México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
Sólo 35% de los afectados piden ayuda, afirma la OMS
Afectan males mentales a 450 millones de personas
CAROLINA GOMEZ MENA
A escala mundial 450 millones de personas padecen problemas mentales o neurológicos, y algunas de las principales afecciones son la depresión, mal que afecta a 121 millones; la epilepsia, que la experimentan 50 millones, y esquizofrenia, que padecen 24 millones; además, 70 millones son dependientes del alcohol, así como se sabe que un millón de personas se suicidan cada año y entre 10 y 20 millones lo intentan.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trastornos mentales afectan a entre 20 y 25 por ciento de toda la población en algún momento de su vida y son causantes de 12 por ciento de los años de vida perdidos por alguna discapacidad causada por enfermedad o traumatismo, pero para 2020 prevé que la carga correspondiente a esos trastornos habrá aumentado a 15 por ciento.
Asimismo, los trastornos neurosiquiátricos explican casi la tercera parte de la discapacidad en el mundo y pese a que algunos de estos males cuentan con altos porcentajes de curación, se estima que sólo 35 por ciento de las personas afectadas solicitan ayuda profesional.
En el contexto del Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre), cuyo lema de este año es "Salud física y la salud mental; trastornos concurrentes", se dio a conocer que tanto la esquizofrenia como la epilepsia y la depresión tienen altos porcentajes de respuesta positiva a los tratamientos, pues en el caso de la primera enfermedad hasta "77 por ciento de los pacientes logran superarla sin tener recaídas y en 73 por ciento de los casos desaparecen los ataques", mientras que 60 por ciento de quienes sufren depresión logran recuperarse. De igual forma se calcula que en el tema del abuso de sustancias se presenta "reducción hasta de 60 por ciento del consumo de drogas" cuando el tratamiento es adecuado.
De acuerdo con la Federación Mundial para la Salud Mental (WMHF, por sus siglas en inglés) "muchas de las enfermedades como el cáncer, la diabetes, las cardiopatías o el VIH/sida con conducen frecuencia a graves trastornos sicológicos, como la depresión en particular, así como las personas con trastornos mentales graves con frecuencia se ven afectadas por una serie de malestares y complicaciones físicas".
En este contexto, la WMHF sugiere que tanto el personal médico como el de salud mental pueden utilizar esa oportunidad para adoptar estrategias "creativas que conjuguen los aspectos físicos y mentales de la atención a la salud; y las personas afectadas y sus familias pueden contribuir a elevar la toma de conciencia que promueva sistemas más integrales de tratamiento".
La OMS alerta que a nivel global "cinco de las 10 causas más importantes de discapacidad -depresión grave, esquizofrenia, trastornos bipolares, consu- mo de alcohol y trastornos obsesivos-compulsivos- son problemas mentales" y advierte que éstos son tan importan- tes en los países pobres como en los ri-cos y "todos los pronósticos apuntan a que en los próximos años aumentarán espectacularmente".
Por lo pronto es aún en las naciones desarrolladas donde las enfermedades mentales tienen mayor afectación, ya que la proporción de los años de vida ajustados en función de la discapacidad que causan estos males -indicador que combina los años de vida perdidos por muerte prematura y los años perdidos por discapacidad- es del doble (23 por ciento) que en las naciones de ingresos medios y bajos (11 por ciento).
Pero en el caso de la depresión grave, ésta ocupa el quinto lugar en la clasificación de las 10 causas más importantes de morbilidad a escala mundial, y se sabe que este mal reviste "idéntica importancia en los países en desarrollo".
La OMS considera que en la mayor parte de las naciones los servicios de salud mental deben ser "analizados, revaluados y reformados para ofrecer mejor tratamiento y atención disponibles" y lamenta que en muchos países el presupuesto público destinado a la salud mental se invierta principalmente en el mantenimiento de la atención institucional, y apenas se dediquen recursos a servicios más eficaces para la comunidad.
|