México D.F. Sábado 25 de septiembre de 2004
Incumple compromiso de aportar fondos, dice
Critica Stiglitz que EU no se sume al combate al hambre
El premio Nobel de economía alaba propuesta de
Lula
AFP
Barcelona, 24 de septiembre. El premio Nobel de
economía 2001, el estadunidense Joseph Stiglitz, lamentó
el viernes que Estados Unidos no se haya sumado en la práctica a
la alianza contra el hambre, impulsada por Brasil.
"Desgraciadamente,
el país más rico del mundo, Estados Unidos, no se ha comprometido
o mejor dicho, lo ha hecho, pero no ha destinado los recursos necesarios
para lograrlo", dijo a la prensa el economista tras participar en una mesa
redonda en el Forum de las Culturas de Barcelona titulada "Del consenso
de Washington a una nueva gobernabilidad global".
Stiglitz calificó de "innovadores" los mecanismos
propuestos por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva,
para financiar un plan de erradicación del hambre, que en el mundo
afecta a mil de los 6 mil millones de habitantes, como gravar el comercio
de armas y las transacciones financieras internacionales.
Estas iniciativas "pueden ayudar, pero (en los países
en desarrollo) hay más problemas", opinó el Nobel de economía.
"Los cambios en la retórica han sido importantes, pero en la realidad
han sido muchos menos", añadió.
El reconocido economista destacó en cambio el compromiso
del gobierno socialista español de destinar 7 por ciento del producto
interno bruto (PIB) a la lucha contra el hambre.
En el debate participaron asimismo otros destacados expertos
estadunidenses, como Paul Krugman y John Williamson, autor del denominado
consenso de Washington.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se comprometió
antes de la cumbre de la ONU contra la pobreza, celebrada en Monterrey
(México) en marzo de 2002, a que su país, la mayor economía
mundial, destinaría a partir de 2004 más del 0.10 por ciento
de su PIB hasta llegar a 0.13 por ciento.
Pide Wolfensohn a países ricos financiar condonación
de deudas de naciones pobres
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, manifestó
en Washington que esa institución no ve problemas en la propuesta
estadunidense de condonar la deuda de los países más pobres,
aunque señaló que las grandes naciones donantes deben reponer
los medios financieros empleados para ello.
En
la reunión -la próxima semana en esta ciudad- de los ministros
de Finanzas del G-7, el gobierno de Estados Unidos pretende poner sobre
la mesa la propuesta de condonar la deuda de los aproximadamente 30 países
más pobres del mundo. Justo después de esa reunión
tendrá lugar la anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial (BM).
"Estaríamos contentos si pudiéramos cancelar
las deudas de los países más pobres", dijo Wolfensohn. "Nuestros
créditos provienen sin embargo de un fondo de operaciones. Si queremos
seguir concediendo créditos, el dinero tiene que ser repuesto por
los países donantes.
El gobierno estadunidense ha comenzado a hablar de condonación
de deuda sin decir cómo financiarla, manifestó el presidente
del BM.
Por otra parte, Wolfensohn mostró hoy su interés
en seguir otro mandato más al frente de la institución, aunque
eso depende, según dijo ante la prensa, del resultado de las elecciones
presidenciales del 2 de noviembre en Estados Unidos.
"Estoy dispuesto a considerar (otro mandato)", dijo Wolfensohn,
quien hasta ahora había rechazado especulaciones al respecto, "Aún
hay mucho que hacer y si recibiese la oportunidad, seguiría gustoso".
Para ello necesita el apoyo del mayor contribuyente del
banco, Estados Unidos, señaló Wolfensohn, quien dijo que
tiene buenas relaciones con Washington.
Wolfensohn asumió la presidencia del Banco Mundial
el primero de junio de 1995. El mandato se prolongó en 1999 y termina
el primero de junio de 2005.
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