México D.F. Domingo 3 de octubre de 2004
La SSP desplegó 8 mil agentes de seguridad;
muchos vestían de civil
Sólo incidentes menores durante la marcha; 11
detenidos y 4 lesionados
Grupos de estudiantes también realizaron acciones
de seguridad y resguardaron edificios y negocios que fueron agredidos durante
las manifestaciones del año pasado
GUSTAVO CASTILLO, GEORGINA SALDIERNA Y AGUSTIN SALGADO
Once detenidos y cuatro lesionados fue el saldo de los
incidentes que ocurrieron en torno a la marcha conmemorativa de la matanza
del 2 de octubre de 1968, a pesar de los 8 mil elementos que desplazó
la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP).
Muchos agentes cumplieron sus funciones vestidos de civil.
Pese a estos reportes, durante el desarrollo de la marcha,
desde la Plaza de las Tres Culturas hasta el Zócalo, no hubo incidentes
graves, enfrentamientos entre supuestos estudiantes ni destrucción
de algún objeto o comercio.
Los contingentes no sólo fueron vigilados por los
miles de elementos policiacos, sino también por grupos de estudiantes
que se encargaron de realizar vallas en los sitios donde el año
pasado hubo incidentes, como fue el caso de la Torre del Caballito.
El
subsecretario de la SSP, Gabriel Regino, negó que hubiera enviado
a policías vestidos de civil, y aseguró que sólo comisionó
a 110 "empleados administrativos" para realizar funciones de "indicadores"
(personas que se encargan de comunicar al centro de mando cualquier incidente)
sin embargo, centenares de elementos vistieron camisetas de color blanco
y vigilaron la movilización desde la misma Plaza de las Tres Culturas
en Tlatelolco hasta la Plaza de la Constitución.
Según el subsecretario, el accionar del personal
de la SSP fue legal, aunque realizaron detenciones sin portar uniforme,
como ocurrió en pleno Zócalo con el fotógrafo del
diario La Prensa, Jaime Llera.
Los elementos de la SSP se apostaron a lo largo de las
aceras de Manuel González, Paseo de la Reforma, avenida Juárez
y Madero.
Hicieron una segunda fila detrás de los policías
que sí vestían uniforme y en algunos casos se dedicaron a
fotografiar o filmar a los manifestantes a bordo de motocicletas sin placas.
El operativo no sólo abarcó las zonas
cercanas a la Plaza de las Tres Culturas, también se instaló
vigilancia en las inmediaciones del Casco de Santo Tomás y así
fue como se logró detener, cerca de las tres y media de la tarde,
a tres jóvenes que portaban petardos, latas de pintura y thínner
en el cruce de Saturno y Flores Magón, en la colonia Guerrero.
En esta acción fue aprehendido Alejandro Caballero
González, de 21 años, quien tenía en su poder 8 petardos
y fue puesto a disposición de la quinta agencia bis del Ministerio
Público; en tanto que Daniel Trejo Hernández, de 18 años,
fue remitido al juez cívico de la séptima agencia. El tercer
sujeto no fue identificado.
Los incidentes en los que hubo el mayor número
de detenidos y lesionados ocurrieron después de las seis de la tarde,
cuando la mayor parte de los contingentes ya habían ingresado a
la plaza y comenzaba el mitin político.
La gresca se debió a que la SSP no puso policías
a vigilar las zonas aledañas al Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.
Supuestamente el agrupamiento Corredor Alameda, bajo las órdenes
del primer superintendente José Barrón, fue destinado a vigilar
la calle de Seminario, pero sin explicación abandonaron el punto
y se concentraron en la calle de 5 de Febrero.
Esa situación fue aprovechada por un grupo de jóvenes
-en su mayoría vestidos de negro y con el cabello pintado- para
despojar de mercancía a cientos de comerciantes semifijos que a
diario se colocan en la calle Seminario.
De inmediato los vendedores se defendieron y se armó
la gresca, lo que obligó a que policías vestidos de civil
y uniformados intervinieran para detener el enfrentamiento, situación
en la cual fue detenido el fotógrafo Jaime Llera por dos elementos
de la SSP que laboraban sin uniforme.
Llera fue obligado a subir a una ambulancia de la Cruz
Roja porque supuestamente estaba lesionado. Minutos después fue
liberado en la calle de Palma.
Tras la riña, el subsecretario Gabriel Regino dijo
lamentar el incidente, que sucedió al finalizar la marcha.
Respecto a los policías vestidos de civil indicó
que los "indicadores" son legales, porque "es personal administrativo y,
según dijo, utilizó a "80 elementos del sexo masculino y
del grupo femenil 30". Sin embargo, desde la calle de Iturbide y hasta
la calle de López se colocó una larga valla de mujeres policías
sin uniforme.
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