Disuelve la policía cubana un plantón de protesta

Trasladan a La Habana al disidente Angel Moya Acosta

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 7 de octubre. El prisionero opositor Angel Moya Acosta fue trasladado hoy des-de el extremo oriental de Cuba a la capital, después que policías de civil disolvieron en la madrugada del jueves aquí un plantón en demanda de urgente atención médica para el reo, informaron sus familiares.

Moya, de 39 años de edad, inmovilizado por una hernia discal y recluido en la prisión de Los Mangos, provincia de Granma, fue internado en el hospital militar Carlos J. Finlay de La Habana, dijo a La Jornada su esposa, Berta Soler Fernández.

Entre el mediodía del martes y la madrugada del jueves, Soler y otras familiares de presos políticos protagonizaron una insólita protesta pacífica en los linderos de la Plaza de la Revolución de la capital.

Berta y su cuñada Lídice Moya entraron el martes al complejo de edificios oficiales que bordea la plaza por el sur, para entregar en la Oficina de Atención a la Población del Consejo de Estado una carta dirigida al presidente Fidel Castro, pidiendo un permiso para que el preso fuera intervenido y convaleciera en un hospital adecuado.

La esposa y la hermana de Moya dijeron en la oficina que, por la urgencia del caso, esperarían respuesta en un lugar cercano. Con alimentos y agua se instalaron en un parque frente a la terminal de autobuses, a un lado del Ministerio de Comunicaciones, en el límite noreste de la Plaza.

A las dos mujeres se unieron familiares de presos políticos y activistas. Sin carteles ni gritos, el grupo se quedó ahí unas 40 horas, en la primera protesta de su tipo en cuatro décadas en las cercanías de la simbólica explanada, escenario de concentraciones oficiales.

"La respuesta será ver a Moya frente a mí", había dicho Berta durante el plantón. "Voy a esperar hasta que lo vea o hasta que me arresten".

Soler, microbióloga de una maternidad, dijo que decidió quejarse así porque el 10 de agosto el Ministerio del Interior le informó que estaba aprobado el traslado de su esposo. "Pero me sentí engañada", dijo la mujer, porque casi dos meses después seguía en prisión, "tumbado en un camastro".

El plantón terminó a las tres de la mañana del jueves anterior, cuando un hombre de civil se acercó a Berta y le pidió que se fueran, "en nombre de la autoridad".

Ella respondió que se quedarían hasta lograr su objetivo, tras lo cual unos 40 civiles salieron de las sombras del parque y detuvieron a las 10 personas que estaban en el grupo, seis mujeres y cuatro hombres.

En 10 autos Lada (compacto ruso) con matrícula particular, uno para cada detenido, los activistas fueron llevados a sus domicilios. Dos de las mujeres fueron interrogadas en una estación de policía y los cuatro hombres recibieron actas de advertencia, una especie de antecedente penal sin sanción.

Esta tarde Soler recibió el aviso del traslado de Moya, uno de los 75 activistas condenados en forma sumaria el año pasado, con sentencia a 20 años de cárcel, quien fue adoptado como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional.

En junio pasado, durante una conversación casual en un coctel diplomático, Berta habló del caso con el médico Antonio Castro Soto del Valle, hijo del mandatario, quien se interesó y ofreció intervenir personalmente en la operación.

Desde Miami, Dpa informó que falleció víctima de un cáncer hepático el anticastrista Andrés Nazario Sargent, de 88 años, secretario general de la paramilitar Alpha 66, que se atribuyó varios sabotaje en Cuba y el extranjero contra intereses de la isla.