México D.F. Martes 5 de octubre de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
BM y FMI lamentan la pobreza, pero olvidan cómo la fomentan
En una década el mundo en desarrollo pagó 25% del PIB de EU por servicio de deuda
COMO CADA AÑO, AL TÉRMINO de su reunión anual las cabezas visibles del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresan su pesar por las miserables condiciones en las que sobrevive la mayoría de la humanidad y renuevan su llamado para que "todos" realicen un mayor esfuerzo para abatir la pobreza en el planeta.
ESE HA SIDO EL TONO UTILIZADO desde la fundación de los citados organismos, más de medio siglo atrás, y la recientemente clausurada asamblea de ambas instituciones no tenía por qué ser la excepción. De la mano, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, y el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, renovaron el "exhorto" y lamentaron la carencia de resultados.
AMBOS "RECONOCIERON QUE los delegados concluyeron estas reuniones sin ningún avance sustantivo para aliviar la deuda y encontrar mecanismos para aumentar los flujos de asistencia para los países más pobres". Wolfensohn subrayó que "si queremos estabilidad en nuestro planeta, tenemos que luchar para acabar con la pobreza... La erradicación de la pobreza es central para la estabilidad y la paz... hoy la mitad de la población del mundo vive con menos de dos dólares diarios" (La Jornada, Jim Cason y David Brooks).
EL PROXIMO AÑO, COMO EN los anteriores y los siguientes, se repetirán las declaraciones y se reportarán idénticos resultados: no se abatió ni se "alivió" la pobreza, movimientos ambos que en buena medida van de la mano.
AMBOS FUNCIONARIOS "LAMENTAN" el panorama, en un intento por obviar que han sido los organismos que presiden los grandes impulsores -por ser delicado con el término- de los esquemas económicos que han pauperizado a millones de habitantes de este sufrido planeta.
DICEN SENTIRSE AFECTADOS por los nulos "avances para aliviar la deuda y encontrar mecanismos para aumentar los flujos de asistencia para los países más pobres", pero ellos saben muy bien por qué no los hay; conocen el mecanismo y cómo funciona en demérito de las naciones "menos favorecidas", como gustan en llamarles.
EL CIRCUITO QUE MANTIENE en la miseria a la mitad de la población mundial y a la otra mitad a un paso de estarlo, lo ha detallado la ONU: por cada dólar que los países ricos destinaron al combate de la pobreza en 2001, las naciones pobres reembolsaron (a los ricos y sus organismos financieros) alrededor de 6.52 dólares, vía pago del servicio de la deuda externa. Aún en el hipotético caso de que se alcanzara la llamada "meta del milenio" (100 mil millones de dólares anuales del año citado a 2015) para abatir los indicadores de pobreza a la mitad, la transferencia financiera de los pobres hacia los ricos se mantendría en un nivel no menor a tres dólares por cada uno que recibieran por "asistencia".
NO PARECE MUY COMPLICADO entender por qué no se "alivia" la deuda ni se reduce la pobreza, y en la línea trazada por la ONU si los países ricos llegaran a "contribuir" con 100 mil millones de dólares anuales para abatir la pobreza, de las naciones depauperadas recibirían no menos de 300 mil millones cada 12 meses.
EN SOLO UNA DÉCADA (1992-2001), por servicio de su deuda externa (algo de capital y muchísimos intereses) el mundo en desarrollo destinó 2 billones 690 mil millones de dólares, algo así como 25 por ciento del producto interno bruto estadunidense, a precios actuales. A pesar de ello, en diciembre de 2001 ese mayoritario grupo de naciones aún debía 2 billones 130 mil millones de dólares, 3.2 por ciento más que el año previo y alrededor de 60 por ciento más que en igual mes de 1992.
AL CONCLUIR 2001 LA DEUDA externa de América Latina sumaba 817 mil millones de dólares; diez años atrás el saldo fue de 478 mil, un aumento mayor a 70 por ciento entre una fecha y otra. En el periodo, de la región se transfirieron a las grandes metrópolis y sus centros financieros un billón 220 mil 500 millones de dólares por el pago del servicio del referido débito, monto cercano al requerido por la ONU entre 2001 y 2015 para alcanzar la "meta del milenio".
CASI 40 POR CIENTO DEL producto interno bruto regional se destinó al pago del servicio de la deuda externa y permitió "mantener las reglas del juego", obviamente impuestas por organismos como el Banco Mundial y el FMI, que hoy no se explican el por qué de la pobreza.
COMO LOS LATINOAMERICANOS, los países africanos no fueron ajenos, no lo son, a esa expoliación que fundamenta el por qué de la miseria en el circuito del otrora llamado Tercer Mundo, hoy conocido simplemente como "el grupo de naciones menos favorecidas".
DE ACUERDO CON LAS CIFRAS de la ONU, las naciones africanas transfirieron a las metrópolis y su centros financieros casi 310 mil millones de dólares entre 1992 y 2001 por el servicio de su deuda externa. Al concluir el último de los años citado, el saldo de dicho débito sumó 320 mil millones de dólares, 22 por ciento más que al inicio del periodo. Igual circunstancia prevalece en los países asiáticos: cubrieron 790 mil millones de dólares por intereses y amortización de capital y su saldo cerró 2001 en 682 mil millones de dólares. A los pobres de Medio Oriente y Europa no les fue mejor: erogaron 371 mil millones de dólares por servicio en el lapso de referencia y "dejaron pendientes" 311 mil millones de dólares.
SI UN SELECTO GRUPO DE países se dedica al saqueo institucionalizado y obtiene 2 billones 690 mil millones de dólares en diez años, lógico resulta que en las naciones que generosamente canalizaron esos recursos sobrevivan con menos de dos dólares diarios alrededor de 3 mil millones de seres humanos.
LA LOGICA, SIN EMBARGO, no es el fuerte del Banco Mundial y del FMI, porque sus cabezas visibles todavía no alcanzan a entender por qué "en las reuniones mundiales sólo se hacen promesas para asistir económicamente a países en vías de desarrollo, pero los recursos nunca llegan" (Wolfensohn dixit).
Las rebanadas del pastel:
COMO SIEMPRE, EL ULTIMO EN enterarse: "México está hoy más que nunca ligado económicamente a Estados Unidos", celebra el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. [email protected]
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