México D.F. Jueves 14 de octubre de 2004
Que trascienda la música de India, pide Arvind Parikh
Cítara, tabla y voz en el Cervantino
ANA MONICA RODRIGUEZ ENVIADA
Guanajuato, Gto., 13 de octubre. Mítica y mágica. La música del maestro indio Arvind Parikh transporta a las lejanas tierras asiáticas con su virtuosismo en la cítara.
Durante poco más de dos horas, tres músicos de la India deleitaron al público con melodías prolongadas y armónicas. Las ágiles manos de Parikh al pulsar la tradicional cítara, Anutosh Degharia con la tabla y la voz de Purvi Parikh engalanaron el escenario del Teatro Juárez, la noche del lunes.
Parikh, heredero de la tradición citarística en la India, trasladó a los espectadores a lugares imaginarios y remotos acompañado en el recinto guanajuatense con la interpretación de Parikh y la tabla de Degharia.
''Nos llevamos los mejores recuerdos de esta ciudad y la mejor paga que tenemos es que trascienda nuestra música", dijo Parikh al final del concierto. Tras el aplauso de la concurrencia que acudió al ritual sonoro fue comprometido a interpretar una más de sus creaciones.
En sus composiciones, Parikh representa una integración de diversas ideas musicales e improvisación en la misma melodía. Ejecuta de lo pausado a lo intermedio hasta llegar a la velocidad máxima de sus manos durante la melodía, sin interrumpir la pieza en la cítara.
Purvi al cantar mueve la mano izquierda según la intensidad de su voz y el sentimiento de la melodía. Mientras tanto, la Tabla cobra vida también en manos de Anutosh.
De túnica blanca el maestro Parikh, de roja Purvi y de naranja Degharia, sentados en el piso con sus respectivos instrumentos conjuntaron la autenticidad tradicionalista de su arte.
El embajador de la India en México, Surinder Singh Gill, fue un espectador más del arte del Parikh, quien además organiza e impulsa causas populares y musicales en su país.
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