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México D.F. Martes 5 de octubre de 2004
Los filmes no puede estar fuera del contexto político; son un arma, expresa en entrevista
Entre más conservador EU, más radical será su cine independiente: Van Sant
Presentó Mala noche en el Festival de Morelia, donde se hace una retrospectiva de su trabajo
El gobierno estadunidense no es político, sino corporativista, puntualiza el realizador de culto
JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO
Morelia, Mich., 4 de octubre. El multipremiado cineasta estadunidense Gus Van Sant, ganador en 2003 de la Palma de Oro de Cannes (por Elephant, sobre el tiroteo en la escuela Columbine en 2001) y reconocido por trabajos como Drugstore cowboy, Gerry y Mala noche, presentada en el Segundo Festival Internacional de Cine de Morelia, donde se realiza una retrospectiva del cineasta, afirma de forma crítica: "Mientras más conservador es el gobierno de mi país, más radical se hará el cine (independiente). El nuestro, no es un gobierno político, es un gobierno de corporaciones. Sin duda, el cine mundial está siendo afectado por la industria corporativista".
-ƑQué posibilidades tienen los realizadores que pretenden hacer un cine independiente si la maquinaria corporativista avasalla al séptimo arte en el mundo?
-Creo que el cine independiente se hace fuerte. Las corporaciones hacen remakes de cintas independiente, explotan a quien pueden. Sólo se trata de dinero. Hay algunas excepciones como HBO, pero en general ahora se hacen videofilmes, son trabajos cada vez más independientes. Los estudios, que ahora no son de dueños únicos, sino de corporaciones, sólo se fijan si una cinta puede ser la más taquillera; sólo es comprar y vender. Esta maquinaria corporativa es un tren que ya no se puede detener; está sin control.
Imágenes perturbadoras y honestas
Van Sant es considerado por algunos un director de culto por sus imágenes perturbadoras y honestas. Desde joven realizó algunos cortos con una camarita súper 8. La vida lo llevó a Rhode Island, donde inició con un proyecto denominado Alice in Hollywood, que nunca se estrenó. La vida marginal de ese lugar fascinó al realizador, que pronto se mudó a Nueva York, donde dos años después y con 25 mil dólares ahorrados filmó Mala noche, una historia de amor entre el empleado gay de una tienda y un inmigrante mexicano.
"No estaba seguro de lo que quería hacer. Estaba temeroso porque no sabía si en realidad era una historia, aunque la verdad quisiera seguir trabajando con un equipo y actores como con los que lo hice en esa cinta, escrita por un poeta de Oregon.
Filmada en blanco y negro, Mala noche le dio al director el aplauso de los circuitos independientes y del Festival de Los Angeles. El éxito de la cinta atrajo a Hollywood. Van Sant fue cortejado por Universal, pero la relación terminó porque a los estudios no les gustó la visión del cinerrealizador.
El estadunidense, autor del remake de Psycho, de Alfred Hitchcock ("no vuelvo a hacer un remake, no me gustó, es algo difícil", dijo Van Sant), habló sobre Elephant, que retoma el asesinato de varios jóvenes de la preparatoria Columbine, tema que Michael Moore trató en su documental Masacre en Columbine. "Nunca he pretendido hacer una crítica a Estados Unidos. Quizá sí a algunos males del sistema educativo del país que, por cierto, también existen en otras naciones. Observé que había cierto tipo de violencia en las escuelas, el mismo que se mira en los medios de comunicación, como el que se ve en otros lugares fuera de Estados Unidos. Creo que Michael Moore sí fue más crítico sobre los asuntos del país, más preciso con su nuevo filme. Ahora los cineastas pueden expresar mejor sus ideas políticas, es una gran ventaja".
Los premios no son esenciales, pero son bienvenidos
Sobre sus premios, Van Sant dice no ser un buen ganador. "Supongo que la gente de los jurados como Cannes tiene una visión crítica, pero debo reconocer que todos siempre quieren ganar el premio. Yo lo siento y me siento culpable, porque cuando ganamos había extraordinarios trabajos de gente como Lars von Trier. Los premios no son parte esencial de mi mente, pero son bienvenidos."
Drugstore cowboy es un clásico contemporáneo; es una cinta en la que aparece el extinto escritor beat William Borroughs, quien escribió su papel, el de un sacerdote yonqui, dice Van Sant, quien ha trabajado con todo tipo de actores y actrices, como Nicole Kidman, en Todo por un sueño. "Es una mujer a la que no le tuve que decir nada, en dos semanas previas al rodaje, ella ya tenía controlado lo que iba a hacer, casi no tuve nada que explicarle, es una gran actriz, y la cinta en la que trabajé con ella fue para hacer cierto tipo de cine, pero en general, los personajes de mis cintas son gente marginada, quizá porque yo mismo me siento de esa forma".
No estuvo exenta su crítica política. "Quiero votar por Kerry -el candidato demócrata-. El cine no puede estar fuera del contexto político. Se puede usar de arma política, pese a que no debe ser la única, debe haber otras maneras. Por mi parte, el cine lo utilizo como expresión social, más que política, porque ésta en ocasiones me confunde el panorama, ya que siempre hay algo oculto, que la mayoría desconoce".
Sobre su reciente proyecto, que se decía era sobre la muerte de la estrella de rock grunge Curt Cobain, Van Sant aclaró que es en relación con un músico importante, es alguien como Cobain, pero no se llama así, es en torno de los dos últimos días con su banda. Y es que Gus Van Sant es una admirador de la música. Tiene dos docuementales sobre David Bowie (Bowie. the video collection y The best of Bowie).
Se le preguntó si era una moda hacer cine independiente y si eso daba estatus. El realizador contestó: "Hacer cine da un estatus desde los años 20. Quizá se ha incrementado el desarrollo de cine independiente y pueda ser una moda, pero es debido a que algunos quieren estar al margen de Hollywood. Se está convirtiendo más en una posibilidad de hacer cine, en un modelo".
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