México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
Se desmiente la versión de que autoridades federales lo habían desaparecido, afirma
Creel: la captura de Ponce echa abajo "insidias" contra el gobierno foxista
JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO
Guadalajara, Jal., 10 de octubre. Con la aprehensión de Gustavo Ponce Meléndez, ex secretario de Finanzas capitalino, "se echan abajo" todas las "insidias, insinuaciones y especulaciones" que responsabilizaban al gobierno federal en torno a este caso, sostuvo el secretario de Gobernación, Santiago Creel.
Sostuvo que ahora debe irse a fondo en este caso y deslindar responsabilidades, en las que necesariamente se deberá aclarar la relación que el ex funcionario del gobierno capitalino sostenía con su jefe, Andrés Manuel López Obrador. "En este caso no vamos a especular; lo vamos a someter a lo que digan los jueces. Queremos que las cosas se transparenten", declaró.
En conferencia de prensa, realizada luego de ofrecer en el Hospicio Cabañas una comida a los jerarcas católicos que asisten al 48 Congreso Eucarístico Internacional, el responsable de la política interna del país se refirió también a las reglas internas establecidas por el PAN para elegir a su candidato presidencial que participará en las elecciones de 2006, al debate en torno a las reforma del artículo 122 constitucional y a la relación entre el gobierno del presidente Vicente Fox con las iglesias, situación en la que, sostuvo, la "simulación ha quedado atrás".
El secretario se congratuló por la aprehensión del ex funcionario capitalino, "con lo cual -subrayó- se echa abajo toda la serie de teorías, rumores y demás especulaciones que se han dado en torno a Ponce. Además -añadió-, se decía que había desaparecido y de ello se responsabilizaba al gobierno federal; se hacían una serie de insinuaciones e insidias, pero qué bueno que se le capturó y ahora todo saldrá a la luz y se sabrá la relación que tenía el jefe del Gobierno capitalino con su ex secretario de Finanzas".
Señaló que "si hubo irregularidades, que se deslinden las responsabilidades correspondientes", pues hasta antes de su desaparición "se supo que el señor Ponce sostuvo una conversación con el jefe del Gobierno capitalino. Ahora tuvo que ser el gobierno federal el que, con esfuerzos e inteligencia, logró su captura. Hoy está en manos de los jueces y serán ellos los que decidan".
Respecto a las reglas que su partido estableció para quienes deseen contender por la candidatura panista, Creel planteó que, como militante, "quiero como mi partido quiera. Estoy contento de que el partido haya tomado decisiones y me da mucho gusto que eso sea así. Lo que mi partido haya decidido está más que bien".
Al referirse al tema del artículo 122, sostuvo que la reforma fue una propuesta que se planteó en la Convención Nacional Hacendaria, en la cual se acordó que, en materia educativa, se promovería un trato equitativo para todos los estados, "y así se convino y el gobierno capitalino no puso ninguna objeción en su momento".
Agregó que ese fue un planteamiento presentado desde el Poder Legislativo, en el cual debe decidir la mayoría de sus integrantes. "Es un atentado contra la democracia intentar detener un proceso legislativo por la fuerza", subrayó al referirse a la irrupción violenta de representantes perredistas, primero del Distrito Federal y luego federales en la Cámara de Diputados. "Hay veces que el Congreso tiene opiniones distintas, pero hay que recordar que cuando habla, lo que dice es ley, y la ley se acata tal cual."
Finalmente, al abordar el tema de las relaciones del Estado con las iglesias y el reconocimiento que minutos antes había hecho al papel que ha jugado la doctrina católica en la formación del país, expuso: "hoy vivimos en un país diferente, donde podemos decir las cosas por su nombre. Si hubo un conflicto religioso, lo decimos con claridad: persecución religiosa. Y si antes las relaciones no eran abiertas, hablamos de simulación con todas sus letras. Esto también es parte de la cultura democrática, parte de los valores que representa el gobierno del presidente Fox".
Añadió que hoy desde el gobierno federal se llama a las cosas por su nombre: "hacemos un reconocimiento a la Iglesia católica por su aporte a la historia nacional y, sobre todo, viviendo en un Estado laico, como es México. Debemos reconocer a la Iglesia católica como a todas las iglesias del país, sin perder la laicidad del Estado mexicano".
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