México D.F. Sábado 25 de septiembre de 2004
Agua Fría, Guerrero
Huyen familias por una banda de encapuchados
MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL
Atoyac de Alvarez, Gro., 24 de septiembre. En los tres días pasados, al menos 15 familias han abandonado la comunidad de Agua Fría de este municipio ante el temor originado por la presencia de un grupo de hombres vestidos de negro, encapuchados y fuertemente armados, quienes se presentaron la noche del martes en la casa de María Félix Nazario Lezama y preguntaron por su esposo, Fidencio Martínez Gómez.
La mañana del miércoles, ante la amenaza de ser acribillada por la banda de embozados, la familia de Martínez Nazario subió sus pertenencias a un vehículo y buscó refugio en el Colegio de Policía de la cabecera municipal de Atoyac. La vivienda abandonada muestra impactos de bala hechos por los visitantes; en el techo son visibles cinco hoyos de igual numero de balazos de alto calibre.
Mediante un documento que enviarán al secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega García, y al procurador de Justicia del estado, Jesús Ramírez Guerrero, los alrededor de 40 ciudadanos que aún viven en el lugar solicitaron su intervención ante las amenazas de este grupo paramilitar.
Rocío Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, pidió también que se investiguen todos los asesinatos ocurridos contra campesinos de Agua Fría.
El agente del Ministerio Público del fuero común y oficiales de la policía motorizada a cargo del comandante Arturo Rivera subieron a la comunidad de Agua Fría para dar fe de los hechos reportados.
Sólo quedan 40 habitantes
Algunos testigos les dijeron que los hombres de negro salieron del monte, detrás de la casa de Evaristo Espinosa López, para preguntarle a su hijo Adán, de 12 años, por él. El muchacho les dijo que no estaba en casa. Luego de escuchar esto, los encapuchados amenazaron con matar a toda la familia de Espinosa López.
Otras 15 familias han salido de Agua Fría después de recibir amenazas de los hombres de negro. De los 74 habitantes que vivían en esa comunidad de la sierra del sur sólo quedan unos 40 pobladores.
Entre las familias desplazadas de esa comunidad están las de Luis Asunción Nario, Gabriel Asunción Nario, Bonifacio García Núñez, Sergio García Gómez, Epifanía Zamora García y Obdulio Martines Pérez; este último es el comisario municipal de este lugar, que tiende a convertirse en una comunidad fantasma.
Otras familias desplazadas son las que encabezan Fidencio Martínez Gómez, Evaristo Espinosa López y Apolonia García Lezma, las cuales han dejado su lugar de origen por temor a ser asesinadas.
El comisario municipal, Obdulio Martínez Pérez también dejó la localidad, dejando el sello municipal al suplente, responsabilidad que este último rechazó.
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