La cerrazón foxista puede propiciar situaciones de conflicto, expresa su dirigente

El país, en riesgo de crisis social, advierte el SME

PATRICIA MUÑOZ RIOS

El país está en riesgo de sufrir una "crisis social" y acciones de ingobernabilidad, advirtió el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Rosendo Flores Flores, quien planteó que ante la cerrazón y la intransigencia del gobierno foxista para atender sectores como el laboral, es muy probable que se generen situaciones de conflicto.

El gobierno de Vicente Fox, está mostrando gran autoritarismo frente a los reclamos sociales y la prueba más evidente es cómo enfrenta el problema del IMSS, en el que lejos de buscar negociación y diálogo con los trabajadores, impuso su reforma sin importar el costo social y esto es un reflejo de lo que se espera para los trabajadores del país. Por ello en esta última etapa del sexenio, "seguramente nos van a llevar a un problema social" sin importar consecuencias, con tal de defender sus reformas, expuso Flores.

El actual gobierno, agregó, ha mostrado gran capacidad para polarizar y embrollar más los problemas, y cuando lanzó su propuesta de diálogo estaba fingiendo. La cerrazón, las actitudes desesperadas, la ausencia de acuerdos y la falta de verdadera intención de atender a cada sector social, "nos va a llevar a un callejón sin salida como país", dijo.

Esta posición autoritaria e insensible al reclamo social, dijo, "no encontrará otra respuesta que lo que nosotros hemos tratado de esquivar siempre, que es la huelga nacional, o al menos de las organizaciones agrupadas en el Frente Sindical, Social y Popular".

Es una verdadera irresponsabilidad que el gobierno no quiera atender su obligación fundamental: los problemas sociales. Resultó peor el gobierno panista que los del PRI para los trabajadores, porque es un gobierno que ha privilegiado los intereses de los empresarios, ya sea extranjeros o nacionales; que ha beneficiado y hasta subsidiado lo mismo a banqueros que a trasnacionales; que ha buscado poner las condiciones en la mesa para que el capital pueda tener mayores ganancias, pero que cuando los trabajadores reclaman sus derechos mínimos, les llama "privilegiados", expuso.

Añadió que, ya encarrerado, es previsible que el gabinete foxista busque imponer todas sus reformas, pero "por el bien de todos, es mejor que desista, porque los trabajadores no le dejarán pasar ninguna de estas iniciativas y, de empecinarse en ello, los conflictos tomarán cauces impredecibles".