México D.F. Martes 19 de octubre de 2004
Mario Carrillo y Manuel Lapuente se runieron
con los directivos del América
Si tengo que dejar el sueldo, no hay ningún
problema: Piojo López
A los jugadores nos falta hambre de triunfo, dijo Germán
Villa, y consideró contraproducente cambiar al técnico
Horacio Ameli calificó de falta de respeto el acoso de los reporteros
MARLENE SANTOS A.
En
América las sirenas de alarma están encendidas. La directiva
apenas dio tiempo ayer a un breve entrenamiento y, en seguida, Mario Carrillo
abandonó las instalaciones de Coapa para una reunión en las
instalciones de Televisa con el alto mando, en la cual también participó
el vicepresidente deportivo Manuel Lapuente.
Presurosos e incluso eligiendo el camino más largo
hacia sus vehículos, con tal de eludir a la prensa, salieron Duilio
Davino, Reinaldo Navia y Djalminha. De entre los refuerzos foráneos,
el único que pareció con una excusa razonable para callar
fue el portero Sebastián Saja, quien replicó: "¿Para
qué?, si yo ni juego". Horacio Ameli se molestó por la insistencia
y dijo que tanto acoso era una falta de respeto.
Claudio Piojo López, exitoso en otras latitudes
pero inoperante en América, se vio casi sepultado por decenas de
brazos con grabadoras, micrófonos y cámaras: "En la cancha
se debe responder, no aquí, parado y rodeado, como si hubiera cometido
un crimen.
"Las causas (de la pésima racha) están a
la vista. No hay buen juego, nos cuesta crear situaciones de gol. En algunos
partidos no tuvimos suerte en la definición ni a la hora de defender.
Pero hay que salir poniendo el pecho y la cara, y hacer las cosas bien
dentro del campo. Basta de hablar, todavía hay una puerta abierta
y esperemos que no se cierre".
-¿Corresponde lo que juegas con lo que ganas?
-No sé por qué la pregunta tan maliciosa...
Si tengo que dejar el sueldo, lo dejo. No hay ningún problema -respondió,
enfadado.
El mediocampista Germán Villa consideró
que los jugadores aceptarían cualquier medida disciplinaria, y estimó
"contraproducente" otro cambio de técnico, a pesar de que los números
de Mario Carrillo son los de un perdedor (sólo seis triunfos en
34 juegos recientes). Reconoció que los argentinos, principalmente
Ameli y Saja, están molestos por el despido de Oscar Ruggeri.
"Falta retomar cosas que se han perdido: hambre de triunfo,
recuperar aspecto mental y anímico. Esto no pasa por el técnico,
pues con Mario entrenamos de maravilla; se podrían hacer mil cambios
(de timonel) y seguiría igual. Es cosa de los jugadores; es obvio
que nadie está al ciento por ciento futbolísticamente, se
ha reflejado en la cancha", puntualizó Villa.
El jugador surgido de la cantera estimó que Djalminha
y el Piojo López "andan en el mismo nivel que nosotros",
y sobre algún posible castigo, como en otro tiempo Lapuente lo aplicó
a Davino, Estay y a Luna, señaló: "No lo veo por ese lado.
Nos tendrían que castigar a todos, porque ¡todos estamos pésimos!
Ahora el compromiso es ganar, jugando feo o bonito, es urgente. El jueves
debemos ganar a como dé lugar", reiteró.
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