México D.F. Martes 5 de octubre de 2004
El grupo musical sudafricano abrirá el
Festival Internacional Cervantino
Ladysmith Black Mambazo trae a México ''un mensaje
para mantener la esperanza''
ANGEL VARGAS
La música desempeña un papel determinante
en la historia del pueblo sudafricano y para la población de raza
negra, en especial, ha representado un arma de lucha y resistencia para
enfrentar e imponerse a la explotación y las injusticias, entre
ellas la segregación racial (el apartheid).
También ha sido elemento de cohesión familiar
y preservación de tradiciones, agrega el cantante Albert Mazibuko,
integrante de Ladysmith Black Mambazo, uno de los ensambles vocales más
importantes de Africa y el mundo, que por primera vez visita México
como parte de delegación sudafricana que participará en el
Festival Internacional Cervantino (FIC), el contingente artístico
más numeroso e importante que ha salido de aquel país.
''El
poder de la música es ilimitado, hace sentir diferente a las personas.
Es una forma de celebrar pero también de resistir, de enfrentarse.
En los años del apartheid no era permitido que la gente de
color se desplazará de un sitio a otro sin autorización y
nosotros, como grupo, veíamos en la música la posibilidad
de movernos", comenta.
''Nos metíamos en nuestro camión y, sin
permiso, viajábamos de un lugar a otro. Cuando la policía
nos detenía y nos lo exigía, nunca le respondimos en palabras;
comenzábamos a cantar hasta que nos dejaban libre el paso. Por ello,
aunque éramos ya famosos, no salimos de Sudáfrica durante
esa época; nuestro pueblo nos necesitaba, éramos parte de
la esperanza de la gente."
Con el fin del apartheid, hace 10 años,
la visión que sobre el arte sonoro se tiene dentro del ensamble
es diferente, según Mazibuko: ''Ahora vemos a la música como
celebración, como un medio que mueve a las personas, mediante el
que se puede expresar la alegría, la felicidad y la belleza. Como
grupo, hoy estamos en ese momento".
Previo a viajar rumbo a Guanajuato, donde inaugurarán
este miércoles la fiesta cervantina, los integrantes de Ladysmith
Black Mambazo sostuvieron ayer un encuentro con los medios de comunicación,
en la ciudad de México.
Entre otros aspectos, explicaron que el estilo de su música
-denominado isikhwela, en zulu- proviene de una tradición coreográfica
y coral nacida en el siglo XIX entre los mineros de su país, la
cual consistía en manifestar, mediante gritos y golpes en el suelo,
su inconformidad, y que después se depuró para devenir en
suaves armonías vocales y pasos dancísticos ligeros.
Por la fidelidad a las tradiciones
Los temas de sus canciones son diversos, aunque si se
les pide destacar un hilo conductor responden que éste consiste
en ''hablar del valor, de la necesidad de estar juntos. Nuestro mensaje
es una invitación a mantener la esperanza, pedir que respeten sus
tradiciones y les sean fieles".
El repertorio incluye canciones de amor y gospel, además
de que los intérpretes admiten la influencia de la música
de celebraciones religiosas, así como la de naturaleza bélica.
Sobre el origen del grupo, explican que se debe al ex
mecánico Josep Shabalala, quien lo fundó a partir de un sueño,
literalmente, estado del que han nacido asimismo todas las composiciones
que el ahora director y compositor ha creado para el ensamble.
El singular y exquisito nivel alcanzado por Ladysmith
Black Mambazo le ha valido trabajar al lado de Paul Simon, así como
participar en bandas sonoras de filmes, entre ellos El rey león,
de Disney.
A la fecha ha ofrecido más de mil conciertos y
se la pasa medio año de gira; en México iniciará la
próxima, la cual incluye presentaciones, además de Guanajuato,
en Michoacán; después viajará a Estados Unidos y luego
a Europa.
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