El director del Conacyt se pronunció a favor de concretar una reforma hacendaria

México debe basar su economía en el capital intelectual: Jaime Parada

El conocimiento y la investigación asegurarían para el país un empleo digno, aseguró

ISRAEL RODRIGUEZ Y JOSE ANTONIO ROMAN

México tiene que dar el salto decisivo a la nueva economía basada en el conocimiento, en el capital intelectual y en la investigación, afirmó Jaime Parada, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Al participar en la conmemoración del 30 aniversario del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) resaltó: "eso es lo único que nos podrá asegurar que México tenga un empleo digno, productivo y mejor pagado. Esto va ser una condición para la competitividad y el crecimiento".

Ante el presidente de la República, Vicente Fox, Jaime Parada señaló que las épocas en las que México competía con su mano de obra ya pasaron. Señaló que más de 70 por ciento de la planta productiva en el país se basa en la oferta de bienes y servicios de bajo valor agregado, lo que refleja el rezago que arrastra México por más de tres décadas.

El investigador se pronunció a favor de una reforma fiscal y hacendaria, a la que calificó de muy necesaria, porque no se puede concebir que solamente 12 por ciento del producto interno bruto (PIB) se recaude en impuestos, cuando competimos contra países en los que sus economías captan entre 20 y 35 por ciento por vía fiscal.

Lo anterior, dijo, es una asignatura pendiente y desde luego que está íntimamente relacionada con la canalización de recursos a las causas estratégicas del país, como es el conocimiento, la tecnología y la educación.

El académico hizo un reconocimiento al Ejecutivo federal por aprobar iniciativas que han marcado un cambio estructural y han dado un impulso a la ciencia y a la tecnología. Recordó que la nueva Ley de Ciencia y Tecnología aprobada en 2002, la nueva Ley Orgánica del Conacyt y los nuevos instrumentos que han sido clave para la descentralización del apoyo a la ciencia y tecnología, como son los fondos sectoriales mixtos, y también los incentivos fiscales, han permitido duplicar en los pasados cuatro años el gasto en esta materia.

A su vez, Robert Putnam, catedrático de la Universidad de Harvard, aseguró que el capital social es una condición indispensable de las naciones democráticas. Al dictar su conferencia magistral, señaló que la inversión en educación es fundamental para fortalecer las redes sociales, las cuales son necesarias como estrategia valiosa que permite una mayor interacción entre los individuos.

Con las redes sociales se tiene que desarrollar una reciprocidad generalizada entre los individuos que la integran.

Robert Putnam, quien actualmente estudia los retos de formar comunidades en una sociedad cada vez más diversa, consideró que es necesario que antes de que el gobierno realice obras hay que analizar qué efecto van a tener en el capital social. "Si el gobierno analizara las repercusiones de cada obra habría mejor capital social".

Consideró que la interrelación en comunidades con pequeñas ciudades, e inclusive escuelas pequeñas, es mayor, y esto ha permitido que se inhiba la delincuencia y haya una mejor comunicación con mejor información. El profesor de la escuela John F. Kennedy se mostró escéptico en cuanto al uso de Internet como una menor conexión social. "Hay una conexión en el mundo real más allá del Internet".

Por su parte, Enrique Cabrero, director general del CIDE, al hacer un balance de los cambios políticos, económicos y sociales de los 30 años recientes, afirmó que en muy poco tiempo el país es otro.

En 30 años, agregó, el presidente encuentra contrapesos y obstáculos por doquier, al punto que algunos actores políticos desesperan. Los partidos intentan controlar a sus facciones y corrientes para mantener la cohesión, en ocasiones con poco éxito.

Asimismo, los medios de comunicación sin "línea" desde Gobernación construyen su agenda entre el escándalo, la sensatez y el pensamiento crítico. Surgen movimientos independientes en todos los rincones del país, algunos cívicos y democráticos, otros facciosos y violentos, pero las nuevas reglas del juego político están por construirse, advirtió.