México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
Elecciones en Estados Unidos
La estrategia del mandatario busca el voto de 4 millones
de cristianos conservadores
Iniciativas religiosas, parte clave de la campaña
de Bush en busca de la relección
Republicanos envían a votantes advertencias de
que "los liberales" pretenden prohibir la Biblia
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 10 de octubre. El Partido
Republicano recién envió por correo advertencias a votantes
en dos estados de que "los liberales" (léase candidatos demócratas)
buscan prohibir la Biblia, mientras que esta semana los legisladores republicanos
realizaron un voto simbólico en el Congreso en favor de una enmienda
para prohibir el matrimonio entre homosexuales, y el mes pasado aprobaron
una legislación que prohíbe cualquider intento de eliminar
la palabra "Dios" del juramento de lealtad a la patria.
Ninguna
de estas iniciativas fue noticia de primera plana en los medios nacionales
y el presidente George W. Bush no los menciona en sus discursos transmitidos
a nivel nacional o en los debates presidenciales. Pero son parte clave
de la estrategia electoral del presidente y su equipo para movilizar el
voto de las bases religiosas conservadoras y ofrecer municiones para el
ejército de organizaciones conservadores, cuyo mensaje llega a decenas
de millones de personas cada mes.
Los estrategas republicanos creen que 4 millones de cristianos
conservadores se quedaron en casa durante la última elección
y quieren asegurar que eso no se repita el 2 de noviembre (día de
las elecciones nacionales).
Los correos a los votantes en Arkansas y West Virginia
fueron parte de este esfuerzo. La propaganda enviada a votantes en la primera
entidad incluyó una imagen de la Biblia y la palabra "prohibida"
escrita sobre la portada en letras negras. "Esto será Arkansas si
no votas", dice el boletín incluido, e igual para West Virginia.
Christine Iverson, vocera del Partido Republicano, confirmó que
los correos fueron enviados por su partido. Pero esto es sólo la
pequeña parte de un esfuerzo masivo que incluye decenas de millones
de correos, propaganda y cartas redactadas por pastores para promover el
voto religioso en favor de Bush.
Una cara de Estados Unidos es la de un país fundamentalista
religioso. Aquí, 160 millones se identifican de alguna manera como
cristianos. Encuestas registran que los votantes que fielmente acuden a
la iglesia cada semana votan abrumadoramente por los republicanos, mientras
los que van con menor frecuencia, o nunca lo hacen, tienden a optar por
los demócratas. Pero estrategas republicanos están muy conscientes
de que en la última elección presidencial, Bush se mantuvo
demasiado en el centro moderado del abanico político para derrotar
a su contrincante Al Gore, y una consecuencia fue que no atendió
suficientemente a este sector conservador religioso. Como resultado sólo
56 por ciento de los que se identifican como parte de la "derecha religiosa"
votaron en la elección, cifra de sólo unos cuantos puntos
más que la tasa de participación electoral de la población
general.
A corregir "errores"
Algunos analistas argumentan que si Bush hubiera hecho
más para promover el voto de la derecha religiosa -o por lo menos
al mismo nivel que otros republicanos lo han hecho en elecciones previas-
pudo haber derrotado fácilmente a Gore en 2000 y hasta evitado la
crisis electoral de Florida.
Justo después de esa elección, Bush empezó
a corregir este error. El presidente estableció una oficina de iniciativas
religiosas dentro de la Casa Blanca y eliminó restricciones sobre
donativos del gobierno a caridades religiosas. El presidente también
ha rociado sus discursos oficiales con referencias a su fe y se ha presentado
en actos religiosos importantes. Es con este mismo propósito para
reconquistar la lealtad de este sector que Bush y su partido han enfatizado
su posición contra el matrimonio gay y defienden las referencias
religiosas en los símbolos nacionales, tal como defienden la inclusión
de la palabra "Dios" en el juramento de lealtad.
Los republicanos han establecido un grupo de trabajo especial
dedicado a profundizar las relaciones con las iglesias conservadoras, instando
a sus fieles a acudir a las urnas y ofreciendo sugerencias sobre cómo
promover el voto como parte del trabajo comunitario de estas iglesias.
A la vez, los estrategas entienden que Bush tiene que
moverse cuidadosamente en este terreno, ya que si el enfoque sobre la religión
es percibido como extremo, esto podría molestar a otros sectores
del Partido Republicano y votantes del centro moderado. Por eso, las advertencias
sobre la amenaza de una prohibición de la Biblia sólo se
enviaron a votantes en ciertos estados y no fueron parte de una campaña
nacional, y el partido ha mantenido un bajo perfil (con letras chicas)
en este tipo de iniciativas, incluyendo en los sitios de Internet como:
"Kerry malo para los católicos", "Kerry malo para los mormones"
y "Kerry malo para los evangélicos".
Sin embargo, la clave en este esfuerzo es la extensa red
de organizaciones de base sumamente bien financiadas con nombres como "La
coalición de valores familiares tradicionales", "El foro águila",
y "Enfoque sobre la familia". La coalición de valores familiares
envía correos a 1.5 millones de personas cada mes e insta a los
votantes a apoyar candidatos opuestos al matrimonio gay y al aborto. El
foro águila es de esas mismas dimensiones.
Pero por el momento la más grande de estas organizaciones
es Enfoque sobre la familia. Trabajando en sus amplias oficinas en Colorado,
Enfoque sobre la Familia cuenta con más de mil 300 empleados encargados
de publicaciones que llegan a por lo menos 2.3 millones de personas cada
mes. Además, el programa de radio del fundador de la organización,
James Dobson, llega a un público mundial de unos 200 millones cada
día.
A la defensa de los "valores"
Aunque oficialmente no partidario, Enfoque sobre la familia
se ha dedicado durante los últimos cinco meses a propagar un mensaje
claro de que los homosexuales de este país están en alianza
con John Kerry para lograr que el gobierno reconozca los matrimonios gay.
"Como nación, estamos en la encrucijada", escribió Dobson
a sus simpatizantes. "El deterioro moral de nuestra sociedad se ha acelerado
de manera alarmante en años recientes y, si las tendencias continúan,
la America que usted y yo conocemos y amamos dejará de existir".
Agregó que "jamás en nuestra historia ha sido más
imperativo que los cristianos presenten sus valores y creencias ante el
mundo a su alrededor, y abrazar el privilegio y responsabilidad de votar".
No necesitaba decir por quién.
Hay mucha gente en este país que está de
acuerdo con ese mensaje. David Brooks (tocayo pero sin relación
alguna con estos corresponsales), columnista conservador del New York
Times explicó recientemente que "la razón por la cual
el nivel de aprobación de Bush se mantiene alrededor de 50 por ciento,
a pesar de un año de matanza en Irak, es por la razón que
muchos de nosotros, comentaristas, no nos gusta hablar: en una nación
de fe y moralista, el lenguaje de Bush tiene resonancia con gente que sabe
que no siempre es competente, y que sabe que no siempre domina cada argumento,
pero que pueden percibir un molde compartido de pensamiento".
No tan diferente como algunos países del mundo
musulmán siempre criticados aquí, el sector fundamentalista
religioso de Estados Unidos está muy cerca del poder.
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