México D.F. Sábado 9 de octubre de 2004
Grass alienta a la galardonada para viajar a Estocolmo
Con el Nobel, Jelinek pasó del vituperio a las loas en Austria
AFP, DPA Y NOTIMEX
Viena, 8 de octubre. Los temores de Elfriede Jelinek se confirmaron un día después de ser distinguida con el Nobel de Literatura. La escritora, quien durante décadas ha sido vituperada por los políticos austriacos y la prensa sensacionalista, es utilizada ahora para promocionar a Austria como nación cultural.
''Un reconocimiento a Austria como lugar de creación", fue lo que dijo el secretario de Estado de Cultura, Franz Morak sobre la concesión del premio, mientras el canciller federal Wolfgang Schuessel apuntó: ''Jelinek genera irritaciones y para ello debe haber espacio en la cultura".
Inclusive el popular diario Kronen-Zeitung, cuyo escritor de cabecera hace años hacía rimar Jelinek con Dreck (inmundicia), alabó hoy la ''valiente decisión". A su vez, el periódico alemán Frankfurter Allgemeine, al comentar la decisión de la Academia Sueca, afirmó que los libros de la galardonada son ''sumamente controvertidos" y en su patria son más injuriados que celebrados.
''El mundo que ella describe está marcado por el deseo y la codicia, por la violencia, el sometimiento y el abuso del poder. Es una jaula de animales carnívoros de las convenciones, donde se celebran rituales de espanto y banalidad", comentó.
El rotativo afirmó que la escritora utiliza cualquier medio para presentar eso. ''Sus libros son todos iguales: poéticos y obscenos, atrozmente cómicos y aburridos hasta la muerte, sumamente inteligentes y terriblemente planos".
Apuntó que Jelinek, ''así de radical y de falta de compromiso como en su crítica de la civilización, utiliza cualquier ocasión para mostrar su odio por su patria, Austria", y cree reconocer en ese país -dijo- la continuación de los efectos del fascismo.
''Pudo haber sido mayor la sorpresa'', señaló el periódico, y recordó que sólo cinco años después de que Günter Grass ganó el Nobel (1999), se galardona ahora con Jelinek otra vez a una voz literaria del espacio europeo de habla alemana.
Este viernes, el autor de El tambor de hojalata alentó a su colega para viajar a Estocolmo y recibir personalmente el Nobel 2004, en una entrevista que publica el diario Dresdner Morgenpost.
''Me alegro de la elección y confío en que la señora Jelinek volverá a reflexionar sobre las dudas que tiene de acudir a Estocolmo. Es un trabajo muy penoso, pero divertido'', manifestó Grass. |