Ketima

Kena Bastien M.

Vuyani Dance Theatre es una compañía de danza contemporánea sudafricana, y Ketima es una de las coreografías más insólitas que haya visto.

Ketima inicia, se desarrolla y finaliza con sorpresas de toda índole: escenográficas, musicales, coreográficas, conceptuales, teatrales. Y Gregory Maqoma -director, bailarín principal y coreógrafo- lo sabe. Quizá por eso dice que sus obras, a las que denomina cocteles de género, ''son un enigma emocional (...) hacen que nuestros pensamientos queden suspendidos".

Ketima muestra el mundo atiborrado, veloz y confuso en el que vivimos y que a veces deseamos abandonar para volver a la calma del vientre materno. Desde que comienza Ketima nos asaltan los contrastes: el ritmo barroco de Bach con movimientos cercanos (por su origen étnico africano) al break dance. Cuando uno está a punto de encontrarle lógica al asunto, nos hallamos ante un solo en silencio que culmina en un cuarteto acompañado por un percusionista extraordinario: Given Mphago, cuya aparición (en traje étnico, frente a una batería occidental) termina de cortar nuestros circuitos mentales.

Los cuatro bailarines recorren el espacio con agilidad felina, dominio perfecto del cuerpo, ofreciendo frescas variaciones de movimiento sin abusar de aquellas que conocemos y estamos hartos de ver. En Ketima se habla, se canta, se toca el piano, se baila, se goza y se enloquece, si con esta palabra se expresa el desconcierto que provoca la suspensión mental ante la imposibilidad de encontrar puntos de referencia de los cuales sujetarse.

Ketima significa ''corre" en padi, una de las lenguas sudafricanas. Corran, pues, a verla, pero vayan desarmados, pues la mente no les servirá de mucho.

Sala Miguel Covarrubias, hoy, último día. Función a las 20 horas.

Investigadora del Centro Nacional de Investigación de la Danza del INBA