México D.F. Domingo 26 de septiembre de 2004
Emplean aspersores como lanzallamas para demostrar
su determinación
Mujeres mazahuas constituyen un ejército
frente a la planta Los Berros
"Ya vimos que a los hombres les tomaron el pelo, nosotras
no vamos a fallar", dicen las líderes
ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL
Villa de Allende, Mex., 25 de septiembre. Unas
60 mujeres mazahuas de este municipio determinaron conformarse como una
organización castrense y se denominaron Ejército Zapatista
de Mujeres por la Defensa del Agua; de inmediato construyeron su primer
cuartel ante las puertas de la planta potabilizadora Los Berros del Sistema
Cutzamala.
Como si se prepararan para la guerra, las indígenas
efectuaron una demostración de sus "tácticas militares" y
marcharon armadas con rifles de madera, palos y machetes en las inmediaciones
de la planta potabilizadora, donde se encuentran atrincheradas desde el
15 de septiembre.
Las
mujeres, que desde hace cinco días tomaron el mando del movimiento
de ejidatarios que demanda a la Comisión Nacional del Agua (Conagua)
el pago de una indemnización de 2 millones de pesos derivado de
los daños causados en 300 hectáreas de cultivo por un derrame
de la presa Villa Victoria, en septiembre pasado, afirmaron que tras un
año de espera ahora recurrirán a las armas para lograr no
solamente el resarcimiento de los daños, "sino que las autoridades
implementen una política integral hidráulica", que incluya
a sus comunidades.
Y es que desde principios de la década de los 80,
cuando entró en operaciones el Sistema Cutzamala, que se encarga
de extraer agua de la región para destinarla al consumo de millones
de personas en el Distrito Federal y su zona conurbada, los campesinos
de Villa de Allende, de origen mazahua, han sido olvidados por las autoridades
y despojados de sus tierras y del agua "que ancestralmente nos pertenece",
dicen.
Además de la indemnización, los inconformes
pretenden recuperar 34 hectáreas del ejido San Isidro que presuntamente
formarían parte del Sistema Cutzamala, pero que a la fecha no han
sido aprovechadas por la Conagua. Exigen la introducción de redes
hidráulicas en ocho ejidos del municipio que carecen de agua potable,
a pesar de que sus ríos alimentan el Sistema Cutzamala, pero sobre
todo que apliquen una política integral hidráulica que frene
la explotación de sus recursos y garantice el cuidado del líquido.
El Ejército Zapatista de Mujeres por la Defensa
del Agua cuenta con seis comandantas, encabezadas por Victoria Martínez,
y sus armas son viejas escopetas de madera, azadones, palos y piedras "que
estamos decididas a utilizar si persiste el engaño de la Conagua".
Este sábado, las mujeres dieron una demostración
de lo que pueden hacer si persiste la "inmovilidad de las autoridades"
para darles respuesta a sus demandas. Ayudadas por un aspersor lleno de
gasolina, que generalmente utilizan sus maridos para fumigar, prendieron
fuego a un maniquí de madera y paja, ataviado con el uniforme que
portan los trabajadores de la planta potabilizadora de Berros.
"Ya vimos que por el camino del diálogo nada logramos
y sólo les tomaron el pelo a los hombres. Ahora nos toca a nosotras
y demostraremos que con las mazahuas no se juega. Podemos levantarnos en
armas y luchar por lo que es nuestro. Sabemos a lo que nos exponemos, pero
estamos decididas a dar la vida si fuera necesario", afirmó Victoria
Martínez Arriaga, una de las seis comandantas.
A pesar de las protestas de los mazahuas, la planta potabilizadora
de Berros sigue operando con normalidad y resguardada por el Ejército
Mexicano, por ser considerada un bien de seguridad nacional.
Después de marchar este sábado en filas
de seis, la comandanta Rosalba Crisóstomo Maldonado leyó
un comunicado dirigido al gobierno federal en el que le advierten que su
lucha es por sus hijos y que por ellos están dispuestas a dar la
vida.
Las dirigentes advirtieron que iniciaron la búsqueda
de armas y explosivos verdaderos para tomar la planta de Los Berros
en caso de que sus demandas no sean atendidas en el corto plazo.
A falta de mejores pertrechos hicieron una demostración
de cómo hasta los utensilios de la-branza pueden transformarse en
instrumentos de lucha. Los aspersores para insecticida, por ejemplo, pueden
ser utilizados como lanzallamas, lo cual demostraron a quien quiso verlas.
"Posiblemente nos tengan que enseñar a manejar
rifles y armas que por el momento no tenemos, pero para los aspersores,
los machetes y lanzar piedras nos pintamos solas", aseguró Iris,
la comandanta más joven de todas, la encargada de las armas.
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