Segundo Congreso Latinoamericano de Ciencia Política

Deben los partidos religarse a las demandas ciudadanas: académicos

JOSE GALAN

Los partidos atraviesan por un proceso de desgaste, pero hasta ahora no han surgido otras formas de organización política que tomen su papel. Por ello deben recomponer su capacidad de articulación de las demandas ciudadanas y su conversión en políticas públicas, afirmaron ayer investigadores y académicos en el contexto del segundo Congreso Latinoamericano de Ciencia Política, celebrado en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Jacqueline Peschard, ex consejera electoral y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, sostuvo que la democracia alcanzada por la mayoría de las naciones latinoamericanas -entre ellas México- no ha sido suficiente para garantizar un ejercicio de gobierno que atienda las principales demandas de los ciudadanos.

De allí que uno de los principales retos de la democracia en la región, explicó, es hacer que la legitimidad lograda en las urnas encuentre legitimación en la gestión gubernamental. Subrayó que los gobiernos surgidos de elecciones libres levantan tantas expectativas de la población que luego no pueden traducir esa legitimidad obtenida en las urnas en acciones operativas de gobierno.

"Ante el desencanto social, aparecen líderes carismáticos dispuestos a responder a las demandas de la sociedad, pero dejando fuera las exigencias impuestas por las reglas de la democracia y la regulación institucional", agregó, al participar en la mesa Los Retos de la Consolidación Democrática.

Manuel Alcántara Sáenz, secretario de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, dijo que sólo Uruguay, Chile y Costa Rica obtendrían una nota de "sobresaliente" en el ejercicio de su democracia, mientras que nueve de 17 países de la región ni siquiera alcanzarían calificación aprobatoria.

Señaló que la inclinación de los latinoamericanos por el régimen democrático muestra una "inequívoca" valoración positiva, ya que para 71 por ciento de los entrevistados en 2004 "la democracia puede tener sus problemas, pero es el mejor sistema de gobierno", y para 53 por ciento, "la forma en que uno vota puede hacer que las cosas mejoren".

Pero también advirtió que en la región impera la percepción de que, al no incorporar la dimensión social, la democracia se convierte en una mera formalidad que únicamente será real cuando logre integrar, de modo efectivo, a quienes sufren cualquier tipo de precariedad o necesidad.