame una vaca es una obra de Amaranta
Leyva y cuenta la historia de Emilio, un niño afligido por la separación
de sus padres; explora las repercusiones en su comportamiento. Inseguro,
con tendencia al aislamiento, Emilio se refugia en el dibujo.
Por ese camino -describen en un texto de presentación-
surge la vaca: ''Un dibujo que, gracias a la magia escénica, cobra
vida y se convierte en una suerte de Virgilio para Emilio, pues con su
disposición siempre dirigida hacia delante a pesar de su desparpajo,
muestra al niño que los lugares nuevos que conformarán tanto
la geografía de sus actividades cotidianas como sus vínculos
con almas semejantes no sólo no son malos ni amenazantes, sino que
guardan sorpresas y ventajas por descubrir tan estimulantes o más
que las que encontraba en su vida pasada".
La obra comenzará temporada el sábado 24
de octubre en el Teatro Helénico y se presentará todos los
domingos hasta el 14 de noviembre.
De este modo Marionetas de la Esquina celebra 30 años
de quehacer ininterrumpido, encaminado a preservar y difundir un arte que
no sólo se enfrenta a la competencia desigual que significan los
videojuegos y medios audivisuales, sino al menosprecio que se le tiene
como expresión artística y a la falta de valoración
como eficiente instrumento didáctico.
Además de Dibújame una vaca, el repertorio
de Marionetas de la Esquina está conformado por las siguientes obras:
El circo, La visita inesperada, El jardín,
La barranca, Historias en colores, El siglo de mis abuelos,
Pastorela y El cielo de los perros.
Espíndola y Pérez Gay no se plantean la
imposible desaparición de los videojuegos para que florescan las
marionetas, pero sí consideran que con un poco de interés
de las instancias culturales y educativas, los títeres pueden recuperar
su papel como instrumento didáctico, así como su importancia
como expresión artística disfrutable y de calidad.
Para ello -explicaron ayer al anunciar la temporada de
Dibújame una vaca- hace falta que se les vuelva a incluir en
los programas de estudio en las escuelas.
Aparte de eso y ante la disminución de apoyos oficiales
para crear y difundir obras para marionetas, ven en la iniciativa privada
un alternativa de patrocinio, aunque es necesaria una labor previa de convencimiento
y sensibilización.
Festival en el País Vasco
Con la obra de Amaranta Leyva, Marionetas de la Esquina
participará en el próximo Festival Titirijai 2004, que se
efectuará del 27 de noviembre del 8 de diciembre en Tolosa, País
Vasco, y al cual este año acudirán 20 compañías
de nueve países.
(Las funciones de Dibújame una vaca en el
Teatro Helénico, ubicado en avenida Revolución 1500 se realizarán
a las 12 y 13 horas).
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