México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
DESDE EL OTRO LADO
Arturo Balderas Rodríguez
La implacable realidad
QUIENES SE DEDICAN al análisis político coinciden en que en los debates entre el presidente Bush y el senador Kerry, éste se vio más seguro y conocedor de los temas planteados. Respondió con aplomo y evidencias a los ataques sobre su inconsistencia en relación con la guerra de Irak, en tanto que el presidente tuvo dificultad para justificarla, más aún después de que por enésima vez altos funcionarios de su administración negaron las razones que usó para ello. El secretario de la Defensa declaró que no había conexión entre Al Qaeda y Hussein. Por otro lado, el comisionado del mandatario para encontrar las armas de destrucción masiva informó que sólo existieron en la trastornada cabeza del derrocado presidente de Irak.
LA POLITICA EXTERIOR y la doméstica fueron tema de los debates, pero Irak predominó en ambos y no se conoció la agenda de los candidatos para el resto del planeta. Habrá que recurrir a la historia reciente para encontrar las claves de lo que serán las relaciones externas de Estados Unidos con uno u otro en la presidencia.
NO OBSTANTE LOS ya incontables sondeos de opinión, es prematuro saber cuál será el impacto después de ambos debates. Un año después de iniciadas las campañas, el electorado sigue dividido a la mitad, y ninguno de los candidatos puede estar seguro sobre el desenlace de las elecciones. Persiste la duda sobre el voto de los electores indecisos, a los que se han sumado varios millones de jóvenes que se han registrado para sufragar por primera vez.
NO ES FACIL RESPONDER al porqué de las dificultades de Kerry para convencer sobre su viabilidad como presidente. Ni la comprobada falsedad de las razones para invadir a Irak y el desastre posterior, ni la pérdida de empleos o el déficit sin precedente han sido motivos suficientes para que el electorado dé la espalda al presidente y otorgue su confianza al candidato demócrata. No hay unanimidad entre los comentaristas políticos sobre las causas de ello; si acaso coinciden en que Kerry debió responder más enérgica y oportunamente a las difamaciones sobre su persona y trayectoria, y por lo visto en el más reciente debate, a su falta de instinto para aprovechar las evidentes debilidades de su contrincante.
PARA SATISFACCION DE sus partidarios, por fin respondió con la misma agresividad que emplea el equipo del presidente. Hay incertidumbre sobre la reacción de los votantes que prefieren la mesura, pero aun perdiendo su voto, Kerry recuperará la confianza de los que dudaban de su carácter. León García Soler escribió en estas mismas páginas que puede ser el voto del miedo el que decida la elección. Es muy probable, pero también será el reflejo de una realidad más fuerte: el profundo sentimiento conservador de la mitad de los estadunidenses que, más allá de cualquier coyuntura electoral, hace del cinismo una poderosa arma política y de la incertidumbre su mejor aliada. abalderasr@yahoo.com.mx
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