México D.F. Miércoles 20 de octubre de 2004
Da marcha atrás a la defensa que se hizo
de la represión
Justificar la dictadura fue inadecuado, admite el jefe
del ejército brasileño
AFP Y DPA
Brasilia, 19 de octubre. El
ejército de Brasil dio marcha atrás hoy a una declaración
que emitió el lunes, en la que reivindicaba el derrocamiento del
gobierno constitucional del presidente Joao Goulart en 1964 como parte
de un "clamor popular", así como la represión en aquellos
años, y en los 70, frente a "un movimiento subversivo bajo las órdenes
de conocidos centros de irradiación del movimiento comunista internacional..."
El inesperado pronunciamiento del Centro de Comunicación
del ejército, con un lenguaje que se creía enterrado con
la democratización y que causó malestar en el gobierno del
presidente Luiz Inacio Lula da Silva, obedeció a la divulgación
en un diario local de fotos que muestran al periodista Vladimir Herzog
desnudo en una cárcel, donde murió torturado en 1975.
Sin embargo, ante la exigencia del presidente de explicaciones
sobre el comunicado militar inicial, el comandante en jefe, general Francisco
Albuquerque, emitió una nueva nota con su firma en la que reconoció
que la justificación de la dictadura (1964-85) fue una reacción
"inadecuada", y que sólo la ausencia de una discusión interna
sobre el tema pudo hacer que se diera a conocer el comunicado anterior
"no coincidente con el actual momento histórico".
El oficial "lamentó" la muerte de Herzog y reiteró
su "convicción" de que el cuerpo militar "no rehuye sus compromisos
de fortalecimiento de la democracia". De hecho, atribuyó el incidente
a una nota redactada por el jefe de prensa de la institución, sin
haber hecho las consultas pertinentes.
Sobre la muerte del periodista Herzog, que los militares
de la época atribuyeron a un suicidio y que la izquierda siempre
consideró un crimen planeado, Albuquerque admitió que fue
un asesinato que motivó en su momento la separación de su
cargo del entonces comandante del ejército por orden del presidente,
general Ernesto Geisel.
La rectificación fue emitida luego de que el comandante
almorzó con Lula y con el ministro de Defensa, José Viegas,
quien tampoco tuvo conocimiento del texto inicial que tanta indignación
causó. Ahora, Albuquerque dijo que la institución no quiere
"revivir actos de un pasado trágico".
Medios de prensa comentaron que Lula estaba "particularmente
irritado por el tenor de la nota inicial del ejército que, a su
juicio, tiene un estilo elogioso a las prácticas adoptadas durante
el régimen militar contra los activistas de izquierda", y considera
que el silencio de Viegas da la impresión de que el titular de Defensa
"no tiene autoridad sobre el ejército".
El polémico comunicado del ejército defendía
que en las décadas de 1960 y 1970 Brasil fue escenario de un "movimiento
subversivo" vinculado con el "movimiento comunista internacional" que pretendía
derribar, por la fuerza, al gobierno legalmente constituido". Sostenía
que "obedeciendo al clamor popular", el ejército conformó
"una fuerza de pacificación que logró devolver Brasil a la
normalidad".
En su texto insistía en que "las medidas tomadas
por las fuerzas legales fueron una legítima respuesta a la violencia
de los que rehusaron el diálogo, optaron por el radicalismo y la
ilegalidad y tomaron la iniciativa de usar armas y desencadenar acciones
criminales".
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