México D.F. Lunes 27 de septiembre de 2004
El portero universitario Sergio Bernal evitó
un marcador más abultado
Cuarta derrota de los Pumas en CU; primer triunfo de
Cruz Azul, 3-1
El directivo Aarón Padilla criticó la
"baja de juego de algunos elementos importantes"
CARLOS HERNANDEZ
Al final, una imagen pocas veces vista en el México
68: los aficionados de Cruz Azul brincando y, con el puño en alto,
burlándose de la mayoría unversitaria.
El ambiente en el casi lleno Estadio Olímpico Universitario
era de funeral. No era para menos, ya que los campeones Pumas sumaron su
cuarta caída en casa, cinco en siete juegos, al ser superados claramente
con un marcador de 3-1 que pudo haber sido más amplio, de no ser
por el guardameta Sergio Bernal.
Fue el primer triunfo del Cruz Azul en el torneo y, aunque
sigue en el sótano, su timonel Luis Fernando Tena recibió
un auténtico tanque de oxígeno, mientras ahora los focos
rojos se prendieron en el cuadro de la UNAM, cuya directiva ratificó
en el cargo al todavía silencioso Hugo Sánchez, quien ayer
fue expulsado otra vez por el árbitro Marco Rodríguez.
Los
fanáticos universitarios ya le dieron nombre al que consideran culpable
de los fracasos. Con gritos de "¡Venga Marioni, fuera Alonso!" censuraron
al delantero uruguayo. Más justo, el directivo Aarón Padilla
habló de "la baja de juego de algunos jugadores importantes, que
no están rindiendo lo mismo que la temporada pasada", aunque aclaró
que no tomarán medidas disciplinarias.
Y no dio nombres, pero ni falta hacía. Es notorio
el bajo nivel de Aílton -quien ingresó en cambio por Leandro,
pero nada aportó-, de Jaime Lozano, quien equivocó todos
los pases que mandó, de José Luis Parejita López,
que se ve mal aunque la pasa corriendo y del mismo Kikín
Fonseca, quien lejos de la delantera poco puede trascender.
En cambio, el que por fin brindó un buen juego
fue César Delgado, quien parecía portar una playera de su
selección argentina, ya que ahora sí corrió.
Cruz Azul, otra vez, parece salir de una mala racha a
costa de los Pumas. En la banca quedaron Conejo Pérez y Federico
Lussenhoff y nadie los extrañó. El zaguero, por cierto, sólo
ingresó para ser amonestado. El arquero Emmanuel González
tuvo un par de acertados lances que mantuvieron el triunfo. Tampoco se
echó de menos al lesionado Marcelo Delgado, quien ni en la banca
estuvo.
Y, en la defensa, Ricardo Osorio brindó un gran
partido y apoyó a sus compañeros Joel Huiqui y Aarón
Galindo. El único que falló fue Tomás Campos, quien
dio el pase de gol para los Pumas, pero en venganza fue relegado para el
segundo tiempo.
La primera mitad fue ríspida, de muchos pases equivocados,
hasta que el Chelito Delgado enseñó una estampa de
futbol arte. El seleccionado argentino tomó el esférico en
el área, amagó varias veces a los lentos zagueros y fusiló
entre las piernas al arquero Bernal, para el 1-0 al minuto 8.
Emmanuel González salvó a los celestes al
33, en potente tiro de Joaquín Botero, pero nada pudo hacer en el
39, cuando Campos retrasó el esférico y le dio pase al mismo
boliviano, quien evadió al guardameta azul y tocó fácil
para el empate a uno.
El que mostró su olfato goleador fue Luciano Figueroa.
Al 65 recibió pase de Alejandro Corona y mandó un cabezazo
bombeado que dejó sin oportunidad a Bernal, para recobrar la ventaja
azul. El argentino se colocó un sombrero y, contrario a lo que sucedió
al Chamagol y su gorra del Chavo del Ocho, el silbante no le dijo
nada. Luciano ya estaba amonestado y debió ser expulsado.
El duelo se volvió intenso. Y surgieron las figuras
de los porteros, sobre todo de Bernal, quien salvó a su escuadra
en peligrosos tiros de Cortés y Figueroa.
Cesáreo Victorino, quien ingresó de relevo,
logró el 3-1 con un golazo al 88, cuando el talentoso pero apático
volante remató de volea para un golazo.
Los últimos minutos fueron de oles para Cruz Azul
y silbidos para los Pumas, en plena casa del campeón, cuya directiva
mostró, orgullosa, sus últimos trofeos conseguidos, incluido
el Santiago Bernabéu.
"Un globo no hace fiesta", aceptó Tena, quien dijo
que el triunfo "ayuda de poco en la tabla, pero mucho en lo anímico
y en lo futbolístico". Añadió que "el triunfo merecido,
el partido redondo, es una demostración de lo que podemos hacer"
y hasta aventuró que "podemos dar más y buscar una repesca".
Calificó al arquero González de "extraordinario", pero aclaró
que el Conejo Pérez tiene su jerarquía.
|